Otra vez en el descuento. Otra vez el Real Valladolid se llevó un bofetón cuando ya se veía con los tres puntos en su casillero. Un partido que pudo estar cerrado a cuarto de hora del final y que llegó vivo a la última jugada del encuentro. Penalti tonto, gol de Jorge Molina y empate a dos.
Un resultado decepcionante de un Pucela que supo remontar un partido que se le puso cuesta arriba muy pronto con un gol de tiro lejano de Arambarri ante el que nada pudo hacer Yoel, la gran novedad de Sergio en la matinal del domingo, dejando a Masip en el banquillo, que acumulaba demasiados partidos de inseguridad bajo palos. La otra cara nueva del once fue Ünal, que formó dupla atacante con Guardiola para armar un equipo que dejó buenas sensaciones y que compitió en todo momento, incluso tras el palo del 0-1.
Los dos delanteros fueron los encargados de marcar, en el primer y el segundo tiempo (el turco, de penalti), para dar la vuelta a un tanteo que bien pudo convertirse en un clarísimo 3-1 cuando, a cuarto de hora del final, Waldo anotó en fuera de juego, en una contra clarísima, en la que Nacho se plantó solo ante Soria y le regaló el gol al '7', que se metió en un infantil fuera de juego. Hubiese sido la sentencia a un Getafe que llevaba ya diez minutos con uno menos, por expulsión de Olivera.
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Waldo, pese a todo, dejó buenas sensaciones, encaró con valentía y llevó el peligro que necesitaba el Real Valladolid, en la mejor versión del equipo de las últimas semanas. Hasta ese último minuto, ese penalti tonto y el gol de Jorge Molina.