Los castellanos y leoneses reciclaron el pasado año un total de 49.557 toneladas de residuos de envases de vidrio, lo que representa un crecimiento del 2,5 por ciento respecto al año anterior. Según los datos facilitados a la agencia Ical por Ecovidrio, cada ciudadano de la Comunidad recicló una media de 20,6 kilogramos, lo que equivale a 78 envases por habitante, mientras que la media nacional fue de 18 kilogramos y 68 envases.
De esta manera, Castilla y León se convierte en la sexta Comunidad más recicladora del ranking estatal, que está encabezado por Islas Baleares con 30 kilos por habitante, País Vasco (27,5 kilos), La Rioja (27,5 kilos), Navarra (25,9 kilos) y Cataluña (21,3 kilos).
Por provincias, Burgos fue la que más recicló con 25,9 kilos por habitante, por delante de Segovia con 23,5 (kilos) y Palencia (21,6 kilos). En el lado opuesto se situaron las provincias de Salamanca, con 12,7 kilos, Ávila (13,4 kilos), Zamora (14,5 kilos), León (15,7 kilos), Valladolid (17,5 kilos) y Soria (18,6 kilos).
Además, Palencia se sitúa como la séptima mejor capital de provincia del país con un ratio de 21,80 kilos por habitante. Junto a Palencia, Burgos, León, Segovia, Valladolid y Soria también se encuentra entre las 15 capitales de provincias que más reciclan de todo el país.
Adicionalmente, Ecovidrio gestionó durante el año pasado el reciclaje de 97 toneladas de residuos de envases de vidrio procedentes de varias plantas de residuos urbanos de la Comunidad, sistema pionero en toda la Unión Europa que permite reciclar los envases que el ciudadano, incorrectamente, ha tirado a la basura, con el objetivo de evitar que acaben en el vertedero de cualquier ciudad española.
Al mismo tiempo, durante 2018 Ecovidrio instaló en Castilla y León más de 466 nuevos contenedores, incrementando el parque en más de un tres por ciento hasta alcanzar los 17.217 iglús. Esta cifra convierte a Castilla y León en la segunda Comunidad mejor contenerizada de España, ya que cuenta con un iglú verde por cada 140 habitantes.
La hostelería genera la mitad de los envases de vidrio de un solo uso que se ponen en el mercado, por lo que la contribución del sector es vital para sentar unos principios sólidos de economía circular en Castilla y León.