El zurdo de Málaga

M.B
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Víctor Hugo López sigue en activo a sus 35 años. Es el único europeo en la Liga japonesa tras pasar por la de Qatar y Alemania. En Valladolid estuvo de 2005 a 2010, viviendo la época dorada del balonmano en la ciudad del Pisuerga

Vive en Japón desde hace tres años. Concretamente en Nagoya. A sus 35 años sigue jugando y es el único europeo en la incipiente Liga de balonmano, en la que solo hay otros cinco extranjeros, cuatro coreanos y un chino de Taiwán. Víctor Hugo López no es de maleta fácil, pero desde que en 2002 debutase en la Asobal con el Gáldar gallego de la mano de Jordi Ribera, ha hecho varias: Almería, Valladolid, Logroño, Alemania (TV Grosswallstadt), Qatar (Al-Quiyada Handball Club) y ahora Japón.

A Valladolid llegó en 2005, tras brillar con el Maristas de su Málaga natal en un Campeonato de España juvenil y después de pasar por Gáldar y Almería; y aquí permaneció hasta 2010. "Deportivamente, han sido los años que más he disfrutado del balonmano, por el ambiente en el vestuario y sobretodo por el ambiente en Huerta del Rey. No he jugado en ningún sitio así ( y no es peloteo)", señala desde Nagoya, donde reside con su mujer, Marta; y sus tres dijas; y donde juega en el Toyoda Gosei, uno de los nueve clubes de la Liga nipona: "Se juegan 3 rondas más playoff, además de dos torneos tipo ko llamados Torneos de empresas de Japón y Copa del emperador".

Con el dorsal 11 a la espalda, fue una apuesta de futuro de Juan Carlos Pastor y aquel Balonmano Valladollid que empezaba a luchar por títulos. "Llegué muy joven y compañeros como Miguel Velasco, Chema, Asier Zubiría, Sierra o Eric Gull, entre otros, me acogieron y me enseñaron muchísimo. Fueron de mucha ayuda al principio porque Pastor y el ‘sistema’ es muy exigente. En ese sentido, Jota fue una de las personas que más me apoyó", resume de sus inicios. Jota es Jesús Javier González, luego su entrenador en Logroño y ahora segundo de Raúl González en el Paris Handball.

Lateral derecho, es decir zurzo, logró en Valladolid dos Copas del Rey y la Recopa, llegando a jugar en la Champions, estando en la famosa semifinal que dejó al cuadro vallisoletano fuera de la final por un penalti errado.

En 2010 se fue a Logroño de la mano de Jota. Atrás dejaba una ciudad que le acoge como suya siempre que vuelve. "Mi ultima visita fue justo hace un año. Fui a operarme del codo con Fernando Baro y Aurelio Roldán el 8 de agosto", recuerda, aunque siempre que puede, y más ahora que vive en Japón, se escapa un día a la capital castellana. De Logroño dio una vuelta de tuerca y se fue a Alemania, donde siempre había querido jugar. Y de allí comenzó a buscar otras experiencias, no solo deportivas sino vitales, recalando en Qatar y ahora en Japón.

Hace poco ha comenzado la que será su tercera temporada en la Liga nipona: "Después de ésta me retiraré profesionalmente... probablemente". El balonmano ocupa un segundo escalón en los deportes de sala en Japón, tras el voleibol: "Está creciendo mucho y en 2020 habrá 11 equipos en la Liga". La temporada pasada ya jugó el play off por el título y este año esperan dar un paso más. 

En su equipo, la mayoría de jugadores juegan a media jornada y trabajan en la empresa dueño del club la otra media. Él hace una especie de jornada completa vinculado al balonmano -muchos días sale de casa a las 8 de la mañana y no regresa hasta las seis o siete de la tarde-. Aunque tiene un intérprete con el que habla en inglés, trata de aprender japonés y se suelta cuando va a restaurentes y supermercados.

A España volverá. Seguro a su Málaga natal. Y a Valladolid... de visita.

Un andaluz sin gracia

Contaban dentro de los vestuarios de Huerta del Rey que Hugo López es el único andaluz sin gracia al contar los chistes, aunque él se empeña. Se prepara para ser técnico nacional, aunque su futuro aún no está escrito. No descarta ser empresario en Málaga o entrenador. Al tiempo.