Los extranjeros recuperan el empleo perdido en la crisis

Óscar Fraile
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El paro ha bajado un 4,5% en este grupo de población respecto a antes de la pandemia, mientras que los afiliados a la Seguridad Social han aumentado un 5,6%, aunque las asociaciones que trabajan con ellos denuncian más precariedad

El paro se reduce entre la población extranjera. - Foto: J. Tajes

El colectivo de extranjeros se ha subido al tren de la recuperación al ritmo que lo ha hecho el resto de la población, aunque con ligeras variaciones. Entre los trabajadores foráneos también hay menos paro que antes de la pandemia, pero el descenso ha sido un poco inferior al general. Así, la cifra de desempleados extranjeros se sitúa actualmente en 2.564, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, un 4,5 por ciento menos que en febrero de 2020, antes de que empezara la crisis sanitaria. En ese periodo el paro ha caído en Valladolid un 6,6 por ciento para quedarse en 28.162 desempleados.

Una situación muy similar a la que se ha producido con la contratación. Entre enero y noviembre de este año se han registrado en la provincia 28.462 contratos a foráneos, un 14,4 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Si bien es cierto que este ritmo de recuperación vuelve a estar por debajo que el del resto de la población, ya que en ese periodo el incremento general fue del 21,2 por ciento para llegar a 193.069 contratos en la provincia.

No obstante, el indicador que mejor refleja la recuperación que está experimentado este colectivo es el de afiliados a la Seguridad Social. Ya son 13.273, un 5,6 por ciento más que antes de la pandemia. Un dato importante si se tiene en cuenta que en ese mismo periodo el aumento de afiliados en la provincia solo ha sido del 0,83 por ciento.

Las cifras ponen de manifiesto que las personas llegadas de otros países también están notando la recuperación.A ello ha ayudado la labor de algunos colectivos que trabajan para asesorar a este colectivo. Un buen ejemplo es la asociación Procomar, desde donde reconocen que en la primera fase de la pandemia los despidos se generalizaron hasta el punto de que el empleo pasó a convertirse en la prioridad número uno, por delante de otras áreas en las que trabajan, como la formación, que pasó a un segundo plano. Desde el área de Empleo de Procomar recuerdan las dificultades de los primeros meses de pandemia: «El medio de transporte para llegar a los trabajos ha sido complicado, las personas no contaban con vehículo propio y las que lo tenían no podían compartirlo  en época de pandemia», señalan. Un problema que se sumaba al de las limitaciones en el transporte público.

Más precariedad. La asociación recalca que, pese a las cifras de recuperación, no es oro todo lo que reluce. «El empleo se ha normalizado en cuanto que se han logrado muchas inserciones, pero la calidad en cuanto a derechos y temporalidad ha empeorado considerablemente, porque se aceptan en mayor medida jornadas parciales en contratos laborales, cuando la realidad son jornadas completas», señalan las mismas fuentes.  

En lo que se refiere a los sectores, los más afectados por la pandemia son los de hostelería y servicio del hogar, que, precisamente son dos de los que más trabajadores extranjeros tienen. Desde Procomar sostienen que la pandemia sirvió para que muchas personas sin titulación fueran contratadas en residencias de mayores, aunque desde la asociación denuncian que ahora esa experiencia no se ve reconocida.