Itacyl ultima una herramienta de monitorización parcelaria

D. V.
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La tecnología vía satélite permitirá mejorar producción y reducir la contaminación

El objetivo de la herramienta es mejorar la producción. - Foto: E. Press

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ultima una nueva herramienta de monitorización parcelaria vía satélite para ayudar a los agricultores en la toma de decisiones y mejorar así su producción, ahorrar en costes y reducir la contaminación difusa.

Este es uno de los cuatro nuevos proyectos en los que está trabajando el instituto y a los que se destina medio millón de euros, según reconoció el pasado mes de mayo el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero.

La herramienta, que se espera esté lista para la próxima campaña agrícola, permite el seguimiento de parcelas a través de imágenes de satélite. Incorporará sistemas de apoyo a la toma de decisiones en materia de fertilización y permitirá diversas actuaciones en materia de agricultura de precisión, según ha explicado a Europa Press el subdirector de Infraestructuras Agrarias, Rafael Sáez González.

El proyecto es una muestra más del "compromiso" adquirido en la anterior legislatura y que en ésta se está dando un impulso para conseguir la "digitalización" en el sector para mejorar así su "competitividad".

"La herramienta tiene muchas funciones como el seguimiento del cultivo a través del vigor de la vegetación, datos climáticos y edafológicas, balance de nutrientes... El objetivo es que el agricultor tenga toda esa información para tomar la mejor decisión para el cultivo", ha continuado el dirigente del Itacyl.

Con esta herramienta, que será gratuita, el productor podrá "optimizar" también la aplicación del fertilizante adaptándose a lo que demanda el cultivo. "Se reducen costes, no se pierde abono, por lo que también se aminora la contaminación difusa y se gana en competitividad", aclara.

Todo esto en una aplicación de "manejo sencillo" a través de una tablet, telefóno móvil o ordenador. Con esta información, el agricultor puede ver los problemas que hay en su parcela, hacer comparativas de producción, independientemente del cultivo que haya sembrado en ella. En definitiva, "mejorará" la gestión de lo sinsumos que es lo que se busca la agricultura de precisión.

Un trabajo que desarrolla el "experimentado" equipo del Itacyl que se encuentra en la "vanguardia" europea del empleo de imágenes por satélite y aplicaciones tecnológicas, ha recordado Sáez González.

MÁS PROYECTOS.

En un foro organizado el pasado 19 de mayo por la Asociación Española de técnicos cerealistas, Carnero apuntaba que las líneas de trabajo abarcaban la calidad de materias primas y productos transformados muy vinculados a la innovación e investigación, con nuevas formas de producir, transformar y comercializar toda la cadena de valor.

Así, en el caso de la producción se está investigando en la mejora genética, evaluando diferentes variedades de cereales para ver su adaptación a la Comunidad e informando a agricultores y técnicos para que tomen decisiones de siembra.

Además, a través del Itacyl se realiza la evaluación de nuevas variedades de cereales, encuadrada dentro de la red de ensayos que coordina el Genvce (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos). El objetivo es conocer la adaptación y el comportamiento de las nuevas variedades de cereal que van apareciendo en el mercado, con la mirada puesta en poder ofrecer esta información a agricultores y técnicos, y que pueda resultar de utilidad a la hora de decidir sobre lo que pueden sembrar en cada campaña. Para ello, el Itacyl lleva a cabo una serie de ensayos, en distintas localidades significativas de comarcas cerealistas de la Comunidad.

Y en cuanto a la agricultura de precisión, desde el Itacyl se trabaja en dos ámbitos que contribuyen a notables beneficios ambientales: los sistemas de dosificación variable y los servicios de posicionamiento para el guiado autónomo. El primero, a través de imágenes aéreas de los satélites Sentinel-2 (del programa Copernicus), y el segundo, a través de la Red GNSS de Castilla y León, un sistema de información de los suelos y diversos proyectos relacionados con la agrometeorología y la modelización de cultivos.