El Grupo Popular en las Cortes apuesta por la puesta en marcha de sistemas de protección de usuarios y trabajadores en las residencias para luchar contra la covid y las pandemias que puedan surgir en el futuro. Así, los populares, que difundieron un documento con sus propuestas sobre el futuro modelo de atención residencial, apelaron a tener actualizados los planes de contingencia que permitan activar medidas preventivas y de intervención ante contagios de usuarios y de trabajadores, con un stockaje de EPI suficiente, así como de un sistema de testeo para mantener actualizado el impacto de la pandemia
El documento, recogido por Ical, indica asimismo, que es «imprescindible» repensar el modelo actual de atención sanitaria pública, universal y gratuita en las residencias y «ver la manera en la que se garantiza a los residentes el acceso a la misma con plenas garantías como al resto de ciudadanos, no solo en situaciones de emergencia sino también en circunstancias ordinarias».
El Grupo Popular apuesta además, en la atención de dependientes, por la supresión de contenciones. «La realidad dolorosa es que la sujeción ha sido y es todavía una práctica extendida y perpetuada hasta el punto de hacerse casi invisible en el cuidado normalizado de personas dependientes», lamentan.
Así, defienden que la buena atención tiene que «garantizar el buen cuidado, pero también la calidad de vida y el bienestar de acuerdo a sus valores y su proyecto de vida».
Los ratios
Por su parte, Ciudadanos (Cs) consideró «primordial» clarificar los ratios de personal técnico en las residencias de mayores, en función del tipo de centro, profesionales y sus funciones, además de la dependencia de los residentes. También apostó por «potenciar» los sellos de garantía en el cuidado de los mayores y establecer sistemas de evaluación, auditoría y transparencia sobre la calidad y la prestación de los servicios, así como inspecciones periódicas, por lo que será necesario un refuerzo de plantillas.
La procuradora María Teresa Gago presentó las propuestas de la formación al proyecto de ley de atención residencial y reconoció que el sistema residencial «no es malo» ni tiene «grandes lagunas», pero sí se ha visto «superado» durante la gestión de la pandemia por lo que planteó la necesidad de elaborar un historial residencial que se incorpore al sistema clínico Medora.