La pandemia ha supuesto un desastre económico para la mayoría de los sectores. No para todos, porque algunos incluso se han visto beneficiados por esta extraña situación. Es el caso, por ejemplo, de las empresas del ámbito tecnológico y las que se dedican al equipamiento del hogar. Algo similar ha sucedido con el mercado hipotecario, que parece vivir al margen de la situación general. Es más, durante los cinco primeros meses de este año se han firmado más hipotecas que en el mismo periodo de 2019, previo a la pandemia. De las 1.451 de ese periodo se ha pasado a las 1.704 de este ejercicio, es decir, un 17,4 por ciento más, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Además, son préstamos más cuantiosos. En los cinco primeros meses de 2019 la hipoteca media sobre vivienda en Valladolid era de 101.483 euros, una cifra que descendió hasta los 74.621 euros el año pasado, ya con la pandemia. Pero desde entonces la recuperación ha sido notable, y este año la hipoteca media es de 109.188 euros.

Los datos del INE demuestran que el bajón en la firma de hipotecas solo se produjo en los tres meses posteriores a la declaración del estado de alarma, cuando solo se constituyeron 218, 203 y 175, respectivamente, frente a la media de 277 mensuales del año anterior. Pero esta caída se explica no por la ley de la oferta y la demanda, sino porque muchos negocios estuvieron cerrados y no se pudieron realizar los trámites burocráticos para los préstamos.

Hay varias razones que explican la fortaleza de este mercado. Quizá la más importante es la ‘guerra’ establecida entre las entidades financieras para captar clientes, que se ha traducido en un descenso de los diferenciales que se aplican al Euribor. "Tenemos unos tipos de interés bajísimo e incentivos fiscales que han favorecido esta situación", señala el decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida. Una opinión que coincide con la de Francisco Javier Manzano, de la empresa vallisoletana Manticor, dedicada al asesoramiento de financiación e inversión. "Hay una guerra de precios en las entidades, que han abierto el grifo para mucha gente, excepto para los que están dentro de los sectores más afectados por la pandemia, como pueden ser el turismo y la hostelería", explica. Manzano añade otro factor que explica esta tendencia: la importancia que ha empezado a dar la población al hogar después de tener que estar tan metida en casa durante la pandemia. A ellos ha contribuido la generalización del teletrabajo.

También ha sido importante el incremento de la tasa de ahorro, ya sea porque el confinamiento redujo muchos los gastos o por la escasa alegría a la hora de gastar en una situación de tanta incertidumbre. "Es cierto que lo ahorrado en este periodo no da para comprarse una casa, pero sí que es cierto que mucha gente se ha dado cuenta de que tiene capacidad de ahorro, y eso les ha animado a hacer esta inversión", añade el representante de los economistas.

buenas expectativas. De Margarida apunta otro factor importante que ha afectado al mercado hipotecario. Las "buenas expectativas" económicas a medio y largo plazo, que previsiblemente darán mayor estabilidad al mercado laboral gracias a la llegada de los fondos europeos de recuperación a muchas empresas y a la propia administración.

De Margarida señala que esta situación ha contribuido a "normalizar" el mercado después de una larga temporada de baja oferta y menor demanda. "Esta pandemia será un antes y un después para el mercado hipotecario", finaliza.

Plazo de amortización.

Según los datos del INE, el plazo medio de amortización de las hipotecas sobre vivienda que se firman en España es de 24 años, sin contar con las amortizaciones anticipadas que se puedan hacer durante este periodo. Es un indicador que la crisis no ha modificado.

La pandemia hace que los ciudadanos valoren más invertir en su hogar.

Las agencias inmobiliarias lo vienen adviertiendo desde que empezó la crisis sanitaria: existe un aumento de la demanda de viviendas con terraza, patio o balcones amplios. Es uno de los fenómenos que deja esta pandemia, que ha obligado a millones de españoles a pasar mucho más tiempo en casa del que estaban acostumbrados. Es un incremento de la demanda específico, pero lo cierto es que no solo pasa con terrazas y casa con jardín, el decano-presidente del colegio de Economistas, Juan Carlos de Margarida, sostiene que los españoles cada vez son más conscientes de la importancia de invertir en su hogar, porque, entre otras cosas, en muchos casos se ha convertido en un lugar de trabajo. Por eso las empresas de equipamiento del hogar han capeado mejor la crisis y por eso hay más demanda de comprar viviendas.