Trump aviva la hoguera

Agencias
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El presidente eleva la tensión tras defender al detenido por matar a dos manifestantes en Wisconsin y comparar a los policías que disparan con jugadores de golf que se equivocan

Trump aviva la hoguera - Foto: LEAH MILLIS

Lejos de rebajar la tensión que se vive en Estados Unidos por la violencia racial a manos de la Policía y los enfrentamientos que se suceden a diario en el país entre los movimientos que defienden los derechos de los afroamericanos y la ultraderecha, Donald Trump sigue echando más leña al fuego con sus palabras y actuaciones.

Ayer, en un nuevo capítulo de su largo libro de polémica, el presidente de EEUU desoyó el llamamiento de las autoridades de Wisconsin, que le instaron a que no acudiera al estado para no incrementar los disturbios e, incluso,  empleó adjetivos como «tonto» y «estúpido» para referirse al alcalde de Kenosha, el demócrata John Antaramian, uno de los mandatarios que le pidió que no viajara a la ciudad. 

Haciendo oídos sordos, y antes de dirigirse hacia esa localidad, uno de los principales escenarios de manifestaciones y enfrentamientos por la violencia racial, Trump defendió a Kyle Rittenhouse, un joven que la semana pasada mató a dos manifestantes en dicho municipio, al tiempo que adelantó que no pensaba reunirse con la familia del afroamericano cuyo caso provocó las protestas en la ciudad, Jacob Blake, que recibió siete tiros por la espalda por parte de un agente blanco.

El dirigente republicano se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, un adolescente de 17 años que se presentó en Kenosha armado con un fusil de asalto el 25 de agosto y mató a dos manifestantes además de herir a un tercero, hechos por los que se encuentra detenido y acusado de homicidio.

«Ustedes vieron el mismo vídeo que yo. Él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y le atacaron muy violentamente, y es algo que estamos examinando, que está bajo investigación», justificó para defender al joven blanco. «Creo que él estaba en muchos aprietos, y que probablemente le habrían matado», añadió.

Pero, no contento con sus declaraciones sobre los hechos en Kenosha, Trump también comparó a los policías que usan la fuerza letal sin que esté justificado con jugadores de golf que se «atascan» y no consiguen hacer un putt.

Así, insistió en que los agentes «a veces se atascan y se equivocan» y eso, a su juicio, hace que los medios de comunicación se fijen «solo en eso» y no en las «10.000 cosas buenas» que pueden haber hecho a lo largo de su carrera. «Disparar muchas veces al tipo por la espalda... ¿No podrían haber hecho algo diferente, no podrían haber forcejeado con él? Pero se atascan», insistió Trump en referencia al caso de Jacob Blake. «Se atascan. Es como en un torneo de golf, cuando no aciertan un putt a tres pies (de distancia)», reiteró el dirigente republicano.

Educación patriótica

Además, también equiparó la pobreza con la criminalidad, al asegurar que la oposición demócrata -controlada, a su juicio, por «sombras oscuras» del país- «está tratando de destruir los suburbios y el sueño americano» porque «quieren que haya viviendas para gente de bajos ingresos, y eso trae muchos otros problemas, incluido el crimen».

El mandatario también afirmó que la única forma de reconciliar al país es «reconstruir una identidad nacional compartida», y opinó que para ello será necesario promover una «educación patriótica» en las escuelas y universidades, sin aclarar cómo lo haría.

«Hay que restaurar una educación patriótica en las escuelas de nuestra nación», aseguró Trump, al afirmar que los niños están siendo «adoctrinados por la izquierda» para pensar que Estados Unidos es «un país malvado y plagado por el racismo».