Villanubla estrena torre de control

A. G. Mozo
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La infraestructura gana en altura y moderniza sus equipos tras una inversión de Defensa de más de 600.000 euros que mejora el servicio al aeropuerto y a la base aérea militar, de quien depende. Cada día pasa medio centenar de aviones por sus pistas

Nueva torre de control del aeropuerto de Villanubla - Foto: Jonathan Tajes

La base aérea de Villanubla cuenta desde hace unos días con una remozada torre de control dotada de la más moderna tecnología para ‘volar’ al siglo XXI después de muchos años operando al filo de la obsolescencia. El edificio sobre el que se asienta la nueva construcción es de 1937, mientras que los equipos que se han jubilado recientemente tenían «más de veinte años» y ahora, tras una inversión de más de 600.000 euros, el Ministerio de Defensa ha dado al fin este salto al futuro, en un ‘vuelo’ que respalda el trabajo que se desarrolla tanto en la base militar como en el aeropuerto civil, toda vez que esta torre se encarga de vigilar un espacio aéreo de unas 25 millas, llegando hasta Palencia. 

«Es un paso de gigante», según defiende el jefe de la Base Aérea y del Ala 37 del Ejército del Aire, con sede en Valladolid, el coronel Félix Manjón Martín. «Ahora contamos con los equipos de comunicaciones y de control más modernos que existen en el mercado», argumenta a El Día de Valladolid durante una visita a las instalaciones estrenadas hace un par de semanas.

Esta ‘nueva’ torre cuenta con «cinco metros más de altura», lo que, en palabras del subteniente Ruano, uno de los controladores del Ejército del Aire, ha permitido «eliminar algunos puntos negros que había y para lo que se contaba con el apoyo de una cámara, ya que no se veían todos los puntos ni las pistas al completo». «Ahora está mucho mejor», añade. «Solo con la altura, ya hemos ganado bastante, pero ahora los cristales son más grandes, además, y contamos con parasoles automáticos, que es algo que resulta muy cómodo», detalla uno de los miembros del equipo de controladores de la base aérea de Villanubla.

Las luces de pista se manejan a través de una consola táctil e que «está informatizada, con diferentes configuraciones, lo que permite agilizar el proceso de selección en función de las necesidades», dice el subteniente Ruano.

SISTEMA ANTINIEBLA

En esa moderna consola se incluye el ILS también, el sistema antiniebla que tanta polémica ha suscitado en un aeropuerto como el de Valladolid, con una especial incidencia de la niebla. Antes de la instalación del (en español) Sistema de Aproximación Instrumental de nivel II/III, en el mes de marzo de 2007, Villanubla acumulaba aviones desviados en los días de invierno presididos por la niebla y eso también suponía una dificultad añadida para el día a día de la base militar.

Pero con el ILS todo cambió y se desterraron los desvíos, si bien hace unos meses sufrió una avería que hizo que este sistema volviese a ocupar los titulares de la prensa: «Solo fueron unas semanas, puesto que también tenía que venir el avión que lo calibra y lo certifica para su uso», explica el coronel Manjón, quien resta importancia al asunto: «Ya se arregló y ahora vuelve a operar un sistema ILSque es de lo mejor que hay, puesto que prácticamente hace que el avión aterrice solo en unas condiciones de visibilidad casi nulas».

Pero la ‘nueva’ torre es mucho más: «Es un salto de más de 20 años», defiende el subteniente Ruano. «El gran cambio está en el sistema de comunicación instalado, ya que antes teníamos unas consolas con bastantes botones para contactar con cada frecuencia y otros para las llamadas telefónicas, y ahora todo se ha integrado en una sola pantalla táctil que hay en cada uno de los cuatro puestos, una en el puesto de supervisor de control y tres más para los puestos de torre, rodaje y aproximación», enumera el jefe de este equipo de controladores, quien destaca el hecho de que esas pantallas táctiles también les dan «un acceso directo a las conocidas como ‘líneas calientes’, es decir, con los centros de control del espacio aéreo, así como otras bases aéreas militares».

«Esta es una base aérea militar que está abierta al tráfico civil, al contrario de lo que ocurre en otros aeropuertos compartidos, con una parte civil y una militar, tal como ocurre, por ejemplo, en Málaga», tal y como detalla el coronel Manjón, para explicar las particularidades de esta base militar que se encarga de la gestión de todos los vuelos que pasan por allí, también los del aeropuerto civil.

La torre gestiona el vuelo de unos cincuenta aviones de media cada día, de los que «la mayoría son civiles porque aparte de los tráficos comerciales tenemos muchísimos de escuelas de aviación, que llegan desde Cuatro Vientos (Madrid) o desde Burgos y Salamanca y que, al estar en fase de aprendizaje pues no siguen todas las instrucciones bien y hay que estar pendientes de sus operaciones, sobre todo de los cruces de pista, que es una de las peculiaridades que existe en esta base aérea», tal y como explican desde el equipo de controladores a este periódico.

El jefe de la Base, el coronel Manjón, destaca que Villanubla (y por tanto el aeropuerto también) cuenta actualmente con un equipo de controladores militar con una «altísima cualificación» que se encarga de la gestión del tráfico aéreo civil y militar.

LA FLEXIBILIDAD HORARIA

«La relación es muy buena con Aena y nos apoyamos siempre que hay una necesidad», apunta el jefe de la Base. «Ellos nos hicieron todo el perímetro de la base, que es muy importante para la seguridad en caso de accidente. Y a cambio, por ejemplo, nosotros somos flexibles con los horarios de los vuelos que llegan al aeropuerto, puesto que el horario de cierre habitual son las 21.15 horas, pero cuando necesitan una ampliación, pues se hace y sin ningún tipo de problema», añade el coronel Manjón, quien recuerda que la operativa para que «el Real Valladolid pueda regresar de jugar un partido a las doce de la noche no es tan fácil como dejar allí a un controlador»: «Ampliar horarios también implica contar con más personal, puesto que cuando está la torre operativa, además de los controladores del equipo, tiene que estar operativo todo el personal de contraincendios, el sanitario, el de seguridad, los oficiales de servicio... Y lo cierto es que en aviación todo es muy procedimental y luego hay que dar el descanso estipulado».