'Yoshi's Crafted World'

ENRIQUE JOSÉ GUTIÉRREZ
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Un nuevo juego exclusivo de Nintendo Switch llega para ampliar el catálogo de la consola, protagonizado por uno de sus personajes más adorables

La Isla de los Yoshis es un paradisíaco lugar, en el que estos entrañables dragoncitos viven en paz y armonía. En la cima más alta de ese idílico lugar, se encuentra el Sol de los Deseos, del cual se dice que puede hacer los sueños realidad. Por desgracia, los rumores de su increíble poder se extienden con rapidez, llegando a oídos del malvado Bebé Bowser y su fiel secuaz Kamek.

En su afán por robarlo, provocarán que el Sol de los Deseos pierda las gemas que le proporcionan su magia, quedando diseminadas por diferentes zonas del reino. Ante esta situación, Yoshi y sus amigos deberán armarse de valor, para intentan recuperar las piedras preciosas y que todo vuelva a la normalidad.

Este es el punto de partida de Yoshi’s Crafted World, la última creación de Nintendo, desarrollada por el estudio Good-Feel. Lo cierto es que la historia, aunque simplona, cumple con su cometido de crear un contexto para la aventura de estos encantadores personajes.

El sistema de juego es el de un plataformas en dos dimensiones, que sabe usar con maestría la profundidad de los escenarios. En determinados puntos de los niveles, existe la posibilidad de caminar hacia el fondo de la pantalla o acercarse a la cámara, lo que permite descubrir objetos ocultos, nuevos caminos y coleccionables.

También se puede interactuar con los decorados, lanzando los huevos que consigue Yoshi al engullir a los enemigos. Esto sirve para abrir rutas de acceso, defenderse de los adversarios y activar mecanismos. Además, es capaz de darse un pequeño impulso, cuando está en medio de un salto, para llegar a zonas elevadas y mantenerse unos segundos más en el aire.

El estilo visual del que hace gala el título en una auténtica maravilla. El mundo que han creado para la ocasión es como una gigantesca manualidad, en la que materiales como el cartón, el celo o las acuarelas se llevan todo el protagonismo. Incluso el propio personaje principal, el cual parece creado con gomaespuma, luce una apariencia adorable, encajando perfectamente dentro de los escenarios.

Las diferentes temáticas de los niveles aportan una interesante variedad, tanto visual como en mecánicas de juego. Los hay de muchos tipos: selváticos, florales, industriales... incluso algunos inspirados en el espacio. Todos esconden multitud de sorpresas, además de que son muy rejugables, debido a la gran cantidad de retos y escondrijos que hay ocultos en los decorados.

La banda sonora rezuma ternura y carisma a partes iguales. Las simpáticas melodías que acompañan las andanzas de los protagonistas, se adaptan como un guante al ritmo de la aventura. Las canciones son pegadizas hasta decir basta, y los efectos de sonido están llenos de encanto.

Yoshi’s Crafted World es un sobresaliente plataformas en dos dimensiones, que sabe exprimir al máximo las cualidades del personaje, creando una obra luminosa y entrañable. La poca dificultad predominante, lo hace muy adecuado para los más pequeños de la casa, en especial si se activa el “modo relajado”, que convierte los niveles en un paseo por el parque. Además, la posibilidad de jugar de forma cooperativa local, permite que dos usuarios disfruten en compañía, desde el mismo sofá, de las peripecias de este colorido dragoncito.