La Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía ha hecho entrega de sus distinciones anuales, dos de las cuales han sido para un restaurante y una bodega vallisoletanos: Ambivium y Javier Sanz.

El restaurante Ambivium está en Peñafiel y pertenece a la Bodega Pago de Carraovejas, "un proyecto de calidad, exclusividad y sofisticación que sale del corazón y del paisaje, que se levanta firme sobre unas raíces familiares ligadas a la gastronomía y al vino de Castilla y León. Han levantado polvaredas de admiración mediática, olas de deseo entre los amantes del buen comer y el buen beber, el deseo de visitar y conocer de primera mano las creaciones de un equipo que trabaja y construye día a día el fascinante futuro desde un sólido presente", según destacó el jurado.

En el caso de Javier Sanz Viticultor, se ensalza la tradición de esta bodega de La Seca que suma ya "cinco generaciones dedicadas a cuidar la viña, a mimarla, respetarla y elaborar con ella vinos de calidad que lo reflejen" y que, "sin robar el protagonismo al Verdejo, variedad reina de la DO Rueda, la bodega ha realizado un encomiable trabajo de recuperación de variedades en desuso como la Malcorta o el Colorado, que se suman a la Bruñal, el Sauvignon Blanc y otras elaboraciones de su gama de vinos".

Más fotos:

En esta sexta edición de los Premios Castilla y León de Gastronomía, el de mejor cocinero fue para el burgalés con estrella Michelin Miguel Cobo; el de Mejor Restaurante Tradicional fue para el Mesón del Cerrato, de Tariego de Cerrato (Palencia); el de Mejor Servicio de Sala a los históricos Marcelino Calvo y Nino Martínez, de El Ermitaño (Benavente, Zamora); el de Mejor Producto, a la IGP Morcilla de Burgos, con una Mención Especial para la DO Queso Zamorano, por su 25 aniversario; el de Mejor Industria Agroalimentaria, BEHER, de Bernardo Hernández, situada en Guijuelo (Salamanca); y el Mejor Local de Vinos o Copas, la Bodeguita de San Segundo, de Ávila.