Gustavo Aranzana se encuentra en su domicilio de Valladolid pasando esta etapa de confinamiento. Lo hace atento a las noticias que llegan del mundo del baloncesto. En diciembre se incorporó al Força Lleida Club Esportiu, al que poco a poco estaba reflotando antes del parón liguero. Precisamente, el vallisoletano tiene claro que la Liga, la LEB Oro, debe suspenderse definitivamente. "Es un perjuicio, es injusto, pero en el escenario que vivimos no hay otra solución que cancelar la Liga. Y cuanto antes se tome esta determinación va a ser mejor, para preparar una hoja de ruta y una planificación para la temporada que viene", señalaba ayer en La 8 Valladolid el entrenador desde su domicilio.

Los clubes de la LEB Oro se volvieron a reunir telemáticamente el lunes para tratar de llegar a un consenso. Parece que todos tienen claro que la Liga debe darse por concluida, aunque no llegan a un acuerdo en si debería haber ascensos y descensos. El presidente del Carramimbre CBC Valladolid, Mike Hansen, volvió a defender el primer puesto de su equipo, asegurando que sería "horrible" para el baloncesto español que no hubiese ascensos. Por otro lado, los equipos de la ACB acordaron, también ayer, que de poderse acabar la competición se haría con los 12 actuales primeros clasificados divididos en dos grupos de seis en la misma sede y con los dos primeros jugando semifinales a partido único al igual que la final; sin que hubiese descensos.

Mientras, Aranzana espera acontecimientos para saber también su futuro individual. Aunque reconocer que no es el momento de pensar en uno mismo, asegura que "lógicamente quiero seguir entrenando, no sé si en Lleida. De momento no tengo contrato, no sé qué decisión tomará el club, si podré continuar o el club quiere".