El Pucela ha perdido cinco puntos en el último mes

M.B
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Celta, Sevilla y Barcelona han dejado a los blanquivioleta, en la recta final de sus partidos en el último mes, sin puntos clave en su lucha por la permanencia

Masip salta para tapar un remate en el encuentro ante el Barcelona del pasado lunes. - Foto: LaLiga

No hace muchos años, los amantes de la radio vinculaban el tiempo que añadían los árbitros a los partidos de fútbol a una frase: ‘¿Cuánto queda, José Francisco?’. Era la que le hacían al excolegiado de Primera, Pérez Sánchez, algunos de los narradores radiofónicos deportivos cuando los encuentros se encaminaban al minuto 90.

Al Real Valladolid casi que le pasa lo mismo desde hace varias jornadas. Se acerca ese fatídico minuto 90 y no deja de mirar y preguntarse por el final. Porque, desde el encuentro de Balaídos, ha dejado de sumar cinco puntos que, en su lucha por evitar el descenso, podían ser hoy en día media permanencia.

El Pucela acumula 27 puntos en la clasificación. Cinco más le colocarían tres puestos por encima y le haría ver esta parte del calendario con ‘cierta tranquilidad’.

Todo comenzó en casa del Celta de Vigo, en un partido en el que el Real Valladolid fue mejor, maniató a su rival y solo concedió media oportunidad, en una falta que Iago Aspas mandó al larguero, antes del fatídico minuto 94. Ahí apareció Murillo, que remató de cabeza otra falta, ésta muy lejana, botada por el ‘10’ de los vigueses. El Pucela mandaba por 0-1, se relamía por la oportunidad de sumar tres puntos y tuvo que acabar por conformarse con uno.

No era la primera vez que recibía un gol en los minutos finales. Lo había hecho ante el Eibar en la primera vuelta (minuto 89), Alavés (minuto 85), Athletic (85 también), Levante (83 en la primera vuelta y 84 en la segunda). Pero sí la primera en el tiempo añadido por el colegiado.

Tres jornadas después llegaba la visita del Sevilla a Zorrilla. Y de nuevo el conjunto de Sergio dominaba y maniataba a su rival, y soñaba con la victoria... hasta ese minuto 94. Otra vez en una jugada a balón parada, esta vez con varias imprecisiones, y esta vez con el dolor de ver que el empate lo anotaba el portero rival (con el pie).

Lo de Barcelona no llegó en el añadido, pero por segundos. El empate hacía justicia a lo visto pero el fútbol no entiende ni de eso ni de minutos. Por eso, ¿cuánto queda, José Francisco?