La UEMC apuesta por la presencialidad en el nuevo curso

D.V.
-

La UEMC abre el curso académico 20-21 apostando por la máxima presencialidad en la docencia

La UEMC apuesta por la presencialidad en el nuevo curso

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid comienza el Curso Académico 2020-2021 en el que se apostará por la máxima presencialidad y con la seguridad de toda la Comunidad Universitaria como objetivo principal. Todos los estudiantes podrán asistir presencialmente a sus clases a partir del lunes, pudiéndose mantener la distancia de seguridad y los aforos, gracias a nuevos turnos horarios, a la puesta en marcha de las aulas espejo y con todos los espacios para docencia del campus preparados para funcionar en remoto en el caso de que fuera necesario.

La Universidad ofertará 17 Grados, 6 Dobles Grados, 7 Dobles Grados Internacionales, 12 Másteres y un programa de Doctorado que contarán de nuevo con la confianza de cerca de 5.000 estudiantes, cerca de 2.000 de ellos de nuevo ingreso.

El acto ha servido para que el recientemente nombrado rector, David García López, presentara en su discurso los diversos planes puestos en marcha para garantizar una docencia de calidad ante posibles escenarios derivados de la crisis sanitaria, así como las líneas de trabajo previstas para el próximo Curso Académico 2020-2021.

La UEMC apuesta por la presencialidad en el nuevo cursoLa UEMC apuesta por la presencialidad en el nuevo curso

 

Adaptación del Campus

El nombramiento el pasado mes de julio de un nuevo equipo Rectoral propició la constitución de una Comisión Covid-19 de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, encargada de coordinar el diseño del Plan UEMC de Medidas frente a la Covid-19 y el Plan Académico de Contingencia 20-21, del que penden 9 planes específicos.

Estos planes, redactados al amparo de las directrices marcadas por gobierno regional y nacional, recogen una batería de actuaciones que tienen como eje vertebral la protección de la salud de la comunidad universitaria sin restar un ápice a la esencia del modelo formativo propio de la UEMC.

Se ha procedido a una remodelación de aulas y espacios universitarios, a una fuerte inversión en equipamiento para crear espacios conectados, que, aun siendo remotos, sigan siendo colaborativos, a lo que acompañará una importante mejora de la conectividad en el campus, entornos digitales y otras actuaciones. Esto permitirá que el 100% de los estudiantes de la UEMC estén citados en el campus, de manera presencial, para comenzar las clases a partir del próximo lunes 5 de octubre.

Los puestos en aulas estarán pertinentemente señalados para mantener la distancia de seguridad, algo que, debido a los grupos reducidos que caracterizan a la UEMC podrá lograrse en muchas de las asignaturas. En aquellos casos en los pudiera existir exceso de aforo, la Universidad Europea Miguel de Cervantes ha implementado aulas espejo contiguas al aula maestra que están equipadas con cámaras 4K, micrófonos omnidireccionales y sistemas especiales de sonido, a las que se suman aulas capacitadas para realizar docencia híbrida. La UEMC comenzará el Curso 20/21 con todas sus aulas preparadas para impartir docencia remota.

Al mismo tiempo, la Universidad dispone de medidas de aplicación inmediata para preservar una correcta adquisición competencial ante las distintas casuísticas que se pueden dar, estableciendo diversos escenarios sobre la base de los cuales se articularán las medidas que garanticen el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje con la mayor calidad y salvaguarda de los derechos académicos y sanitarios para todos los implicados.

Al Acto de Apertura, que se ha celebrado a puerta cerrada y con límite de aforo, han asistido la viceconsejera de Universidades e Investigación de la Junta de Castilla y León, Pilar Garcés García, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente Santiago, el presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Conrado Íscar Ordóñez, así como otras autoridades militares, policiales y políticas.

Además, se ha contado con la presencia del rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, de los vicerrectores de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la Universidad de León, Isidoro Martínez Martín, y de Cultura, Deporte y Relaciones Institucionales de la Universidad de Burgos René J. Payo Hernanz, y del presidente del Consejo de Administración de la Universidad, Eliecer Villar de la Fuente, así como de miembros del Consejo.

 

Intenso trabajo

El rector de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, David García López, ha destacado en su discurso que el 20/21 será “uno de los cursos más novedosos, e inciertos, de los últimos tiempos, y sabemos que va a conllevar esfuerzo”. Un esfuerzo que “no nos es novedoso”, porque desde los últimos días de febrero, “cuando poco a poco íbamos siendo conscientes de la verdadera magnitud de lo que se nos venía encima”, la comunidad universitaria de la UEMC “ha batallado incansablemente por adaptarse, tratando de no perder en ningún momento la esencia y compromiso que nos caracteriza como Universidad”.

García López recordó el intenso trabajo realizado durante las semanas previas, que permitió que desde el primer momento la actividad, docente y de administración “se desarrollase en un entorno remoto, con el uso de distintas plataformas y herramientas”. “Fueron semanas donde vivimos un espíritu colaborativo sin precedentes”, con docentes, investigadores, estudiantes, personal de administración y servicios “demostrando un sentido de la responsabilidad y generosidad que todavía hoy emociona”, aseguró el rector.

“Se sucedieron actuaciones de contingencia en un primer momento, y planes de intensificación cuando la situación lo permitió, orientadas a proteger en todos los casos nuestro compromiso con estudiantes y sociedad”, continuó. “Fuimos aprendiendo sobre la marcha, como todos, y creo que la comunidad universitaria en general, y ésta en particular, merece un reconocimiento”, afirmó García López.

 

Valladolid universitaria

El rector prosiguió su discurso asegurando que la sociedad necesita “más que nunca” una educación superior universitaria “de excelencia, y ahí nos encontraréis, firmes, junto al resto de magníficas Universidades integradas en esta tierra, nuestra comunidad, Castilla y León”. “Y con esta decidida apuesta por la excelencia, a prueba de pandemias, seguiremos trabajando para que Valladolid brille como ciudad universitaria de referencia”, recalcó.

“Han sido meses de mucho trabajo y responsabilidad”, continuó el rector, “desarrollando nuestras competencias al filo de lo desconocido”. Pero el conocimiento avanza, y cada vez lo hace más rápido, “así que seamos optimistas”. “Lo estamos comprobando a través del tortuoso camino por el que está deambulando el conocimiento de la COVID-19, que conlleva adaptaciones y cambios constantes en todos los aspectos irremediablemente aparejados a esta situación pandémica”, manifestó el rector García López.

 

Compromiso y humildad

García López ha querido destacar en su discurso el gran trabajo en equipo que se está realizando para el desarrollo de todos los planes de actuación que permitirán el inicio de la actividad docente. “Y es así porque en ese equipo jugamos todos: docentes diseñando guías que incluyen adaptaciones para escenarios que todavía no han llegado, personal de administración y servicios aplicando procedimientos y adaptaciones que hace algunos meses ni imaginábamos, y estudiantes demostrando un sentido de la responsabilidad que contradice lo que algunas generalizaciones tratan de hacernos ver”. “Es nuestro compromiso con estudiantes y familias que eligen nuestro modelo formativo, y a los que nos debemos”, aseguró.

“Sería irresponsable decir que el intenso esfuerzo que todos estamos haciendo va a asegurar un tránsito cómodo por el curso 20-21”, señaló García López. Si algo nos está enseñando esta pandemia es que hay que enfrentarla “con agallas y planificación”, pero con la humildad que exige reconocer, de antemano, “que algunas batallas las vamos a perder”. El rector ha recordado que llegarán situaciones “imprevistas, desconocidas, y solo puedo decir que estaremos vigilantes para reaccionar con la toda la rapidez y contundencia que ciencia y experiencia nos permitan”.

David García López ha finalizado su discurso recordando que, a pesar de que la pandemia y sus derivadas están ocupando “gran parte de nuestra gestión”, las grandes líneas estratégicas que marcadas al comienzo de este mandato “van a seguir avanzando”. De esta manera, se acelerará todavía más la transformación digital de la UEMC, se reducirá “aún más” la distancia entre los programas de grado, master y doctorado y la realidad laboral, “gracias a una integración efectiva de la empresa en la universidad”. Asimismo, se incrementará la oferta de experiencias de internacionalización para toda comunidad universitaria y se optimizará la competitividad en convocatorias de financiación de la investigación “para poder transferir resultados que a la postre mejoren la calidad de vida de las personas”. “Vamos, en definitiva, a seguir haciendo universidad”, concluyó.          

 

Memoria Académica

El Acto de Apertura comenzó con la lectura de la memoria del curso 2019-2020 a cargo del Secretario General de la UEMC, José Antonio Otero Parra. La lección inaugural fue impartida por la profesora del Departamento de Ciencias de la Salud de la UEMC, Licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Angiología y Cirugía Vascular y jefa de la Unidad en el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, la Dra. Mª Lourdes del Río Solá, será la encargada de impartir la lección inaugural, titulada “COVID-19 y trombosis. Al filo de lo desconocido”.

En ella ahondó en cómo la infección inducida por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARVS CoV-2) puede asociarse con una alteración de la coagulación, un hecho que va unido a un estado de inflamación crónica ligada a la infección vírica. Del Río Solá explicará que, debido a esto, y ante la infección por SARVSCoV-2, se deben monitorizar los parámetros plasmáticos de la coagulación. Su tratamiento se basa en la profilaxis tromboembólica y en un tratamiento de soporte para los pacientes con una coagulopatía inducida por la sepsis o una coagulación intravascular diseminada.