Tiene Natalia más ganas que nunca de que vuelva a ser sábado. Porque el sábado ella y sus compañeros de equipo volverán a jugar al fútbol. Se estrenaron la jornada pasada en la Liga que la Fundación Eusebio Sacristán organiza para la Federación de peñas del Real Valladolid y, aunque el marcador resultó un poco escandaloso (perdieron 1-12 contra Borussia), la experiencia no pudo ser mejor. «Confiábamos en ganar, pero no pudo ser, lo seguiremos intentando».
Natalia es una más en un equipo al que cada uno aporta lo que puede. Desde las entrenadoras Sara Gómez Nieto y Susana Sixto, técnicas de la asociación El Puente Salud Mental, voluntarios de la asociación, hasta los propios usuarios. Desde Iván, Felipe, Susana, Sergio, Gorka, Oscar, Marta, Juan, Jesús, Fernando, Teresa, Sheila, José Manuel, Javier, Carlota, hasta Sara, Natalia, María, David, José, Ángel o Diego.
Para ellos jugar la liga es una nueva oportunidad de normalizarse y el fútbol la herramienta para superar sus barreras, en su caso diferentes enfermedades mentales. Demostrar que pueden trabajar en equipo y visibilizar una realidad, la de la salud mental. Y disfrutar, algunos son auténticos locos del fútbol.
Para El Puente la jornada frente al Borussia fue la primera de una larga liga en la que pasarán por apertura, copa y clausura en la segunda división sin más pretensión que jugar al fútbol. «Aunque intentaremos ganar el próximo partido», aclara Natalia, que será frente a Atlético de Valladolid.
No es la primera experiencia inclusiva en esta competición de Peñas, en la que ya jugaron un equipo de personas inmigrantes y refugiadas, ni en las competiciones de la Fundación Eusebio Sacristán, en cuya liga Recoletas para Empresas juega el Club Duero, el equipo deportivo de la Fundación Intras.
El Puente Salud Mental es además uno de los equipos que se entrena a las órdenes de Juan Carlos Rodríguez en los grupos de adultos de la Escuela Fútbol para Todos de la FES, cada mañana de miércoles en el campo de Los Cerros del barrio de Girón. Además han descubierto la marcha nórdica en Las Contiendas y las actividades de aventura de La Roca en Palencia. El caso es no parar con la locura por el deporte.