Una de cada tres donaciones que se llevaron a cabo en España en 2019 fue en situación de parada cardiorrespiratoria. Es la llamada donación en asistolia, que no para de crecer (lo hizo en un 18%) en el país, pero que en Valladolid (y en Castilla y León) no ostenta el peso deseado, ya que la proporción baja hasta uno de cada siete casos. En concreto, de las 27 donaciones que se registraron en el Clínico (16) y en el Río Hortega (11), solo cuatro fueron en asistolia, que es cuando se confirma el cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias: ausencia de latido cardiaco y de respiración espontánea durante más de cinco minutos.
«La donación nacional sube este año por la donación en asistolia. Ahí es donde debemos trabajar más en Castilla y León. Es uno de los objetivos de esta Comunidad, pero es difícil de conseguir porque nuestros donantes son gente muy mayor y en donación en asistolia se establece el límite de los 70 años para la donación, lo que complica un poco todo», según explica Pablo Ucio, coordinador de Trasplantes de Castilla y León.
Ucio recuerda que «la donación en asistolia requiere tener enfermos a los que se les deje de tratar porque su situación sea irreversible, y que sean menores de 70 años», lo que, según destaca, «limita bastante las capacidades en Castilla y León», porque «puede haber un paciente con una hemorragia cerebral grave, pero si tiene 80 años, no sirve para la donación en asistolia».
De ahí el lento crecimiento que se experimenta en Castilla y León, donde la proporción baja aún más que la registrada en Valladolid, ya que solo 13 de las 115 donaciones ejecutadas durante el pasado 2019 fueron en asistolia. «Antes había mucho donante de tráfico, que era un donante joven muchas veces, pero eso está pasando a la historia, por suerte, porque son el 4,4 por ciento. Ahora ha habido que irse adaptando a esta situación y, en esa línea, está la potenciación de las donaciones en asistolia», recuerda el doctor Ucio.
LA PRIMERA EN EL CLÍNICO
En el caso del Hospital Clínico, en el mes de agosto se llevó a cabo la primera de su historia. «Eso es cuestión de ir poniéndolo en marcha, pero sí es verdad que no son muchos los casos que se pueden dar en un año en un hospital para llevar a cabo una donación en asistolia», señala el doctor José Ramón Cortiñas, jefe del Servicio de Urología del HCUV y responsable de trasplante renal. «El incremento de las medidas de seguridad de tráfico y las laborales ha hecho que disminuya ese tipo de donación, lo que hace que cada vez tengamos unos donantes más mayores y, por ello, hay que tratar de aprovechar al máximo todas las posibilidades; y ahí la donación en asistolia es una fuente que debemos explotar», razona Cortiñas.
«Aunque no siempre lo que se extrae en un hospital se queda en el mismo, porque la preferencia la establece la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), pero en este primer caso en asistolia, un riñón sí se quedó en el Hospital Clínico», según detalla el jefe de Urología del HCUV.
EQUIPO MÓVIL RÍO HORTEGA
«En el Río Hortega llevan más tiempo haciendo donación en asistolia y el último año se hicieron tres», tal como detalla el doctor Ucio, quien recuerda que «en el Río Hortega se constituyó un equipo móvil para poder ir a otros hospitales, porque se requiere una tecnología cara y con elevada especialización para manejarla.