El barrio de Parquesol tiene un circuito de supercross que era una de las envidias de esta modalidad a nivel nacional. Era porque la pandemia de la covid lo ha dejado en desuso, hasta el punto de que no acoge una prueba desde septiembre de 2019, cuando albergó la tercera y última cita del Campeonato de España de Supercross de ese año. El circuito es municipal pero de gestión privada, a través de un convenio de cesión con el club MC Vallisoletano.
Los vecinos del barrio y los asiduos paseantes de la avenida Real Valladolid conocen bien la instalación, situada más o menos enfrente del Auditorio Miguel Delibes. Muchos otros quizá no sabían que la capital castellana cuenta con un circuito de supercross con más de 20 años de historia, que anteriormente fue de BMX y que ya lleva albergados más de dos decenas de competiciones nacionales, entre ellas tres Campeonatos de España.
«En todo 2020 no se pudo hacer nada allí por la pandemia. Aunque está al aire libre, es un circuito con gradas y cerrado, con lo que las autoridades no nos permitían organizar competiciones. De ahí que no se haya actuado en él en todo el año», señala el presidente de la Federación de Castilla y León de Motociclismo, Javier García Carbajo, recientemente reelegido en el cargo. Él mismo gestionó la cesión del circuito hace 20 años al MC Vallisoletano, del que era su presidente, y él mismo se encargó de su adecuación, con drenajes y la adquisición de unas gradas para unas 3.000 personas.
Pero la pandemia de la covid hizo imposible la organización de pruebas en 2020 y el circuito se encuentra ahora con mucha maleza, suciedad y una clara necesidad de intervención, acrecentada con las nevadas y las últimas lluvias. «Cada vez que hay una prueba lo desbrozamos, limpiamos y cambiamos alguno de los saltos, para que no sea siempre el mismo tipo de circuito. Y hasta la próxima no podemos actuar», añade García Carbajo, que no tiene claro que este 2021 traiga esa posibilidad aunque tiene reservada la fecha del 12 de septiembre, «por si acaso».
El circuito fue en su día de BMX, pero ahora solo acoge pruebas de supercross, como confirma el concejal de Deportes, Alberto Bustos, que no medita cambiarle el uso por ahora: «De momento, no. Habrá que ir viendo las posibilidades del club cuando pase la pandemia pero, en años normales le dan un buen uso y no hay muchas instalaciones de esas características».
Las actuales imágenes del circuito han hecho que algunos vecinos del barrio se quejen de su ‘abandono’. El problema es la imposibilidad de usarlo para entrenamientos u otros deportes, por la propia complejidad de los saltos y los riesgos de lesiones para principiantes.