La venta de viviendas vuelve a bajar tras 5 años de subidas

Óscar Fraile
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El año 2019 se cerró con 4.778 operaciones, un 5,8 por ciento menos que en 2018. Casi todos los pisos que se compran en Valladolid son de segunda mano

Vivienda en venta. - Foto: Rubén Ortega

Si hace siete años, durante la etapa más cruda de la crisis económica, el sector inmobiliario hubiera acabado un ejercicio con 4.778 viviendas vendidas, se habría considerado todo un éxito. Es la cifra registrada el año pasado, pero en esta ocasión, lejos de considerarse una buena noticia, esta cifra representa una amenaza para las agencias inmobiliarias, toda que vez que supone un descenso del 5,8 por ciento respecto a 2018 y, lo que es más importante, rompe una racha de un lustro continuo de subidas.

Aunque las empresas consultadas por El Día de Valladolid no aciertan a apuntar con certeza un motivo de este cambio de tendencia, todas coinciden en que la incertidumbre que pesa sobre la economía podría ser una de las razones. De hecho, las grandes inversiones, como las de las viviendas y los coches, son las primeras que se resienten en las circunstancias actuales. Y la de Valladolid no es una situación excepcional, ya que en España se ha registrado el mismo fenómeno: bajada de ventas, aunque del 3,3 por ciento, después de cinco años de subidas, según los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, Castilla y León es una excepción, ya que el año pasado registró 20.615 operaciones de compraventa de viviendas, una cifra ligeramente superior a la de 2018 en lo que es el quinto año consecutivo de incremento. Y lo hizo, básicamente, gracias al comportamiento del mercado en Ávila y León, las dos provincias con los repuntes más pronunciados, aunque también subieron las ventas en Palencia, Salamanca y Segovia. 

Nuria Díez, gerente de la inmobiliaria Dicampo, reconoce que ahora «lo que más se mueve es la segunda mano», a diferencia de lo que pasaba hace 15 años, cuando había más oferta de pisos nuevos a «buen precio» que «tenían de todo». Lo cierto es que los datos dan la razón a la gerente de Dicampo. Según las cifras del INE, el 85 por ciento de las 4.778 viviendas que se vendieron el año pasado era usadas, un porcentaje que está por encima del nacional: 81,4 por ciento.

Aunque la construcción de viviendas se ha reactivado después de estar casi completamente parada durante seis años, entre 2008 y 2013, el nivel de actividad todavía está muy lejos de los años previos a la crisis. De hecho, las empresas de la construcción han tenido que refugiarse en las reformas para salvar sus cuentas. Díez reconoce que el sector inmobiliario atraviesa un «periodo raro», sin una tendencia clara. Y si esta existe, «es de freno» de la actividad. «Esperamos que no sea como la otra vez», dice.

Carlos Vázquez, de Punto Inmobiliario, reconoce que «desde octubre se ha notado bastante bajón», con una caída de ventas cercana al 20 por ciento. «En principio pensamos que era la incertidumbre por la falta de Gobierno, pero la verdad es que ahora sigue igual», señala. Uno de los principales nichos de mercado, según él, es el de la vivienda «económica», entre 100.000 y 120.000 euros que la gente compra como inversión, para alquilarlas. Y eso, pese a la incertidumbre que puede suponer la intención del Gobierno de limitar el precio de los alquileres, aunque falta por comprobar si eso afectará a todas las ciudades o solo las que sufren los efectos del fenómeno conocido como gentrificación.

Por otro lado, el año pasado se vendieron en Valladolid 713 viviendas con algún tipo de protección pública, el 15 por ciento del total, un porcentaje sensiblemente superior al 9,5 por ciento de España y el 11,6 por ciento de Castilla yLeón.

Javier González, de Sotocasa, asegura que su empresa llevaba «años muy buenos, con muchas ventas», pero reconoce que ahora pesa la incertidumbre. «Es lo que más daño hace al mercado, sobre todo respecto al tema de la concesión de las hipotecas», explica.