La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Apeh) y los sindicatos irán a juicio el próximo 17 de noviembre, en el Juzgado de lo Social número uno, para intentar desbloquear las negociaciones del convenio colectivo, estancadas desde hace años por la falta de acuerdo entre las partes. La consecuencia de esta falta de entendimiento es que los más de 10.000 trabajadores de hostelería de la provincia llevan con el sueldo congelado desde 2017. De hecho, han cobrado lo que les corresponde de los expedientes de regulación temporal de empleo con la base reguladora de ese año, con las pérdidas económicas que eso supone.

Lo que realmente tendrá que dirimir el juez es si la Apeh y la asociación Hoteles de Valladolid, que sí llegó por separado a un acuerdo con los sindicatos que no refrendó la Apeh, tienen el nivel de representatividad mínimo como para sentarse en la mesa de negociación. Un extremo que intentó averiguar la Oficina Territorial de Trabajo, aunque ninguna de las patronales pudieron acreditarlo. El Estatuto de los Trabajadores dicta que una asociación sectorial debe representar al menos al diez por ciento de las empresas de su ámbito de actuación o al 15 por ciento de los trabajadores para poder actuar como interlocutor en la negociación de un convenio.

Los sindicatos esperan que los cambios que se podrían producir en el seno de la Apeh, ya que hay varios candidatos que se han postulado a suceder a la actual presidenta, María José Hernández, contribuyan a desbloquear las negociaciones, ya que la comunicación con la actual presidenta ha sido «muy complicada», señalan fuentes sindicales. «Nosotros siempre hemos buscado el diálogo con la parte empresarial, y si ahora entra una junta directiva que quiere hacerlo, por supuesto que lo vamos a hacer, por el bien de los trabajadores», señala Mónica de la Cámara, responsable de UGT en el sector hostelero. Según ella, si finalmente ninguna de las dos patronales puede demostrar que tiene el nivel mínimo de representatividad que exige el Estatuto de Trabajadores, «podría ser» que se empezase a aplicar en Valladolid un convenio de hostelería de una provincia cercana «de similares características», ya que en el resto de provincias de la Comunidad no se ha producido el nivel de conflictividad de Valladolid y sí que se llegó pronto a un acuerdo.

el origen del desacuerdo. El principal punto de desacuerdo de este convenio es la pretensión de los sindicatos de eliminar las diferencias salariales entre empleados en función de la categoría del establecimiento en el que trabajen. La patronal defiende que se mantengan porque la formación, la responsabilidad y el nivel de exigencia no es igual, por ejemplo, en un hotel de cinco estrellas que en otro negocio de «menor categoría». Pero los sindicatos creen que estas diferencias son «anacrónicas» y apuestan por igualar los salarios más bajos a los más altos.