La covid tiene en cuarentena a un millar de vallisoletanos

A. G. Mozo
-

Sanidad rastrea ya medio centenar de brotes en la provincia, la mayoría vinculados a reuniones familiares. De media, cada foco lleva a la cuarentena a entre dos y nueve personas. Los datos de la capital no mejoran, y preocupa Rondilla y Barrio España

Control de la Policía Local durante el estado de alarma en La Rondilla. - Foto: @PoliciaVLL

La pandemia continúa su avance sin que el trabajo de los equipos de rastreadores y las restricciones que se han impuesto a la población terminen de dar el fruto esperado. Las autoridades sanitarias insisten en el mensaje de responsabilidad ciudadana y esta semana hasta se ha recabado el apoyo del alcalde de Valladolid para que la Policía Local empiece a vigilar a las personas que se salten la cuarentena, pero la expansión del SARS-CoV-2 no se contiene y la amenaza de que la Junta de Castilla y León pueda echar mano de la figura el estado de alarma para limitar movimientos vuelve a estar sobre la mesa.

La cruda realidad que marcan los datos de esta última semana es que el coronavirus se sigue cobrando decenas de infectados cada día, que cada vez tiene más pacientes en los hospitales, que continúa al alza en una capital que se encuentra ya en su tercera semana consecutiva de sometimiento a férreas medidas de contención y que, en los últimos días, ha llevado al confinamiento de tres municipios: Pesquera de Duero, donde la tasa de contagio era quince veces más alta que la de la media regional; y Pedrajas de San Esteban e Íscar, única comarca de Castilla y León que ha pasado dos veces por uno de los confinamientos ‘quirúrgicos’ con los que se actúa en esta segunda ola de la pandemia.

Y pese a todo, los brotes están en su punto álgido, llegando al medio centenar ya y con cada vez más ciudadanos sometidos a medidas de cuarentena por orden médica. No hay datos exactos, pero según las estimaciones que se manejan en la Consejería de Sanidad, ahora se calcula que habría cerca de un millar de vallisoletanos en fase de aislamiento (se aplica cuando la PCRha sido positiva) o cuarentena (en aquellos pacientes que están a la espera de resultado o se tiene un negativo, pero deben esperar a que pasen los días estipulados).

VIGILANCIA ALEATORIA

Y para garantizar que se cumpla con esas jornadas de cuarentena, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos más afectados por la pandemia (León, Salamanca y Valladolid) han acordado estrechar su lazos para que los cuerpos de Policía Local se encarguen de vigilar a personas en cuarentena con «comprobaciones aleatorias».

Así es como lo explicó Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, y portavoz. «Estos ayuntamientos pueden contribuir al seguimiento de las cuarentenas con sus policías. Para ello, se les van a remitir periódicamente los datos de las personas en cuarentena para hacer ese seguimiento». Sería con esas vigilancias aleatorias, visitas a domicilios para confirmar que las personas ‘cuarentenadas’ cumplen con lo marcado por la normativa en materia de salud pública, si bien Igea quiso dejar claro que «la mayor parte lo hace bien».

La consejera de Sanidad, por su parte, reiteró que la cuarentena se debe cumplir también en caso de PCR negativa, no solo si se confirma el contagio: «Si ha sido un contacto estrecho de un positivo, es decir, si ha estado más de quince minutos a su lado, sin mascarilla y sin distancia, también se tienen que quedar en su casa, pese a dar negativo en la prueba».

Y es que la Junta pone el foco en el incumplimiento de las medidas de aislamiento como explicación al continuo avance de la covid-19, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo en el ámbito sanitario. En el conjunto de Castilla y León se cifra en cerca de 14.000 las personas que están en cuarentena, según apuntó este jueves la consejera de Sanidad, quien detalló que en la región cada brote deja entre dos y nueve casos, ya que el cierre del ocio nocturno ha evitado situaciones de contagio más graves, en referencia a lo que ocurrió en alguna discoteca del sur del país donde un positivo derivó en un centenar. «Detectamos que la mayor parte de los brotes son de origen familiar», confirmó Verónica Casado, quien volvió a apelar a la prudencia de la ciudadanía: «Hay que tener cuidado con las reuniones familiares y no juntarse más de diez personas».

LA SITUACIÓN EN VALLADOLID

Los consejos son generales, pero hay zonas que preocupan más que otras. La capital vallisoletana es una de ellas porque, al igual que pasa con Salamanca, están ya dentro de su tercera semana de restricciones (reducción de aforos, reuniones en terrazas de máximo seis personas, encuentros familiares con un tope de diez...) sin que los datos acaben de mejorar. Se ha frenado el avance imparable de la pandemia que se descubrió en los últimos diez días de agosto, pero cada semana hay más casos que la anterior, sin que la tendencia logre invertirse aún. Los datos de la Junta señalan que entre el 6 y el 12 de agosto hubo 243 positivos en la ciudad, que pasaron a 363 en la siguiente y que saltaron a 613 entre el 20 y el 27, cuando en la Consejería de Sanidad empezaron a plantearse unas restricciones que llegaron tras confirmarse la mala tendencia la semana siguiente (la del 27 de agosto al 2 de septiembre se anotaron 653 nuevos casos). Y ya durante las dos de aplicación de las medidas de contención (la del 3 al 9 y la del 10 al 16 de septiembre) se han notificado, respectivamente, 706 y 790 contagios. Así, la última semana ha sido la de más contagios en la capital, pese a las medidas de restricción impuestas.

Los datos son contundentes, por tanto, pese a las quejas políticas. La capital vallisoletana acabó el mes de agosto con el 85% de todos los nuevos contagios registrados en la provincia; 1.767 de 2.075. Yen lo que va de septiembre, poco más de medio mes, el protagonismo de los positivos de la ciudad es también importante, aunque algo menor, al estar en la franja del 80%. Entre el 1 y el 16 de septiembre –al cierre de esta edición eran los últimos datos consolidados– se habían detectado 2.063 casos en toda la provincia, de los que 1.680 se correspondían con las áreas de salud de la capital; el 81 por ciento.

La situación es «estable» en el área de Valladolid Oeste, tal como detalló Verónica Casado, mientras en Valladolid Este se ha registrado un «aumento» de los contagios, para lo que la consejera tiene explicación científica, pero sí sospecha de que pueda tener su causa en un asunto social: «Las dos áreas de Valladolid empezaron igual, incluso un poco peor la Oeste, pero ahora la Este va peor (el doble de casos en la última semana). Puede tener relación con el tipo de vivienda y la densidad poblacional, así como en el hecho de que también haya más personas que necesiten salir de casa para su sustento diario». Igea, por su parte, no dudó en hablar de «un problema evidente» al referirse a la situación de este área.

La proyección más preocupante se encuentra actualmente en dos de los centros de salud de ese área de Valladolid Este: Barrio España, donde se han notificado 59 casos en septiembre; y, sobre todo, el de Rondilla II, donde se acumulan 134 positivos en lo que va de mes.