La Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) urge que se suspenda el pago de todos los impuestos y tasas, especialmente el IRPF, IVA y de cotizaciones a la seguridad social de todas las pymes y autónomos, en línea con lo que se hace en otros países europeos como Dinamarca, Italia, Francia o Portugal.

En un comunicado, explica que el sector de la distribución de bebidas, dada su vinculación a la hostelería, vive unos momentos dramáticos en los que sus ventas han caído a unas cifras que varían entre el 95 y el 100 por cien, por lo que pide que se aplique “la máxima de a cero ingresos, cero impuestos”. 

Por otro lado, explica que para muchas empresas no es posible disponer de la información contable y fiscal para poder cumplir con los deberes tributarios, ya que un 80 por ciento de las pymes realizan sus declaraciones a través de profesionales externos que están emplazados en locales diferentes a la empresa, y en un 50 por ciento el tratamiento de facturas se realiza en papel, sin olvidar que el pago en ventanilla física de entidades financieras es aún muy frecuente.

Así, argumenta que, debido a esto, no cabe solicitar aplazamientos, puesto que su tramitación sería en si mismo un nuevo obstáculo para muchas empresas que están ya al borde del cierre.

También, considera que, una vez se restablezca la normalidad, esta suspensión fiscal deberá venir acompañada de una reducción de impuestos similar a las pérdidas de actividad que van a sufrir las empresas durante el año 2020. 

Para seguir salvaguardando el empleo y lograr, en la medida de lo posible, que la caída de la actividad no se traduzca en mayores niveles de desempleo, insiste en flexibilizar los procesos de regulación temporal de empleo (ERTEs) y, teniendo en cuenta que la recuperación no será inmediata, también que estas condiciones que se solicitan se mantengan temporalmente después de finalizar el estado de alarma.