Sabor asturiano en tierras castellanas

M.B
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La Sidrería Los Trabancos fue una de las primeras en dar a conocer los cachopos en Valladolid

Cocina de la Sidrería Los Trabancos. - Foto: Jonathan Tajes

Patatas cabrales, chorizo a la sidra, tortilla de bacalao, cachopo, chuletón a la piedra, chipirones a la plancha, algo de marisco... La Sidrería Los Trabancos es uno de esos rincones gastronómicos de Valladolid, en plena estepa castellana, que no engaña desde que uno entra por sus puertas. Aquí el sabor es cien por cien asturiano. 

Este restaurante abrió sus puertas ya hace seis años, el 9 de julio de 2014. Y lo hizo de la mano de, por supuesto, un asturiano (en este caso de Oviedo), Diego Rodríguez, y un vallisoletano, con negocios en Rioseco, Alberto Fernández. Ambos, amigos, decidieron dar un paso más y unirse para entrar en el mundo de la hostelería diurna. «Soy asturiano y, conociendo esa gastronomía, vi que aquí no estaba potenciado el tema de cachopos y las patatas cabrales», recuerda Diego sobre sus inicios y el porqué decantarse por este tipo de local –hoy cuentan con otros dos de tipo astur, Los Guajes y El Gallu; y otro más tipo gastrobar, La Aguada–.

Ubicado en pleno barrio de Huerta del Rey, en la calle Barbecho, 29, reconocen que precisamente el lugar donde se encuentra Los Trabancos fue una de las razones para abrir: «Había una plazoleta para aparcar, con dos terrazas a ambos lados.... buscamos que todos los locales sean esquineros y con una amplia terraza». Y el nombre, aunque al principio les dio cierto quebradero de cabeza, es un homenaje al principal jugo que se puede degustar en su interior, la sidra. «Fue un guiño a la marca con la que trabajamos, Trabanco. A raíz de aquello, hicimos amistad y somos sus mejores clientes de Castilla y León», añade Diego.

En este establecimiento el rey es el cachopo, tanto en su versión tradicional, con queso manchego y jamón ibérico –«recién cortado», apuntan–; como en la más actual, con cecina, cebolla caramelizada y queso de cabra. «Cuando abrimos había bares con sidra pero poco más. Es cierto que había alguna sidrería, pero el público desconocía, por ejemplo, lo que era el cachopo. Creo que podemos decir que somos los pioneros del cachopo en Valladolid», apostillan.

El cachopo, cuyo secreto es la calidad del producto –en este caso con carne asturiana–, va acompañado de esa sidra y del resto de platos típicos de Asturias, con esas patatas al cabrales, el chorizo a la sidra... Javier Cunquero es el jefe de cocina desde sus inicios. Junto a él trabajan otras 4 o 5 personas en temporada alta. Porque la sidra, aunque Los Trabancos está abierto todo el año, tiene una temporada alta y una baja. En este caso, la alta va de mayo a octubre. «Nosotros trabajamos bien todo el año, pero el incremento de trabajo es con el sol», aseguran.

Abierto todos los días del año tanto para comer como para cenar, tiene un aforo para unos 50 comensales en el interior y para otros 70 en terraza, aunque ahora con la pandemia de la covid ambos se han visto restringidos.

Como buen asturiano, cuenta con tres tipos de menús. El diario, más convencional, con 3 primeros y 3 segundos, pan, bebida y postre casero por 12 euros (de lunes a viernes). El conocido como Menú cachopo (para un mínimo de dos personas), que incluye vieiras gratinadas, ensalada de la casa (queso de cabra, nueces y frutos rojos) y un cachopo a compartir con guarnición, más pan, bebida y postre casero, por 20 euros comensal. Y el Menú Sidrería (para 4 personas), con patatas al cabrales, ensalada de la casa, tortilla de bacalao, chipirones a la plancha, todo ello para compartir, más chuletón a la piedra o dos cachopos (al medio), por 25 euros/persona. A ello se puede añadir una espicha de sidra (barra libre) por 3 euros más/persona.

Los Trabancos es sabor a Asturias, al cabrales, a su carne, a su marisco y, sobre todo, a sus cachopos.