El camino de Pablo Hervías hasta hoy ha sido pedregoso. Una lesión, casi a mitad de la temporada pasada, le apartó de los terrenos de juego durante muchos meses hasta que, este domingo, ha vuelto a disputar minutos de competición. Su golazo, y el mero hecho de volver a jugar, son motivos de alegría pero el empate deja un "sabor agriculce" al riojano. "Contento a medias. Ganar hubiera sido la guinda del pastel: ganar, meter gol y volver al terreno de juego" explicó el jugador, agradecido por "la estima que me tienen mis compañeros" y por el trabajo del cuerpo médico: "Ellos han sufrido mucho, como yo, me han dado confianza y yo se la devuelvo, por eso he ido a celebrarlo con ellos".

Sobre el partido, Hervías comentó que "ellos han tenido sus ocasiones y nosotros no hemos estado del todo bien" antes de anticipar que ahora toca "seguir trabajando y pensar en el próximo partido", apuntó en declaraciones recogidas por la web del club.

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El extremo fue interrogado además por el golazo que supuso el 1-0, un libre directo ejecutado con maestría. El jugador ha admitido que "desde que he provocado la falta tenía claro que iba a tirar, cuando estás con confianza el golpeo no está lejos".