Las autovías, la deuda histórica con Valladolid

M.Rodríguez
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Entre las tres infraestructuras pendientes (A-11, A-60 y tercer carril A-62) suman unos 220 kilómetros, de los que en tres décadas solo se han puesto en funcionamiento los 16 que unen la capital con Villanubla. Solo hay un tramo de la A-11 en obras

Inicio de las obras del tramo de la A-11 entre Olivares y Tudela de Duero el pasado mes de diciembre - Foto: Ical

La ubicación geográfica de Valladolid convierte a la provincia en un nudo de comunicaciones terrestres, pero las carencias en infraestructuras viarias se han convertido ya en un déficit histórico. Esta etiqueta negativa todavía no se ha podido borrar en los proyectos de los tramos vallisoletanos de la Autovía del Duero (A-11) y en los de la que debería comunicar Valladolid con León (A-60). A la lista se sumó hace casi 15 años la pretensión de construir un tercer carril en la Autovía de Castilla (A-62) entre Tordesillas y Venta de Baños para aumentar su capacidad. Entre las tres infraestructuras suman unos 220 kilómetros de autovías, repartidos en tramos de entre de 11 y 45, pero su ejecución se han convertido en todo un desafío político.
En estas casi tres décadas, los cambios en el Gobierno central y las consiguientes modificaciones de los proyectos, además de las crisis y los recortes presupuestarios, han motivado que solo se hayan puesto en funcionamiento los poco más 16 kilómetros que unen Valladolid con el aeropuerto de Villanubla. El resto  corre una suerte diversa, pero solo se está trabajando en una parte del trazado vallisoletano de la A-11, donde hubo que esperar hasta diciembre del año pasado para ver las máquinas en el tramo entre Tudela de Duero y Olivares. Aunque los trabajos ahora mismo se limitan a labores de desbroce, como confirman fuentes del Gobierno. 


Autovía del Duero.  

Precisamente la puesta en funcionamiento de los tramos vallisoletanos de la Autovía del Duero, antigua N-122, es una reivindicación histórica de los pueblos de la ribera del Duero. Una reclamación social, pero también política de las instituciones provinciales y regionales, que han llegado a calificar esta infraestructura de ser un eje «vertebrador y dinamizador» de Castilla y León. El proyecto para poner en marcha las obras en los tramos ya ha pasado por la mesas de varios ministros ‘populares’ y socialistas, sin recibir el impulso, que está por ver si es el definitivo, en 2019.
Las primeras máquinas comenzaron a trabajar en el tramo entre Tudela y Olivares en diciembre del año pasado, pero los trabajos se han «ralentizado» y ahora mismo se centran en labores de desbroce. El presupuesto previsto para estos 20,2 kilómetros es de 79,1 millones de euros y el plazo de ejecución de tres años. «Aunque se hayan ralentizado los trabajos por la covid-19, estoy seguro que este tramo se terminará en plazo», asegura el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez.
El segundo tramo de esta autovía, que discurrirá entre Olivares y Quintanilla de Arriba, ya tiene adjudicado por 97,99 millones de euros el contrato de las obras en un tramo de 14,5 kilómetros. Eta parte es contigua a la que discurre entre Tudela de Duero y Olivares de Duero, cuyas obras comenzaron en 2019, y supondrá "una alternativa más rápida y segura" a la carretera N-122, de calzada única y con un carril por sentido. Desde el Gobierno señalan que el trazado se ha diseñado evitando la afección a las bodegas ubicadas al Norte de Valbuena de Duero, a los viñedos existentes en la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla. El trazado discurre por los términos municipales de Olivares de Duero, Valbuena de Duero y Quintanilla de Arriba y en mismo se ejecutarán tres enlaces, el primero en el cruce de la autovía con la VA-104 en Olivares de Duero, el segundo en el cruce con la VP-3001, se sitúa al noroeste de la localidad de Valbuena de Duero y el tercero próximo a Quintanilla de Arriba, sobre el actual enlace de la N-122.

Asimismo, se incluirá un ecoducto o puente verde de 190 metros de longitud y 80 metros de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje, un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011, y un viaducto de 500 metros en el cruce con el río Duero, entre otros elementos.
Por su parte, el tercer tramo, que unirá Quintanilla de Arriba y Castrillo de Vega, ya tiene la declaración ambiental y está pendiente de convocar un nuevo trámite de información pública par la expropiación forzosa. Este tramo es el que tiene un horizonte de ejecución más lejano, según las fuentes consultadas por El Día de Valladolid


A-60.

Retrasos y cambios acumula también el proyecto para unir por autovía Valladolid y León. Desde que se inauguraran en 2013, aunque la previsión inicial era 2010, los 16,7 kilómetros del primer tramo entre la capital vallisoletana y Villanubla no se ha avanzado mucho en los otros cuatro tramos que discurrirán por la provincia. 
Siete años después, solo se ha iniciado la redacción del proyecto del tramo entre Villanubla y La Mudarra, mientras que el que unirá este municipio y Medina de Rioseco está pendiente del inicio de la redacción del suyo. Más retrasada aún está la tramitación administrativa del tramo entre Rioseco y Ceinos, que está pendiente de licitar la redacción de su proyecto, mientras que para el trayecto entre Ceinos y Mayorga solo hay la orden de estudio para la redacción del proyecto.

 

Tercer carril.

La ampliación de un carril en los dos sentidos de la Autovía de Castilla (A-62) entre Tordesillas y Dueñas también se ha visto lastrada por cambios de proyectos y recortes presupuestarios. Los agentes económicos y las administraciones provinciales sumaron sus voces para reclamar al Gobierno central la mejora de la capacidad de una vía que vertebra la actividad económica regional. Este proyecto se engloba en la planificación del Ministerio de Fomento para mejorar la capacidad y funcionalidad de esta carretera, perteneciente a la Red Transeuropea de Carreteras. La tramitación de los tres tramos en los que se ha dividido el proyecto ha avanzado en los últimos meses. En el caso del que unirá Tordesillas con Simancas ya ha finalizado el proceso de información público y Fomento está pendiente del informe sobre las alegaciones. Una situación similar tiene el tramo que unirá Simancas y Cigales, que ya tiene el proyecto de trazado aprobado provisionalmente. Por último, el expediente del proyecto entre Cigales y Dueñas estará en exposición pública hasta finales de agosto.