El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió hoy en Valladolid de que el sindicato impulsará la movilización ciudadana en defensa de sus derechos a partir del 10 de noviembre, si ese día “no hay una mayoría clara que forme gobierno”. “Si no hay un camino claro que genere un programa que de solución a los problemas de los ciudadanos, no nos vamos a quedar esperando a que que se convoquen otras elecciones y generaremos un espacio en el que la ciudadanía pueda participar y exigir que se acabe esta situación de bloqueo que vive este país”, dijo.
Pepe Álvarez aclaró que no está pensando en una huelga general sino, repitió, en un “espacio” que permita que “mucha gente”, trabajadores, parados, jubilados y jóvenes, junto a “muchas organizaciones” convocar manifestaciones o concentraciones para que “los responsables políticos sepan que tienen que acordar”.
Álvarez pidió a la gente que vaya a votar y trasladó a los ciudadanos que tengan la “absoluta seguridad de que ese voto se debe defender al día siguiente y exigir responsabilidades y que se cumplan lo programas de los partidos que tengan mayoría en los parlamentos”.
Al respecto, consideró: "No tiene sentido que al día siguiente de las elecciones en aras” a “una gran suma de partidos, nos priven de que se puedan desarrollar los programas que hemos votado”. En este sentido, asumió acuerdos programáticos de las fuerzas con más aspectos en común, como PSOE e IU, aunque no lleguen a pactos sobre la estructura del Gobierno, en un escenario con resultados similares a los de los pasados comicios; y descartó proyectos de la izquierda con la derecha. “No veo al PP subiendo el SMI en 2020 a 1.000 euros, no le he oído decir que se derogarán las reformas laborales; y si hay una mayoría que vota por esas medidas, no me parece razonable que el Parlamento tome una decisión que vulnere esos cambios de decencia democrática en España”, dijo.
En este contexto, Álvarez trasladó su compromiso con los trabajadores, con los parados y con los ciudadanos que no llegan a din de mes y aseguró que trabajarán “día y noche para conseguir cambiar las cosas tal y como están en este país”. “Siento vergüenza de que haya miles de personas en España durmiendo en la calle entre cartones, que se tienen que levantar al día siguiente a trabajar por una miseria”, denunció.
Exigencia a los políticos
Álvarez acudió a Valladolid, para presidir la Asamblea Confederal Consultiva 2019 del sindicato, que, bajo el lema "Tiempo de Acción", reunió a 2.400 delegados procedentes de las distintas uniones y federaciones de toda España en el Polideportivo Huerta del Rey. El líder ugetista afirmó que la cita de hoy debe entenderse como una “exigencia a los políticos” para que un gobierno sea una “realidad” tras las elecciones y “pueda atender las demandas de los ciudadanos y salir de esta situación de penuria y miseria en la que viven muchos ciudadanos”.
El dirigente sindical recordó que estas asambleas las solían desarrollar en marzo, pero este año decidieron posponerla a octubre, “inocentes pensando que llegarían con un gobierno” y podrían poner encima de la mesa las políticas a desarrollar en España; recuperar los derechos perdidos; la derogación de las reformas laborales y el equilibrio social. “Eso no ha ocurrido y lo celebramos con unas elecciones covocadas y con la perspectiva de qué pasará el 10 de noviembre”, lamentó.
“Los políticos deben saber que no podemos esperar más. Mucha gente duerme en la calle entre cartones y por la mañana va a trabajar. Es absolutamente necesario derogar las reformas laborales, sino se hace es imposible desarrollar una acción sindical eficaz que llegue a los trabajadores y sea una instrumento de reparto riqueza en España”, argumentó.
Asimismo, advirtió de que es preciso acabar con la “rebaja permanente de impuestos en la que está sumido este país y empezar a dar a los ciudadanos servicios” después de ocho años de crecimiento en los que “no se reparte la riqueza que se está generando”, algo que sólo, dijo, se puede recorducir por la vía fiscal y los salarios. “La rebaja de impuestos lleva a cerrar ambulatorios y consultas, a perder servicios, a no poder mejorar la educación y a no poder atender a todas las personas con capacidad para ir a las universidades, por no hablar de la atención a los mayores, muchos de ellos esperando a cobrar la atención”.