Pospuesto a junio de 2022 el juicio de la 'Operación Drache'

D.V.
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Uno de los encausados no podría estar en febrero porque ese mes ocupará el banquillo de la Audiencia Nacional

Material intervenido en la Operación Drache. - Foto: Jonathan Tajes

La Audiencia de Valladolid se ha visto obligada a un cambio de fechas para la celebración del juicio contra 28 presuntos 'narcos' detenidos en el marco de la 'Operación Drache', con lo que finalmente el proceso judicial no dará comienzo el 14 de febrero de 2022 sino que ha sido pospuesto para junio del mismo año.

Así lo ha acordado la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial al darse la circunstancia de que uno de los encausados tendrá que ocupar también el banquillo de la Audiencia Nacional en el mes de febrero del próximo año, causa que, como ha advertido el referido tribunal, tiene preferencia sobre cualquier otra.

De este modo, el nuevo calendario para el juicio por la 'Operación Drache', concluida en febrero de 2020 con la desarticulación de una supuesta banda de 'narcos' que operaba en Vizcaya, Guipúzcoa, Valladolid, Sevilla y Asturias--se exponen a un total de 251 años de prisión y más de 25 millones de euros en multas--, tendrá como fecha de inicio el 6 de junio del próximo año y el proceso se prolongará hasta el 17 del mismo mes, con hasta una decena de sesiones, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

A la casi treintena de encausados se les acusa de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, con peticiones de entre diez años y medio de prisión para el presunto cabecilla, Ibón A.M, y ocho y medio para otros, dos de los cuales también se enfrentan a cargos por tenencia ilícita de armas, y en todos los casos con multa para cada uno de ellos de 900.000 euros.

Las investigaciones, que se iniciaron en la capital vallisoletana, concluyeron con la detención de 32 personas --16 en País Vasco, once en Valladolid, dos en Sevilla, una en Asturias, otra que se encontraba ya en prisión y otra que se encuentra en calidad de investigado-- y la ocupación de 200 kilogramos de droga valorada en casi medio millón de euros, cuatro armas de fuego, 45.000 euros en metálico y doce vehículos.

Tal y como señaló en su día el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, las pesquisas se iniciaron en el mes de abril de 2019 con un bar El Rincón del Cómico, situado en la capital vallisoletana, como epicentro desde el que se suministraban productos psicotrópicos y estupefacientes tanto en la ciudad como en la provincia.

Entre los investigados se encontraba "en la cúspide" de la organización una 'vieja conocida' de la Policía Nacional apodada 'La reina del speed', una mujer de 44 años y con iniciales T.V.Z, de nacionalidad búlgara, que se encontraba en libertad después de que en una operación en 2018 se le incautaran diez kilos de speed.

Las informaciones obtenidas, las hipótesis de trabajo y las investigaciones realizadas, entre ellas los 'pinchazos' telefónicos realizados, llevaron a Guardia Civil y Policía Nacional de Valladolid a sospechar de la actividad criminal de "mayor alcance" de un grupo dedicado al tráfico de sulfato de anfetamina, heroína, cocaína y cannabis.

La explotación de la operación se realizó en varias fases. La primera de ellas arrancó el 23 de diciembre de 2019 con la detención de dos personas, dos transportistas que desde Sevilla exportaban marihuana "de gran calidad y alto contenido de THC" conocida como Skunk a Alemania y Holanda. A ellos se les ocupó 140 kilogramos de cogollos.

Desde esos países, y aprovechando el viaje de vuelta, se "importaba" speed y heroína que llegaban a Vizcaya donde se encontraba el "jefe del entramado", Ibón A.M., de 38 años, que era objetivo de la Ertzaintza, y que había sido detenido en 2011 en Rumanía en posesión de 150 kilogramos de cocaína en una operación policial en la que intervino la DEA, la agencia antidroga americana.

El presunto líder de la organización tenía contactos en el extranjero, "no tocaba la droga" y actuaba "por encargo", lo que "dificultaba" la investigación. Además, tenía un cobrador que era un exboxeador profesional, según explicaron en su momento mandos de los distintos cuerpos.

En esta fase, se produjeron 16 arrestos y 19 registros domiciliarios. Las actuaciones se realizaron en Bilbao, Loiu, Galdakao, Getxo, Urduliz, Lezama Erandio, Sestao y Tolosa.

Entre otras evidencias, en esas inspecciones se intervino más de un kilogramo de heroína. En la casa del líder de la banda se requisaron 22.000 euros ocultos en diversos lugares, entre ellos en la depuradora de la piscina.

La tercera y última fase se desarrolló en la provincia de Valladolid, donde se llevaron a cabo once detenciones y 14 registros (doce domiciliarios y dos en locales de ocio), tanto en Valladolid capital, como Esguevillas de Esgueva y Cigales.

Así, se desmantelaron cuatro plantaciones de cultivo de marihuana indoor, tres en Vizcaya y una en Cigales (Valladolid), y todo lo necesario para este tipo de cultivos, como aparatos climatizadores, focos con bombillas de gran consumo, humidificadores, ventiladores, bombas de agua, e incluso un generador de ozono que utilizaban para neutralizar e eliminar los olores. Asimismo se desmantelaron dos locales de adulteración y envasado de speed en Urduliz y Valladolid.

En la localidad de Esguevillas de Esgueva residía uno de los dos 'guardadores' de 'La reina del speed', un varón que contaba en su historial con 23 detenciones, cuatro de ellas por tráfico de drogas y que adoptaba numerosas medidas de seguridad con el objetivo de no ser identificado. Éste era el encargado de la recepción de la heroína y speed en la provincia de Valladolid, para a continuación proceder a su distribución y venta, tanto en Valladolid como en diversos puntos de Castilla y León.

Por último, el 31 de enero de 2020 se procedió a la detención de otro miembro de la organización en la localidad asturiana de Luarca.

Material

Entre el material ocupado en la operación figuraban 155 kilos de marihuana 'Skunk', 6 kilos de speed, 1,2 kilos de heroína, 205 gramos de cocaína, 3000 plantas de marihuana, 1,7 kilos de hachís, 45.000 euros en metálico, 7 kilogramos de sustancia de corte, cuatro armas de fuego, alguna de ellas robadas, y una docena de vehículos, con placas falsas en alguno de ellos.

Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza daban así por desarticulada una de las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico "más activas" de la geografía española, que operaba también a nivel europeo, importando y exportando a otros países de la Unión Europea dichas sustancias.