La obra licitada en Castilla y León podría cerrar este año en los 900 millones de euros, un volumen similar a 2018 y 2019, ejercicios en los que el sector experimentó una recuperación, a diferencia de 2020, cuando sufrieron una caída de la actividad por la pandemia del COVID-19, según avanzó hoy el presidente de la Cámara de Contratistas de la Comunidad, Enrique Pascual, quien se mostró convencido de que este año se recuperará el terreno perdido durante el pasado ejercicio.

Enrique Pascual, que presentó el Sistema Inteligente de Información sobre Licitación de Obra Pública con el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó que en el primer trimestre la caída de la licitación fue del cinco por ciento en la Comunidad y añadió que el segundo trimestre, no fue bueno, pero destacó que el sector espera una recuperación sostenida y sostenible, sin “picos”, porque argumentó que “sin construcción no hay futuro”.

Al respecto, el presidente de los contratistas advirtió de que las empresas están teniendo problemas para contratar personal por la falta de mano de obra y añadió, como dato, que en 2020, pese a las dificultades por el coronavirus, se crearon 1.000 empleos, por lo que la cifra de ocupados por el sector pasó de los 66.000 a los 67.000 en la Comunidad. “No encontramos más”, dijo pese a los esfuerzos desde la Cámara y la Fundación Laboral de la Construcción para animar a incorporarse a esta actividad, que permite a su juicio tener una profesión “bonita”.

También Enrique Pascual aprovechó su intervención ante el consejero de Fomento para destacar que las infraestructuras y las obras son un “potente motor de progreso”, así como una actividad capaz de generar valor añadido, riqueza y empleo “muy rápidamente”. Por ello, pidió inteligencia en la gestión de los fondos europeos y no desatender el desarrollo del territorio.

Además, el presidente de los contratistas destacó que el sector seguirá una tendencia hacia la concentración en menos operadores y más grandes, como la banca, porque explicó que las diez principales constructoras del país acapara el diez por ciento de la actividad, mientras las principales entidades financieras se han hecho con el 70 por ciento del mercado.

Por ello, Enrique Pascual destacó las ventajas del nuevo sistema inteligente de información sobre las licitaciones, que la Cámara acaba de poner en marcha para sus asociados y que espera extender al resto del país. Funciona a través de una “araña” capaz de leer y recopilar datos sobre los expedientes para aglutinar toda la documentación sobre un concurso, con el objetivo de facilitar el trabajo a los contratistas.

En concreto, permite mejorar el éxito en las licitaciones ya que ayuda en la toma de decisiones, lo que permite optimizar los costes, y permite acceder a información exclusiva, sobre por ejemplo los precios y las bajas de un determinado organismo. Por tanto, pone la tecnología al servicio de las empresas que pertenecen a la Cámara de Contratistas, que tiene ya 38 años y que ha ido poniendo en marcha diferentes sistemas, hasta llegar al actual, que es el más avanzado.

Al respecto, el presidente de la Cámara señaló que en 2020 el porcentaje de éxito en las licitaciones de Castilla y León fue del 30,5 por ciento, ya que 1.080 empresas optaron a 623 proyectos superiores a los 100.000 euros, que se adjudicaron en 736 millones, con una baja del 19,4 por ciento. Un año antes fueron 731 proyectos, por 770 millones, con una baja en los presupuestos del 21,04 por ciento. Además, señaló que las cinco mayores constructoras pasaron de tener una cuota de mercado del 37,4 por ciento al 32 por ciento.

Finalmente, el proyecto, que cuenta con el apoyo financiero de la Junta y que nació tras el impulso dado por la Comunidad en el foro ‘Contigo’, se nutre de los datos, que para Enrique Pascual son el “petróleo” del siglo XXI para hacer un análisis de las posibilidades de éxito en la licitación, con un coste bajísimo. Ahora, remarcó, los empresarios se han lanzado a dar un “empujón” al sector, porque señaló que el viento no siempre sola “en contra”, al tiempo, que puso en valor la "sensibilidad" del consejero y el apoyo de la Junta.