«Lucharemos por implantar Internet en todos los pueblos»

M. Rodríguez
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El presidente de la Diputación, Conrado Íscar, considera en una entrevista que Internet «es básico para el mundo rural»

«Lucharemos por implantar Internet en todos los pueblos» - Foto: Jonathan Tajes

Conrado Íscar lleva poco más de seis meses al frente de la Diputación. Un cargo que asumió casi involuntariamente tras la renuncia de su antecesor y que decidió compatibilizar con el de alcalde de Matapozuelos, su pueblo y donde gobierna desde hace más de 12 años. Esta dualidad, la de presidente y alcalde, le consume unas 18 horas diarias, pero reitera que para él no es nada extraordinario porque confiesa que solo duerme unas cuatro horas. Algo que le ha permitido tomar el pulso a la provincia, haberse reunido ya con casi todos los alcaldes de los 225 municipios de la provincia y fijar las prioridades de este mandato, que conllevan el compromiso personal de llevar Internet a todos los rincones de Valladolid.

¿Qué tal le han resultado estos meses al frente de la Diputación? ¿Qué balance hace de esta nueva etapa?

Es bastante positivo. El 2019 fue bastante intenso, sobre todo los últimos meses. Partiendo del conocimiento de la institución, y colaborador en el programa electoral del PP, tenía muy claro que había que hacer cambios en la institución para prepararla para las nuevas necesidades que demandan los ayuntamientos, alcaldes y los vecinos. Todo eso parece fácil, pero ha sido bastante complejo. Se ha creado un nuevo área y, por primera vez, hay un servicio de contratación, donde se gestiona también todo lo que tiene que ver con la administración electrónica.

¿Ha sido más intenso de lo esperado?

Esta nueva etapa ha coincidido con el verano, las elecciones y las navidades, y todo eso dificultó un poco el trabajo. Pero la maquinaria está puesta a punto. Tenemos presupuestos, que es muy importante porque aunque tengas programas e ideas si no hay dotación económica poco se puede hacer. Ahora mismo estamos poniendo en marcha esos proyectos, además de mantener los que ya existían. Y estamos sacando planes provinciales sin ayuda de Gobierno y de la Junta. Así que espero poner nuestro granito de arena para mejorar la vida de los vecinos.

Por la calle, si alguien le llama, ¿responde antes a presidente o alcalde?

(Se ríe) Cuando me preguntan que cómo me llaman, siempre digo que Conrado porque es lo que voy a ser siempre. Esta es una etapa de mi vida, más o menos larga, porque siempre he sido partidario de que no se puede vivir de la política. Prefiero que me llamen Conrado, pero no puedo diferenciar ambos cargos, igual que antes tampoco podía diferenciar entre alcalde y diputado. Es algo que va con nosotros: alcalde y presidente se es las 24 horas.

¿Está consiguiendo compatibilizarlo sin mucho coste personal?

Ya lo hacía la anterior legislatura. El coste personal es algo que ya conocía. Es cuestión de organizarse. No voy a negar que requiere un esfuerzo muy grande. Tengo un problema o una suerte: soy una persona que duerme muy poco y puedo dedicar muchas horas al trabajo. Pero es necesaria una organización y equipos. En la Diputación tengo un gran equipo, que en este tiempo ha ido encajando porque había personas nuevas. Y lo mismo me pasa en el Ayuntamiento de Matapozuelos, donde la gestión la desarrollo con mi equipo. Pero lo cierto es que los vecinos de mi pueblo quieren ver a su alcalde y aquí quieren ver al presidente de la Diputación. 

¿Alguien le ha expresado sus recelos porque su pueblo pueda salir beneficiado por su doble función?

Eso sucedía ya en la anterior legislatura. Jesús Julio en eso era tajante, y a mí me parecía justo. Aquí privilegios hacia el municipio donde hubiera un diputado no se  ha pasado ni uno. Cierto es que en alguna reunión yo, y algún otro, le expresamos que no queríamos abusar de nuestra posición aquí, pero tampoco queríamos salir perjudicados. Hay en muchos municipios que técnicamente, por ejemplo, ahora que va a haber un campeonato de balonmano no pueden albergar ese evento. Si hay un listado de los que lo cumplen y coincide que está en la Diputación su alcalde o su concejal pues no se le puede favorecer ni discriminar. Así que seguiremos trabajando en esa misma línea y, por supuesto, igual que hicieron mis antecesores no se permitirá que se abuse del privilegio de estar aquí para beneficio de su municipio.

Destaca el trabajo de su equipo, que incluye una diputada de Ciudadanos gracias al acuerdo de Gobierno. ¿Teme que pueda afectarles la crisis del partido?

Conozco  la situación por la prensa pero no voy a entrar, ni debo valorar lo que hacen otras agrupaciones políticas. Por lo que respecta a la institución, lo veo con total normalidad. En el propio PP muchos no habíamos trabajo juntos, y en esa línea estamos avanzando, con reuniones para la planificación del semestre y del año. Y en este caso, la persona de Ciudadanos, la responsable de un área, ha estado como ha estado otro compañero del grupo Popular. La semana que viene, como solemos hacer habitualmente, habrá reuniones de Gobierno y ella participará. Es un periodo de adaptación y no creo que haya ningún problema.

Ahora Ciudadanos forma parte del Gobierno, pero en el anterior mandato lo sustentaba. ¿Cómo trabajan más cómodos?

Son situaciones diferentes. En la anterior etapa había que negociarlo todo y ahora forman parte del Gobierno. La diputada de Ciudadanos, como responsable de un área, hace unos planteamientos, que se estudian técnicamente, y si se pueden asumir económicamente son sometidos al criterio del Gobierno para ponerlos en marcha. Es una situación muy diferente, no sé si más cómoda o no, pero posiblemente es más operativa porque no conlleva negociaciones puntuales.

Asume como un reto personal que Internet llegue a todos los pueblos. Un compromiso que desde hace años se ha asumido desde el Gobierno, la Junta y las administraciones locales. ¿Esta vez será posible?

Es un reto muy, muy difícil. Cierto es que a todas las administraciones se nos llena la boca, y aunque todas hemos hecho cosas, la realidad muestra que, por ejemplo, en Wamba, que está a 20 kilómetros, no tienen cobertura. Pero hay muchos municipios, y pongo el ejemplo del mío, donde la situación ha cambiado en los últimos meses porque ha habido operadoras que sujetándose a subvenciones del Ministerio han implantado la fibra. Aquí, ya estamos trabajando para conocer esa realidad con un Plan Director que, a parte de detectar  al situación de cada municipio, nos dice técnicamente cómo hay que resolverlo. Y en esa lucha vamos a estar. Es un reto personal, pero debe haber colaboración con otras instituciones. Y no me cabe la menor duda de que en esa línea vamos a seguir. Igualmente parece que nos hemos debido enterar este año de que los pueblos se despueblan. Yo llevo 44 años en un municipio y soy bastante conocedor del mundo rural, donde Internet es vital porque no hay nada que no lo necesite hoy en día. Desde los servicios sociales hasta una empresa o  la maquinaria que se usa en la agricultura. Desde el teletrabajo hasta la teleasistencia. Es fundamental para el mundo rural y vamos a luchar, aunque sé que es un reto difícil.

¿Estima que será efectiva la Vicepresidencia de Reto Demográfico?

Ante todo prudencia. Con la despoblación, como pasa con las nuevas tecnologías, parece que todas las administraciones vamos a estar en sintonía o tenemos intención de afrontar este problema. Vamos a ver ese nuevo ministerio qué planteamientos tiene. Es algo que tiene un calado muy grande, incluso a nivel europeo. Pero volvemos a lo de siempre, la cuestión es que lo que se realice esté coordinado y que exista colaboración entre las administraciones. Ojalá me equivoque y no se hagan pequeñas acciones que al final no van a llegar a ningún sitio, aunque las personas que vivimos en el mundo rural sí que vemos voluntad de las administraciones.

Hay muchos pueblos con menos de 100 habitantes y abocados a desaparecer, según las proyecciones. Además de Internet, ¿qué medidas se plantean poner en marcha ya para fijar población?

Todas las medidas van encaminadas a eso. Los servicios sociales que prestamos ayudan a luchar contra la despoblación. Otra medida nueva, aparte de todas las  que hemos sacado en temas de alquiler, y que surge de las reuniones y del conocimiento de los municipios, es para cubrir la necesidad de vivienda de alquiler en la provincia. Veíamos que la inmensa mayoría de las subvenciones al alquiler se quedaban en el alfoz porque es donde hay esa oferta. Ahora vamos a poner en marcha la opción de que cualquiera que quiera ir a un municipio pueda tener una vivienda porque es que no la había, aunque parezca algo contradictorio. En los pueblos no hay mentalidad de alquiler, las casas están cerradas o vendidas. Y es una medida que pondremos en marcha inmediatamente. Pero todo el paquete de ayudas de la institución van dirigidas a luchar contra la despoblación.

¿Cómo valora las inversiones ‘curiosas’ que hacen o han hecho los ayuntamientos gracias a los planes provinciales?

Puedo compartir que en los años de bonanza se han hecho cosas, que han salido en los medios de comunicación por curiosas, como hacer un frontón en pueblos sin niños. Aquí se prima las inversiones que van en la línea de la prestación de servicios, pero no hay que la competencia final la tienen los ayuntamientos. Considero que la mentalidad ha cambiado. De hecho, esta semana termina el plazo de propuestas para los planes provinciales y me consta, de las numerosísimas reuniones que hemos mantenido con los alcaldes, que están muy preocupados con los temas de depuración, la atención a las personas y dotar de servicios para fijar población. Hoy en día se están haciendo las cosas bien y con bastante cabeza, aunque no quita que puede haber alguna obra que, a lo mejor, no sería las más adecuada.

El turismo también es un factor para fijar población. ¿Mantiene la apuesta de su antecesor o aplicará nuevos planteamientos?

Mi antecesor creía en ello y yo, también. Vamos a seguir reforzando, a través de las nuevas tecnologías como ya presentamos en Intur, y mejorando la apuesta por el turismo de calidad. La gente viene buscando calidad, y hay bazas como el turismo gastronómico, que acabamos de mostrar en Madrid Fusión o el enoturismo. Los datos que tenemos son buenos. La apuesta del Castillo de Fuensaldaña, un centro prácticamente nuevo, da resultados y ha recibido 22.000 visitas. Esto avala el trabajo hecho, donde agradezco la labor de los trabajadores de la casa, que han conseguido poner el turismo donde se merece y que siga creciendo.

Se ha explorado la vía de la gastronomía y el enoturismo. ¿Se plantean profundizar en la de la enseñanza del castellano?

Estamos trabajando en esa línea y, en breve, presentaremos alguna acción. Es una vía muy importante, que puede tener bastante público y un atractivo reseñable.

En el año de la celebración del centenario del nacimiento de Delibes, una figura tan ligada al medio rural castellano, ¿cuál será la aportación de la Diputación? ¿Se centrará en Urueña?

He estado en varias reuniones de la Fundación y son muchas las acciones que se van a desarrollar y en las que participaremos. Por supuesto, Urueña va a estar ahí durante todo el año haciendo un calendario. Nosotros seguiremos trabajando y haciendo homenaje al ilustre Delibes. Y en Fitur presentaremos una reedición de las rutas de Delibes. También ofrecimos la posibilidad de ubicar la Casa-Museo Delibes en un inmueble de la Diputación.

Otro problema recurrente es la soledad no deseada de los mayores. ¿Cómo lo abordarán dada la complejidad que implica esta situación en el medio rural?

Cualquier problema en este ámbito es mayor. En los presupuestos hay un programa piloto para adiestrar a perros de la perrera para que acompañen a los mayores. Otra medida, aunque en esta dependemos de la Junta, es la teleasistencia, que queremos que sea algo más que se pueda dar a un botón. Buscamos un modelo sociosanitario más completo  pero para eso hace falta conexión a Internet. Queremos que la persona que esté sola en casa hablar con un voluntario o solicitar una cita con el médico interactuando con una pantalla. Y estamos trabajando para poner otros dos programas en marcha en este tema.

El cargo de presidente de la Diputación tradicionalmente, en su partido, va vinculado a la presidencia del PP. ¿Ha decidido ya dar el paso?

Ahora mismo dedico 18 o 20 horas al día a la Diputación y mi ayuntamiento, además de desempeñar la coordinación de la Acción Electoral en el partido. Ahora estoy centrado en lo que tengo que estar centrado. Y cuando llegue el momento se decidirá lo que haya que hacer.

¿Esa dualidad le daría más peso político y beneficiaría a la institución?

En ocasiones, sí que es cierto que así ha sido. Pero hay experiencias de otros sitios donde no lo es. La política y los partidos cambian mucho.

¿Qué le pide al Gobierno y la Junta de cara a los nuevos presupuestos?

Hay una fundamental que va para las dos administraciones y es la financiación de la administración local, que vuelvan a financiar los planes locales ambas instituciones. Y el resto, aunque ya pasaron los Reyes Magos, es como una carta de deseos. Uno es que luchemos para mejorar las telecomunicaciones, pero también para mejorar la depuración, que es un tema que me preocupa mucho y que me trasladan los alcaldes. También hay que hacer un esfuerzo en el fomento de la vivienda en los municipios.

¿Y la histórica demanda de la A-11 y la A-60?

Esas son históricas. En todo lo que tiene que ver con comunicaciones sería inmensa la lista, incluido el tema ferroviario, que me preocupa bastante. Había un proyecto de un corredor ferroviario, que a mí me parecía muy interesante, que uniría Palencia, Valladolid y Medina, que ayudaría a frenar la despoblación porque daría servicio a más de una docena de municipios con una inversión asumible. Hay que fomentar el transporte público. Vamos a ver qué hace este ‘gran’ Gobierno.