La ejecución de las inversiones del  Ayuntamiento de Valladolid mejora después de que en los últimos cuatro años la media rondara el 50% de las previsiones e incluso, en 2018, se quedara por debajo, y cayera al 41%. A falta de los datos definitivos de la Intervención municipal, el presupuesto de 2019 se cerrará con un 61% de ejecución. Esto implica que de los 70,2 millones de euros previstos para obras y dotaciones se han gastado 43,3, aunque  a finales de diciembre se habían ingresado 33,1 millones. Inicialmente la cantidad prevista para inversiones reales era de 34,7 millones, que se incrementó después a 35,4 para llegar a los 70,2 al añadir el capítulo de inversiones financieramente sostenibles.

El porcentaje de ejecución baja si al capítulo 6 de inversiones se suma el 7 correspondiente a las transferencias de capital que se realizan a las fundaciones o entidades municipales para financiar sus propios proyectos de inversión. En este caso, la partida global fue de 76,4 millones de euros, ya que a los 70,2 millones de inversiones se sumaban otros 6,1 millones, de los que se han comprometido 2,2 millones de euros y pagado 1,7 millones. 

En este caso, el porcentaje de ejecución de las transferencias es menor que el de 2018, cuando  este capítulo estaba dotado con 9,3 millones, de los que se gastaron 6,5 millones de euros. Precisamente, ese año se cerró con la peor  ejecuciónde los últimos diez años, donde la media superó el 50 por ciento, aunque en años como el 2012 se llegó al 93,3 por ciento. El porcentaje más elevado de inversión del actual equipo de Gobierno se registró en su primer año de mandato, en 2015, cuando cerraron el ejercicio con un cumplimiento del 71,3 por ciento. 

El concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, explica que la mejoría en la ejecución de este ejercicio se debe a que hay más «dinamismo» en la gestión. «Se está dando un salto cualitativo», apunta. Algo que atribuye a la reorganización de las áreas, con la creación de más concejalías y redistribución de funciones, que se aprobó  tras las elecciones municipales con la confección del nuevo equipo de Gobierno. Aunque reconoce que el problema en la ejecución de la partida destinada a inversiones sigue estando en las inversiones financieramente sostenibles -las que se financian con el superávit del ejercicio anterior-, que suelen aprobarse a mitad del ejercicio y tienen un plazo «muy reducido» para su tramitación. Algo que también apunta que sucede con las inversiones procedentes de los Presupuestos Participativos -una partida de cinco millones-, que califica de compleja y donde anuncia que se dará «una vuelta» para mejorar la tramitación.

otros gastos. El nivel de ejecución por áreas, según los datos publicados en el portal de transparencia municipal, supera la media de las inversiones. Así, de los 16,3 millones consignados en la partida dedicada a conservación y ampliación del Patrimonio Municipal del Suelo hay obligaciones reconocidas por valor de 11 millones, es decir una ejecución del 67,45%. Un nivel similar presenta la partida pavimentación de vías públicas y otros servicios urbanísticos dotada con 14 millones, de los que se han comprometido 8,7 millones, lo que representa un 69,50%. Un porcentaje más alto se registra en la partida para el mantenimiento de edificios e instalaciones donde de los 2,9 millones presupuestados se han comprometido 2,1 millones.

Uno de los porcentajes más bajos de ejecución de gasto, según los datos del portal de transparencia, es el de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, que de la consignación inicial de 8,5 millones ha gasto 4,1 millones, es decir un 49% de lo presupuestado. Por contra, iniciativas como la de fomento del comercio dotada con 1,7 millones se ha ejecutado casi en su totalidad porque se han pagado 1,5 millones. 

En el área de Educación también hay altos niveles de ejecución de las partidas consignadas. Así, de los 3,2 millones que se destinaron a escuelas infantiles se han comprometido 2,9 millones. Un porcentaje muy similar se registra en la partida de gasto dedicada a bibliotecas públicas, que tenían consignados  1,8 millones, de los que se comprometieron al cierre del año 1,6 millones. En el capítulo de conservación de los centros de Educación Infantil y Primaria se comprometieron 6,9 millones de los 8,7 previstos.

En el Servicio de Limpieza, que contaba con una dotación económica de 15,8 millones para inversiones se gastaron 11,9 millones, un 75,20% de lo previsto. Un porcentaje que sube hasta el 95% en la partida destinada al tratamiento de residuos, donde de los 5,1 millones previstos se comprometieron 4,9. Estos porcentajes se mantienen en el área de Medio Ambiente, donde  de los 13,9 millones se han comprometido 11,2. Por su parte, en la partida de Protección de Medio Ambiente de los 1,9 millones consignados se gastaron 1,2 millones.

En el caso de la dotación prevista para mercados, abastos y lonjas la ejecución se queda en el 54,1% porque de los 2,1 millones iniciales se  comprometieron 1,1. 

El nivel de ejecución en áreas como la de Seguridad también sobrepasa la media. En el caso de la Policía Municipal, de los 23,4 millones consignados se han gastado 19,8. Un porcentaje similar al del servicio de Protección y Extinción de Incendios, donde de los 9 millones previstos se han comprometido 8,1.

Por su parte, la presidenta del grupo municipal del PPdestaca que el equipo de Gobierno «dejará de gastar 55,7 millones, de los que la mitad, 27 millones, son de inversiones». Asegura que muchos proyectos se han quedado en el cajón  y que muchas obras se han retrasado. «Esto es lo normal en el área de Saravia», apunta. Eso sí, apunta que  han ejecutado «algo mejor» que el año 2018, unos 5 millones más de gastos. «Las fundaciones siguen en su línea, la de cultura ha dejado sin gastar 2,2 millones y la de deportes 2,7 millones», critica

Respecto de los ingresos, la ‘popular’ llama la atención la «baja» ejecución de la venta de patrimonio público. «Ni la décima parte de lo previsto, fruto de una mala gestión porque el mercado inmobiliario sigue con empuje, prueba de ello son los ingresos por el ICIO y las licencias urbanísticas», resume. Así que concluye que no se puede presentar y aprobar un presupuesto que luego no se gasta. «Es mentir y engañar a los vallisoletanos», concluye.