Las empresas auxiliares de la automoción siguen pagando el efecto dominó que está generando la crisis de los semiconductores en los grandes fabricantes. La última en hacerlo es Adient, la fábrica situada en Mojados que se dedica a fabricar los asientos del Captur en Renault. La intención de la compañía gala de prolongar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 30 de junio del año que viene ha hecho que esta compañía haya planteado este jueves a los trabajadores un Expediente de Regulación Extintivo (ERE) por causas productivas y económicas para despedir a 85 personas.
En realidad, lo que pretende Adient es suprimir el medio turno de noche y quedarse solo con los de mañana y tarde. Una medida que, de llevarse a efecto tal y como la plantea, afectaría a una quinta parte de una plantilla formada por unos 420 empleados, todos indefinidos.
Pero eso todavía está por definir, puesto que este anuncio da inicio a un periodo de consultas que durará un mes y en el que los representantes de los trabajadores tendrán que negociar con la Dirección a partir del lunes una solución. UGT tiene mayoría en el comité, con siete delegados, por los seis de CCOO y tres de CGT. Precisamente esta última formación ya avanza que se opondrá a los despidos porque entiende que el medio turno de noche de Renault no ha desaparecido, solo está en ERTE, y eso es lo que pide que aplique Adient en Mojados.
A expensas de lo que pueda dar de sí la negociación, los despidos afectarán a los empleados con menos antigüedad, tal y como refleja la lista de preferentes vinculada a las extinciones de contrato. La compañía pretende arrancar con la nueva organización el 20 de diciembre, justo después de que acabe el periodo de consultas, según aseguran fuentes sindicales.
No es la primera vez que Adient plantea un despido colectivo en la planta de Mojados. En 2018 hizo lo propio para unas 65 personas, pero la medida al final no se llegó a aplicar toda vez que Renault mantuvo su medio turno de noche. El hecho de que esta empresa solo produzca para la multinacional gala hace que su nivel de dependencia sea máximo.
En los últimos años la planta de Mojados también ha tenido que sufrir la aplicación de dos ERTE. La multinacional norteamericana planteó uno poco después de la declaración del estado de alarma, en marzo del año pasado. Además de Valladolid, esa medida también afectó a las plantas de Abrera, en Barcelona, donde se fabrican los asientos del Seat León y del Audi A1; y a la de Pedrola, en Zaragoza, donde se trabaja para la fábrica de Opel de Figueruelas.
Durante los últimos meses las empresas auxiliares han tenido que hacer encaje de bolillos para capear la crisis que sufren los grandes fabricantes. En el mejor de los casos, con bajadas de producción que no afectan al empleo; en el peor, con despidos, aunque lo más habitual ha sido la aplicación de ERTE. Algunas de las empresas afectadas, con sede en Valladolid, han sido Grupo Antolín, situada en el polígono de San Cristóbal; Samvardhana Motherson Reydel, en Rioseco; Treves, en Aldeamayor; Faurecia, en Olmedo, y Grupo Sesé, en el camino de Laguna a La Cistérniga.