Genuinamente capacitados

J. Benito Iglesias (Ical)
-

La plantilla del 'Real ValladoliDI', que integran 20 personas con discapacidad intelectual, apuesta por el deporte inclusivo y sin barreras en la competición promovida por la Liga de Fútbol Profesional

Genuinamente capacitados

“Lo más importante es conocer a mucha gente en todos los lugares a los que viajamos. Se trata de un sentimiento muy grande que no se puede contar con palabras y hay que vivirlo. Valoras todo... deportividad, compañerismo y el juego limpio, saludando siempre al rival sea cual sea el resultado”. Quien así se expresa, de verbo fácil y una erudición futbolística que abruma, es David Delgado, uno de los veteranos de la plantilla de 20 jugadores del ‘Real ValladoliDI’ que participa en la segunda edición de ‘LaLiga Genuine Santander 18-19’ de fútbol para personas con discapacidad intelectual.

Emulando a sus ídolos blanquivioletas de la liga de Primera División, una representación de cuatro jugadores -David Delgado, Elvira Martínez, Juan Carlos Bombín ‘Serpiente’ y Jhonatan Cesteros- sale del vestuario y pisa el cuidado césped del estadio José Zorrilla abierto para la ocasión. Ya con experiencia ante los objetivos, las ‘estrellas genuinamente capacitadas’ protagonizan una sesión fotográfica plagada de risas bajo la mirada cómplice del cuerpo técnico y el delegado del equipo, antes de acudir a la sala de prensa.

Son la once de la mañana de un soleado día primaveral que ilumina sus caras, las de un equipo de fútbol que se codea con otros también grandes como el suyo, los que apuestan por el deporte inclusivo, sin barreras y que levantan al público de sus asientos con una mezcla de esfuerzo, emotividad e integración social plena. “Somos el equipo de los ‘DI’ de Valladolid y así nos conocen”, resume Paco Muñoz, integrante de Fundación Personas que hace las veces de delegado y el encargado de abrir una especie de ‘rondo’ con sillas y grabadora de por medio.

Genuinamente capacitadosGenuinamente capacitados

“El Real Valladolid, que quería sumarse a este proyecto de la Fundación de la Liga de Fútbol Profesional, contactó con nuestro servicio de deportes. Nos pareció fantástico e hicimos una selección de jugadores que procedían de otras disciplinas deportivas distintas”, concreta. No se buscaban ‘craks’ ni mucho menos para confeccionar la plantilla. “De jugar a nada, hasta hemos ganado ya algún partido”, ironiza. “Es realmente bonito comprobar la ilusión con la que el grupo vive esta experiencia”, enfatiza, consciente de que este proyecto deportivo y social no entiende de resultados y sí de mucha diversión y fraternidad deportiva.

Pablo Díaz, monitor de Fundación Personas y segundo entrenador, se añade a la animada charla para explicar que el trabajo no puede ser más agradecido para todos los integrantes del proyecto. “Hubo que hacer una selección previa, pero el equipo es un ente vivo y aún recibimos gente que se une y participa para conocer lo realizado y seguir creciendo de cara al año que viene, donde pasaremos de 20 a 25 jugadores”, apunta.

Sentir los colores

Genuinamente capacitadosGenuinamente capacitados

Díaz pone cara de satisfacción al señalar que a los integrantes de la plantilla se “les iluminan los ojos” por representar a su ciudad en los terrenos que juego que van visitando. Y mucho más cuando en la reciente presentación oficial ante su afición frente al Athletic de Bilbao había unos 400 personas en los anexos de Zorrilla. “Les encanta llevar los colores blanquivioletas, varios son socios y los que no tienen en el Real Valladolid su primera opción futbolística”, se congratula.

El sistema de juego corre a cargo de Daniel Rabadán, entrenador profesional y preparador físico del Juvenil B del Real Valladolid, labor que compagina con la dirección del equipo de jugadores con discapacidad intelectual. “Me dijeron que iba a ser una experiencia muy gratificante y no lo dudé.

Cuando termino de preparar a los juveniles me incorporo al entrenamiento de los jueves con el ‘Real ValladoliDI’ y se trata de un desempeño que personalmente me viene muy bien”, opina.

Genuinamente capacitadosGenuinamente capacitados

El primer entrenador del equipo resalta que el trabajo le sirve para “limpiar muchas cosas” de la realidad de otro fútbol distinto. “Cuento con una plantilla que da todo y no te exige nada y el grupo que la forma va siempre de frente, en conjunto ofrece mucho cariño y no existe ningún tipo de maldad. Lo importante es que todos hagan deporte, se diviertan y disfrutemos, por lo que ni siquiera miro la clasificación para ver cómo vamos”, valora.

David Delgado, de 43 años y medio centro de la plantilla, se siente ‘pucelano’ hasta la médula en el campo y en la grada y es socio del Real Valladolid desde hace cuatro años. “Me hablaron de que se buscaban jugadores y para mi representar al equipo de mi ciudad, y más siendo abonado, era una oportunidad única y un orgullo. Tengo pendiente a la gente con la que coincido en tribuna, me preguntan cómo me va a mi y al equipo y cuándo competimos. Vivo un sueño”, dice sonriendo, y recuerda sus lejanos inicios en el fútbol sala y los actuales como amante y practicante del ciclismo.

Presencia femenina

Elvira Martínez, de 22 años, juega en la banda izquierda de delantera y es una de las dos únicas chicas del Real ValladoliDI que se sumó al carro sin pensárselo mucho. “Vengo del baloncesto, quería hacer algo distinto y salió la posibilidad de practicar fútbol. Ya me encantaba cuando jugaba de pequeña en mi pueblo, Tordehumos, y lo mejor es conocer gente, sitios nuevos y viajar”, indica.

Juan Carlos Bombín, de 33 años -delantero centro apodado ‘el serpiente’- tiene el honor de ser el ‘pichichi’ y haber conseguido un hito histórico al inaugurar el marcador de los anexos de Zorrila en la presentación oficial frente al Athletic de Bilbao. “Yo entreno a mi ritmo”, dice ante la carcajada general de sus compañeros, pero eso no es óbice para que convierta en gol buena parte de los balones que le llegan sacando ventaja a su imponente físico. “Con el Sporting de Gijón en el primer partido aproveché y marqué seis goles, en el segundo partido dos y en el tercero cuatro”, señala como quien ya ha perdido la cuenta, al tiempo que se considera buen cabeceador y ambidiestro.

Jonathan Cesteros, de 42 años, completa la conversación y se define como un jugador todo terreno ya que, según cuenta, “sube y baja” pero sin llegar a ocupar un puesto definido. “Aquí todos somos una piña y se forma un grupo majo que es lo que cuenta”, matiza, y de cara al futuro cree que lo de seguir en la plantilla “depende del cuerpo técnico”, a la vez que en tono socarrón apunta: “Ojalá pueda destacar y meter goles e irme a Madrid a vivir si se fijan en mi”. De fondo alguien le aconseja que, de momento, “mejor ir partido a partido como el Cholo Simeone”.

Siete meses entrenando

Los cuatro jugadores iniciaron los entrenamientos en septiembre del pasado año y comenzaron a competir junto al resto de compañeros a mediados de noviembre en Tarragona. Allí se hizo una selección previa en dos grupos, denominados ‘Deportividad’ y ‘Compañerismo’, con 30 equipos que representan a la élite de los clubes de Primera y Segunda División. Los ‘pucelanos’ militan en el ‘Grupo Compañerismo’, integrado por 14 equipos, junto a la SD Huesca; CF Reus; Sevilla FC; UD Almería; UD Las Palmas; Real Zaragoza; Málaga CF; Deportivo Alavés; RC Deportivo de La Coruña; Athletic Club; Sporting de Gijón; Levante UD; y SD Eibar.

La plantilla de 20 miembros con discapacidad intelectual la forman Alberto Llorente; Alberto Burgoa; Benjamín Gutiérrez; Daniel Rodríguez; David Delgado; Elvira Martínez; Fernando Lorenzo; Gabriel Ortega; Jairo Prieto; Javier López; Jesús Francisco Valverde; Jesús María Zurro; Jonathan Cesteros; Jonathan Rodríguez; Jorge Sánchez; Juan Carlos Bombín; Patricia Alonso; Roberto Lizarralde; Rubén de la Rosa; y Sergio García.

En la primera jornada en febrero se jugaron tres partidos en La Coruña; a finales de abril se disputará la segunda jornada en Los Ángeles de San Rafael (Segovia); y la competición se cerrará con la tercera y definitiva jornada a mediados de junio en Valencia. La competición se juega en la modalidad de fútbol 8 -siete jugadores más el portero- y cada club puede convocar a un máximo de 16 en las tres fases previstas.

Todos los partidos constan de cuatro partes de diez minutos cada una. Puntúan las partes ganadas y no los goles marcados ni la diferencia de goles. Cada parte ganada vale un punto y cero puntos las empatadas y perdidas. Los partidos ganados valen tres puntos, los empatados dos, los perdidos un punto y el juego limpio también suma puntos. La competición es de categoría única o mixta y pueden participar los jugadores-as nacidos antes del 1 de octubre de 2001 que certifican una discapacidad intelectual a partir del 33 por ciento.