Luca de Meo presenta un plan «bueno para España»

Óscar Fraile
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Renault lanzará 14 modelos hasta 2025 y el consejero delegado de la firma recuerda que el país tiene las plataformas para fabricar muchos de ellos, aunque todo está vinculado a mejorar la competitividad a través del convenio que se está negociando

El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, durante la presentación del plan industrial. - Foto: Olivier Martin Gambier

El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, destacó este jueves la buena posición de la que parte España para conseguir nuevas adjudicaciones que garanticen la carga de trabajo en los próximos años. Lo hizo durante la presentación de ‘Renaulution’, un plan estratégico que se prolongará hasta 2025 y que contempla una reducción de los costes fijos de 3.000 millones de euros en todo el mundo. Son mil más que los que anunció en febrero del año pasado, si bien ese primer avance era con el horizonte de 2022, y no con el de 2025.

Eso sí, también dejó claro que  esas adjudicaciones no serán posibles si no se mejora la competitividad, en una clara referencia a las negociaciones del convenio de Renault España, paralizadas desde hace un mes y medio por la falta de acuerdo entre empresa y sindicatos.

Realmente el mensaje no fue muy diferente del que ya expresó en su visita a España el pasado mes de noviembre, cuando dijo que las fábricas del país eran competitivas, para avisar después de que «en dos o tres años pueden no serlo». Este jueves llegó a señalar que «habrá dolor» para ser más competitivos, aunque descartó «recortes adicionales de empleo», aparte de los 15.000 puestos de trabajo en todo el mundo anunciados el pasado mes de mayo. «El plan es una oportunidad para nuestro ecosistema industrial en España, al que consideramos una fuerza en el mundo de Renault, porque es muy competitivo», señaló De Meo en respuestas a los periodistas recogidas por la agencia EFE.

La estrategia de Renault se divide en tres fases. La de ‘resurrección’, hasta 2023, que buscará «recuperar el margen y generar liquidez». Después se iniciará la de ‘Renovación’, que durará hasta 2025 y se centrará en «restablecer la competitividad», con el enriquecimiento de las gamas. A partir de esa fecha se iniciará la fase de ‘Revolución’, que «hará bascular el modelo económico hacia la tecnología, la energía y la movilidad, convirtiendo al Grupo Renault en pionero en la cadena de valor de las nuevas movilidades». Además, pondrá en marcha una nueva organización «impulsada por el valor», de modo que «la empresa ya no medirá su rendimiento a través de la participación de cuotas de mercados y ventas, sino a través de la rentabilidad, la generación de liquidez y la eficiencia de las inversiones». El propio De Meo sostiene en una nota de prensa que el objetivo es pasar «de ser una empresa automovilística que utiliza tecnología a ser una empresa de tecnología que utiliza automóviles, donde al menos el 20 por ciento de los ingresos provendrán de servicios de datos y comercio de energía para 2030».

Los pilares del plan. El desarrollo de este plan implica la «racionalización» de las plataformas de fabricación, de seis a tres y de los grupos motopropulsores, de ocho a cuatro familias. «Todos los modelos que se lanzarán en las plataformas existentes se lanzarán al mercado en menos de tres años», avanza Renault. Además, se afrontará un «redimensionamiento» de la capacidad industrial para pasar de las cuatro millones de unidades del año pasado a 3,1 millones de en 2025. También se buscará una mayor eficiencia con los proveedores.

Por otro lado, se orientará la presencia internacional del Grupo hacia mercados «de alto margen», como los de Latinoamérica, India y Corea, además de aprovechar la «competitividad» en España, Marruecos, Rumanía y Turquía. También se apostará por más sinergias con Rusia.

Respecto a la reducción de costes fijo, se pretende alcanzar los 2.500 millones en 2023 y los 3.000 dos años después. En cuanto a los costes variables, deberán bajar en 600 euros por vehículo antes de 2023. Renault también busca una reducción de inversiones y gastos en investigación y desarrollo para pasar del 10 al ocho por ciento en 2025. «Todos estos esfuerzos fortalecerán la resiliencia del Grupo», vaticina la compañía.

Sindicatos. Los sindicatos consideran que lo anunciado este jueves no despeja las incógnitas sobre el futuro de las plantas de España. «Viene a ratificar toda la información que hemos recibido en los últimos tiempo, aunque no conocíamos la ampliación de los recortes de 2.000 a 3.000 millones», reconoce el delegado de CCOO, Rubén González. El sindicalista agradeció las palabras de De Meo sobre España, pero pidió en declaraciones a El Día de Valladolid que «se despejen todas las incertidumbres». Por su parte, el delegado de CGT, Unai Hernández, señaló que el acto de Renault fue «una puesta en escena para los medios y para generar alguna noticia optimista, pero no aclara ninguna incógnita», señaló a Ical, mientras que Miriam Largo, de Trabajadores Unidos, vaticinó que los recortes anunciados por Renault «los pagarán los trabajadores».

Hace un mes y medio que sindicatos y empresa no se reúnen por el convenio. Los primeros reclaman adjudicaciones para firmar el acuerdo y la compañía quiere mejorar la competitividad para que se produzcan esas adjudicaciones.