Miguel Delibes, en la memoria

M.Rodríguez
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Familiares, estudiosos, políticos y coetáneos recuerdan la figura del escritor en el día del centenario de su nacimiento

Miguel Delibes, en la memoria

100 AÑOS DE DELIBES

 

Así recuerdan al escritor y periodista:

 

ELISA DELIBES. HIJA DEL ESCRITOR Y PRESIDENTA DE LA FUNDACIÓN DELIBES

«Era un hombre bueno, que intentó estar con el pueblo»

Elisa Delibes, presidenta de la Fundación Miguel Delibes, se confiesa impresionada por todo lo que ha movido el centenario de su padre, a pesar de que la pandemia ha limitado parte de las actividades de homenaje previstas. «Da mucho gusto ver cómo la obra y la figura de mi padre ha llegado tan lejos», celebra. Apunta que «todos» los días, los siete hermanos tienen la agenda llena con eventos. El más importante fue la inauguración de la gran exposición en la Biblioteca Nacional, con la presencia de los reyes, que en diciembre llegará a Valladolid. «Estaba prevista para el mes de marzo y pensamos que ya no la veríamos, pero finalmente se pudo inaugurar el 17 de septiembre y me conmovió mucho». En esa exposición se pueden ver más de doscientas cincuenta piezas de Delibes, que la familia ha legado, aunque todavía conservan su biblioteca en la residencia familiar, donde posa su hija. Otro momento emotivo para la familia será la inauguración de la estatua del escritor en la Acera de Recoletos, aunque en el debe del centenario queda la futura Casa-Museo, que se ha visto retrasada por el efecto de la pandemia. «Entendemos que se haya parado, pero parece que todo se va retomando y esperemos que esto también. Han pasado diez años y esto es importante. Cuando acabe la exposición queremos que el legado que hemos donado ocupe un lugar donde esté bien resguardado».


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JESÚS MARCHAMALO. COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN DELIBES (1920-2020)

«Impresiona ver el trabajo que hay detrás de sus obras»

Coordinar la exposición ‘Delibes (1920-2020)’ ha sido un reto que Jesús Marchamalo califica como un trabajo «delicioso», donde se acercó a su figura de una manera «muy cómplice y muy cariñosa». El escritor reconoce una «rendida admiración» por Delibes, una figura de la que dice no necesita adjetivos y de ahí el título de la muestra, que estuvo seis meses hibernada por la pandemia y califica de la «deseada», junto a cuyo cartel posa en la foto. «En la exposición el visitante se encuentra con el Delibes esperado, pero también va a descubrir aspectos más inéditos, como su faceta de dibujante y de viajero», apunta. Tuvo una vida muy rica y sorprendente;vivió en primera persona episodios como la Primavera de Praga. Y también me ha sorprendido su faceta de docente». La preparación de esta gran exposición, que en diciembre llegará a Valladolid, también ha servido para constatar la capacidad de trabajo de Delibes. «Llama la atención la minuciosidad y cuidado con el que trabajaba, además de la magnitud de su obra con más de 50 títulos». Pero uno de los aspectos que hacen diferente al vallisoletano, según Marchamalo, es «su actitud vital», con su reivindicación de la moral pública y su defensa de los oprimidos. «Es una figura en la que nos podemos mirar ahora mismo perfectamente porque su mensaje está plenamente vigente» reivindica.

 

JAVIER ORTEGA. CONSEJERO DE CULTURA

««Es el mejor embajador de Valladolid y de la lengua española»»

El consejero de Cultura, Javier Ortega, es un gran conocedor de Delibes y su obra porque dirigió la fundación que gestiona su legado. De hecho, en su etapa se proyectó e impulsó la celebración del centenario, un testigo que después recogió Fernando Zamácola. En este sentido, Ortega destaca la apuesta que el Gobierno regional ha hecho por la celebración de este centenario porque el escritor es «el mejor embajador de Valladolid y de la lengua española, pero no solo es patrimonio de Valladolid, porque en su obra está plasmada la región. Es un muy buen conocedor de esta tierra», reitera. El consejero destaca, además, que Delibes es un «notario de su tiempo», que refleja los problemas del momento, pero cuya voz y valores están muy vivos actualmente. «Delibes es una gran persona, una buena persona que se preocupaba por los otros. Además, les defendía desde el ámbito literario», detalla. En este sentido, recuerda el impacto y la validez actual de mensajes como los que contiene su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua. Ortega también se muestra muy satisfecho de que este sábado se inaugure la estatua del escritor, obra del artista Eduardo Cuadrado, que ha sido financiada por la Junta. Se ubicará muy cerca de la casa donde nació, en Recoletos, 12, donde posa Ortega para esta foto. El consejero recalca que la Junta continúa con los trámites para la futura Casa-Museo de Miguel Delibes.

 

FERNANDO ZAMÁCOLA. GERENTE DE LA FUNACIÓN MIGUEL DELIBES

«Está siendo un reencuentro con Delibes y su obra»»

La Fundación Miguel Delibes, encargada de conservar y difundir su legado, espera la confirmación de la ampliación de  las actividades del centenario durante todo el año 2021. Sería una forma de compensar el efecto negativo que la pandemia del coronavirus ha tenido en la programación de este año, que poco a poco se va reactivando. «Seguimos pensando actividades, se han reprogramado muchas, pero también se están celebrando otras», apunta Fernando Zamácola, director gerente de la fundación. El centenario busca facilitar el reencuentro con la figura de Miguel Delibes. «Está muy vivo y es muy leído», reivindica Zamácola.   Y considera que es una oportunidad para reivindicar un icono, algo que, lamenta, muchas veces genera «vergüenza» a los castellanos. «Delibes hablaba de la España vaciada, de la crisis climática, de las desigualdades sociales y de la infancia. Temas todos de máxima actualidad en este momento», detalla. Algo que también sucede con su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua, que según el director gerente de la Fundación sigue en plena vigencia hoy en día, y muchas de sus referencias son reproducidas como referentes morales para la sociedad. «Soy un lector consciente y pausado de su obra, donde siempre hay algo de profundidad que descubrir», destaca. En la foto posa en la biblioteca de su despacho de la fundación, con toda la obra del escritor.

 

ÓSCAR PUENTE. ALCALDE DE VALLADOLID

«Impresiona ver el trabajo que hay detrás de sus obras»


 

Óscar Puente aprovecha el centenario para tornar sobre la producción literaria y la vida de Delibes. Sobre su obra se muestra prudente porque reitera que grandes expertos, con muchos más conocimientos en la materia, «han ponderado con sobrados argumentos su admirable prosa». Pero se permite aconsejar, a quien aún no lo haya hecho, que se sumerja sin dilación en las novelas de don Miguel, «porque la recompensa será impagable y le acompañará el resto de su vida». Además, pone en valor algunas de las cualidades que adornaban la personalidad de Delibes, entre las que destacaban la honestidad y la profundidad de sus convicciones, que defendía con intensidad «pues era nuestro paisano, hombre de una sola pieza, lo que le llevó a tener sonados encontronazos con algún jerarca de la dictadura franquista cuando estaba al frente del decano de la prensa española». Y era, además, firme en sus lealtades, a su familia, a sus amigos, a su periódico de siempre, a su editorial de toda la vida, a su tierra, a Valladolid, a la que estuvo indisolublemente unido y a la que, con generosidad, dedicó ‘El Hereje’, su novela postrera. «Por todo ello, en alguna ocasión he afirmado, y creo que me asistía la razón al hacerlo, que Delibes personificaba al castellano de bien». El alcalde posa en el balcón del Ayuntamiento, donde la ciudad rindió homenaje póstumo a su Hijo Predilecto.  

 

CONRADO ÍSCAR. PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN

«Adelantó la defensa de la España vaciada y el medio ambiente»

Conrado Íscar muestra su admiración por la figura de Delibes, al que recuerda sentado en el Campo Grande, pero apunta que quizás «no se le valoró como merecía al tenerlo tan cerca». «Fue un intelectual, un adelantado a su época en la defensa de la España vaciada y del medio ambiente», defiende. Considera que es la figura más importante del último medio siglo y recuerda que la Diputación le reconoció con la medalla de oro y el premio provincial a la trayectoria literaria. Además, este año ha realizado una edición especial de La Grajilla, además de colaborar con la UVa en la publicación del libro Derecho y Literatura, donde se muestra una de las facetas más desconocidas de Delibes, la de profesor. La institución provincial también ha publicado la guía de las seis rutas de las letras de Delibes, que a partir de la obra del escritor, transitan por 33 localidades. Los monolitos con forma de ‘D’ son la marca distintiva de esta ruta por el paisaje que inspiró gran parte de la obra del escritor, como la de Adalia, lugar elegido por Íscar para la foto porque se ubica en el mundo rural que mostró y enalteció Delibes. Íscar también le reconoce por su defensa de los más débiles, de la infancia o por abordar temas tan complejos como la muerte. Ypor eso apunta que hay que dejar abierta la posibilidad de organizar más homenajes.

 

RAMÓN GARCÍA. BIÓGRAFO

«Es el momento de reivindicar su figura periodística»

«Yo siempre he pisado la raya». Ramón García, biógrafo y amigo de Delibes, apunta que así recordaba su faceta periodística el vallisoletano. «Siempre dijo lo que quería decir. No se mordía la lengua», recalca.Por eso considera que ahora, en plena celebración de su centenario, hay que reivindicar su figura periodística porque «sería un referente indiscutible» y porque esta faceta quedó eclipsada por la figura del novelista. Ramón García, periodista y escritor, compartió durante más de tres décadas paseos con su amigo por el Campo Grande, donde posa en el banco en el que Delibes conoció a su esposa. «Cuando hacía amistad con alguien no le invitaba a su casa, le invitaba a pasear», apunta. Y explica que era en esas caminatas por el parque donde se sentía realmente cómodo. «Cuando le dieron el Premio Cervantes en Madrid, decidió volver esa misma noche a Valladolid, y al día siguiente quedamos para dar nuestro paseo». Recalca que Delibes donde estaba cómodo era en Valladolid, y rememora que lo deja claro: «Soy como un árbol, que nace donde lo plantan». Aunque hubo que esperar hasta su último libro para que hiciese referencia a su ciudad. «Casi nunca nombra donde ocurren sus obras, salvo en La sombra del ciprés y, cincuenta años después, en El Hereje, novela que dedica a su ciudad y donde la nombra más de 500 veces», detalla su biógrafo, que no olvida a Don Miguel.

 

JOAQUÍN DÍAZ. FOLCLORISTA

««Defendía la pervivencia del lenguaje de los pueblos»

Joaquín Díaz conoció a Miguel Delibes desde niño. Era compañero de colegio en el Lourdes de sus hijos mayores. «Su mujer, Angelines, charlaba con frecuencia con mi padre y la verdad es que era una mujer muy graciosa». Recuerda las fiestas a las que acudían los dos años más tarde. Las organizaba Miguel Flechilla en el antiguo castillo de Cigales. «Le gustaba mucho cantar».  En aquellos encuentros, hablaban de instrumentos musicales antiguos, tradicionales, que luego salían en las obras del difunto escritor. Cuando Díaz decidió irse a Urueña para organizar su propia fundación en una clara apuesta por los pueblos, Delibes fue crítico con su marcha al considerar que un proyecto de estas características no podría consolidarse en un pueblo. «No contaba en la década de los 70 con algunos aspectos como la aparición de internet», recalca Díaz. Luego, tiempo más tarde Delibes visitó Urueña y ambos amigos tuvieron oportunidad de charlar bajo el arco de la puerta de la Villa, la orientada al sur, y el escritor habló con algunos vecinos y reconoció que se había equivocado. Recuerda el pesimismo del escritor con respecto al futuro de los pueblos. «Fue crítico con la aparición de fuerzas vivas y defendió la pervivencia del lenguaje de los pueblos antes de que terminaran desapareciendo muchas palabras. También de los objetos característicos de los pueblos».