El Hospital Clínico bate su récord de trasplantes de riñón

A. G. Mozo
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Valladolid cierra 2019 con una ligera caída «coyuntural» de los trasplantes de corazón e hígado y con un nuevo aumento de los renales. Los dos hospitales consiguen el segundo mejor dato de la historia

El Hospital Clínico bate su récord de trasplantes de riñón

Los 128 trasplantes llevados a cabo en Valladolid en 2019 ponen fin a cuatro años de sucesivos récord, con ese techo de 133 alcanzado en 2018. Un leve descenso de casi el 4% que viene provocado por otro del 22% en las donaciones vallisoletanas, que han pasado de 33 a 27 en un año en el que el Clínico consiguió batir su récord de trasplantes, al llegar a 83, mientras que bajaron tanto los hepáticos que se llevan a cabo en el Río Hortega (35, por los 40 registrados el año anterior) y los de corazón (pasan de diez a trece), que también son una competencia del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV). Esos 128 son, en cualquier caso, el segundo mejor dato de la historia de los dos hospitales que a comienzos de la década no llegaban ni al centenar de casos anuales (88 en 2010, 92 en 2011, 110 en 2012...).

El coordinador de trasplantes de Castilla y León (y de Valladolid), el doctor Pablo Ucio, sostiene que «más que haber tenido este año una pequeña bajada, es que hubo una subida espectacular en 2018 y, lógicamente, las cifras van hacia la normalización». «No hay ninguna explicación, aunque sí sorprende que la caída en las donaciones se diese en el primer trimestre, pero no sabemos muy bien por qué. Es coyuntural», confiesa Ucio, quien destaca que, pese a todo, «se está de nuevo en la media nacional», que cerró 2019 en  48,9 donantes por cada millón de habitantes, por los 48,1 de Castilla y León: «Es que veníamos de un 2018 en el que se llegó a una ratio de 60, lo que nos situaba incluso muy por encima del objetivo que hay establecido para 2022, que es alcanzar los 50».

En el mismo sentido, el jefe del Servicio de Urología del Clínico, José Ramón Cortiñas, considera «normal» la caída registrada este año: «Nos movemos en unas cifras tan altas que es asumible que en un año determinado se baje, porque el sistema sigue funcionando muy bien y la gente es muy altruista». «El mejor ejemplo somos nosotros (su Servicio), que sin tener un gran año en cuanto a las donaciones dentro de nuestro hospital, hemos logrado un récord de trasplantes renales, y eso es porque nos han llegado de otros sitios», apunta el doctor Cortiñas, responsable del equipo de trasplante renal del HCUV y que ha logrado duplicar sus números a lo largo de la última década, ya que se ha pasado de los 42 casos de 2010 (60 en 2013, 63 en 2016, 80 en 2018...) a los 83 casos de trasplante renal con que cerró 2019.

HEPÁTICOS

La evolución en el caso de los trasplantes hepáticos ha sido más irregular, ya que se ha vuelto casi a las mismas cifras con que se arrancaba la década; hubo 35 trasplantes de hígado en el Río Hortega en 2019 y 38 en 2010, si bien se han registrado picos como los 52 de 2017 y los 49 de 2013.

En el caso de los trasplantes de corazón, competencia del Clínico, el crecimiento ha sido constante, con leves descensos como el que se dio este último año, dejando atrás los trece casos que marcaron récord en 2018. En 2019, el equipo cardíaco ejecutó diez trasplantes, los mismos que en 2014 y 2015, menos que en los años posteriores y más que los ocho que se dieron en 2010, los cinco de 2011 y 2012,y los cuatro de 2013.

Todo, en un año en el que la edad media de los donantes fue de 63 años, incremento derivado del hecho de que prácticamente han desaparecido los donantes post accidente, pues no hubo ninguno de tráfico y solo tres con algún tipo de trauma craneal tras siniestros domésticos o laboral. Asimismo, el porcentaje de familias que dicen no a la donación creció levemente, pasando del 11% al 12,8%, a pesar de lo cual se sigue por debajo de la media nacional, donde la cifra de negativas se va al 14%. «Castilla y León es una comunidad generosa con las donaciones», destaca el coordinador de trasplantes.

El único pero estaría en la donación en vivo, que según reconoce el propio Ucio, «es uno de los pocos problemas del país, ya que es uno de los aspectos en que estamos por debajo de la media europea» y en el que se debe «concienciar tanto a la sociedad como a los profesionales», puesto que «la donación renal en vivo es  la mejor forma de trasplante renal para este tipo de enfermos, porque tienen más supervivencia, mejor calidad, se les puede trasplantar antes de dializarles...».