El Barça ha ganado este viernes al Estrella Roja (76-65) en el Palau Blaugrana, en la jornada 10 de la Euroliga, en un duelo con dos partes diferencias y en el que tuvo que sufrir y currarse el triunfo, el séptimo consecutivo, para celebrar su duelo número 500 en la Euroliga.

Brilló el Barça en la primera parte, sobre todo en el primer cuarto. Mantuvo el tipo en el tercer parcial. Pero, ante el empuje visitante, tuvo que saber sufrir para, finalmente, poder olvidar lo malo --aunque deban aprender de ello- y quedarse con la victoria, la séptima seguida, que les mantiene líderes de la competición.

El mal momento también le llegó, puntual, al Barça. En el tercer cuarto, con +21 para los blaugranas tras ir a la línea Nikola Mirotic, el Estrella Roja encadenó tres triples consecutivos para ponerse a 12 y obligó a Jasikevicius a detener el choque. Bronca, reajustes y volver a lo previo con parcial de 5-0 para empezar.

El Barça lucha el festejo de su partido 500 de Euroliga - Foto: Enric Fontcuberta

No suele irse del partido el equipo de Belgrado, e insistió en volver a acercarse a esa barrera psicológica de los 10 puntos, hasta derribarla. Del +22 de inicios del tercer cuarto, a solo +7 a falta 2:34 para el final. Intento de remontada de sacarse el sombrero, aunque con un desgaste físico que, junto al tiempo, impidió que fuera completa.

Tuvo que arremangarse el Barça, que sufrió en cuanto Estrella Roja vio grande el aro desde el perímetro, y también en la pintura, con Terry o Davidovac. Esfuerzo visitante, pero el Barça tiró de recursos para anular a los de Sasa Obradovic. Sufriendo, eso sí, como no había sufrido en los 30 minutos previos. Destacaron Nikola Mirotic, con 23 puntos, y Pierre Oriola, con 12 puntos y 5 rebotes.

El Barça lucha el festejo de su partido 500 de Euroliga - Foto: Enric Fontcuberta

Fiesta de 500 velas   

Los blaugranas, pese a esos bajones temporales, pusieron la séptima marcha, existente aunque poco habitual. Como inusual es enlazar siete victorias en la competición continental más dura. Pero este Barça coral bien dirigido en la banda por el exigente 'Saras' no se conforma con nada. Llegará la derrota, pero no será por bajar los brazos.

De momento hay fiesta en el Palau Blaugrana, invicto esta temporada y que, esta noche, vio celebrar a su equipo de la mejor manera posible el alcanzar la histórica cifra de 500 partidos disputados en la Euroliga. Sólo el CSKA Moscú les va por delante. Victoria, 500 velas y fiesta hasta afrontar el siguiente reto, ante ASVEL Villeurbanne.