El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, sugirió hoy a los touroperadores recomendar la Semana Santa de la ciudad, una experiencia "subversiva, auténtica, llena de historia, fácil de acceder y no especialmente cara". Una oferta, dijo, que se complementa con el entorno y su historia, momento en el que el regidor hizo un guiño al resto de provincias y ciudades de Castilla y León, sobre las que destacó que la capital del Pisuerga "está a una hora de Salamanca, a menos de Segovia o Palencia y muy cerca de Ávila, entre otras". "Valladolid juega a ser el núcleo y corazón de una Comunidad que es el territorio con más Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Valladolid no está sola y juega con el resto de la autonomía, que tienen un valor histórico excepcional".

Puente ensalzó el papel conjunto del turismo religioso y cultural de Castilla y León durante la segunda presentación de la Semana Santa vallisoletana de este martes en Roma, en este caso en la emblemática Embajada de España ante la Santa Sede, la más antigua del mundo, que en 2022 cumplirá 400 años. Por ese motivo, la delegación de Valladolid, también con el arzobispo de la Diócesis, Ricardo Blázquez, fue recibida por la titular del histórico palacio, Carmen de la Peña.

El primer edil destacó que se trata de una ciudad "muy interesante para visitar durante todo el año, pero especialmente durante la Semana Santa, momento en el que se vive la esencia de la ciudad hacia adentro y fuera y que expresa mejor que ninguno el carácter de su gente".

Recordó a los profesionales italianos del sector turístico que una treintena de procesiones recorre la ciudad en esos días, con la peculiaridad de convertirse en un "museo al aire libre, compuesto por las imágenes más importantes de la imaginería castellana". Otra cualidad, citó Puente, es el silencio, "en un mundo de ruido, en el que todos vamos muy rápido, en el que las redes sociales se imponen; durante una semana en las calles de Valladolid se vive un silencio que se puede masticar, en una ciudad auténtica, con religión y fe que la hace muy especial y distinta a la de otros puntos de España".

Por su parte, Carmen de la Peña destacó el "gran honor" de acoger este acto en la Embajada y sostuvo que el turismo "es algo imprescindible y necesario para cualquier persona", pues argumentó que se trata de una actividad que "permite conocer otras culturas". Una de sus posibilidades es el turismo religioso, un "paseo por la historia que ayuda a conocerlo, junto a la cultura, tal y como es hoy".

De la Peña echó la vista atrás para rememorar que la primera mención de turismo religioso se remonta a los antiguos griegos, que acudían a Delfos, entonces considerado "centro del universo". Posteriormente, en la Edad Media, llegó la peregrinación con la "importancia de las Cruzadas", para adquirir un "carácter organizado" en la segunda mitad del siglo XIX. En este contexto, expuso, Valladolid presentó en la Ciudad Eterna su Semana Santa, que "se vive con una intensidad extraordinaria durante nueve días, con tallas de los mejores autores, del siglo XIII al XVIII, que desfilan como describió Francisco de Cossío". "Nueve días que perpetúan una tradición secular, en los que los miles de vallisoletanos y turistas asisten a un acontecimiento que ha merecido su reconocimiento de Interés Turístico Internacional", subrayó la embajadora, quien invitó a los presentes a la celebración en 2022 de los 400 años desde que el Palacio ubicado en la Plaza España de Roma instaló entre sus muros la Embajada ante la Santa Sede.