El periodista y escritor burgalés Álex Grijelmo presentó hoy en la Casa Revilla de Valladolid el libro ‘El cazador de estilemas’, con el que el autor debuta en el género de la novela y se adentra por primera vez en el formato policíaco. Se trata de una trama en la que el personaje protagonista, el filólogo Eugenio Pulido, se vale del lenguaje como método para la resolución de delitos.
El acto, organizado por el programa literario ‘Valladolid Letraherido’ del Ayuntamiento de Valladolid y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, permitió a los asistentes conocer la vida de Pulido, profesor universitario de Lingüística y Literatura, que al quedarse en paro entra en contacto con el comisario Contreras, al que le propondrá colaborar en la resolución de delitos echando mano de una herramienta de la lengua, los estilemas o variaciones idiomáticas que son propias de cada persona y que se deben a su origen, historia familiar y trayectoria vital. Aunque se muestra escéptico inicialmente, muy pronto Contreras se da cuenta de que el método de Pulido es de una eficacia insospechada.
Álex Grijelmo (Burgos, 1956) es doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y cursó el Programa de Alta Dirección de Empresas en el IESE. Trabajó en el diario ‘La voz de Castilla’ y en la agencia de noticias Europa Press. En 1983 llegó al diario ‘El País’, donde desempeña diversos cargos en la redacción y es responsable desde 1989 de las sucesivas ediciones de su Libro de estilo.
En 2002 asumió la dirección general de contenidos de los medios del grupo Prisa en América y entre 2004 y 2012 dirigió la agencia Efe, etapa en la que creó la Fundación del Español Urgente (Fundéu) y en la que fue elegido presidente del Consejo Mundial de Agencias.
En la actualidad es también columnista de ‘El País’, donde publica la sección ‘La punta de la lengua’. Es autor, entre otros libros, de ‘El estilo del periodista’; ‘La punta de la lengua’; ‘El genio del idioma’; ‘La gramática descomplicada’; ‘Palabras moribundas’, en colaboración con Pilar García Mouton, y ‘La información del silencio’.