La otra cara de la moneda en cuanto a vallisoletanos fuera de España está en China. Allí reside David Ahijado, uno de los que pasó su confinamiento de 15 días en un hotel tras regresar de unas mini vacaciones en Hong Kong a primeros de febrero. «Aquí, sigue habiendo controles de temperatura a la entrada de negocios o centros comerciales, debemos llevar máscara pero ya están abiertos el 95% de los negocios», señala desde Guiyang, en la provincia de Guizhou, donde vive desde mayo de 2019.

«Ahora el problema está en España y en Europa», corrobora desde la distancia, apuntando que «hay que ser rigurosos con el aislamiento y pronto se volverá a la normalidad».

En su caso, además, asegura que ahora vive un caso curioso al ser español: «El otro día quisimos entrar en un parque y por ser extranjeros y no llevar el pasaporte no pudimos entrar».

A otros vallisoletanos les ha pillado esta alerta igual de lejos, aunque en sus actuales hogares. Como a Lourdes, su marido y sus hijas, que están en Atlanta (Estados Unidos). «Trump declaró el estado de alarma el 13 de marzo, pero cada Estado o Ayuntamientos puede tomar medidas diferentes. Donde yo vivo, los colegios están cerrados desde ese día. En Georgia habrá 800 o 900 casos. Nosotros salimos poco, tenemos dos niñas pequeñas, estamos en casa por ellas y nos da miedo que alguien de nosotros enferme», señala añadiendo que «aquí lo vivimos preocupados por la familia y con ganas de que termine todo».