Las 'boutique' de entrenamiento, una alternativa

M.B
-

Los centros de preparación física personalizados, la mayoría abiertos desde la fase 1, están empezando a recibir clientes que buscan la cercanía y la seguridad de un espacio con menos aglomeraciones de gente

Una jornada de entrenamiento personalizado en Proporción A. - Foto: D.V.

«No tenemos aún el volumen de trabajo de antes del estado de alarma, pero es verdad que hay llamadas e interés por saber cómo funcionamos y las medidas implantadas». Nacho González es uno de los socios de Proporción A, un centro de alto rendimiento que está viendo cómo estas semanas aumentan las llamadas para interesarse por sus instalaciones. También se está notando en Clínica Plenum, donde ya están al cincuenta por ciento de su capacidad y esperan estar al 80 o el 90 en septiembre. En ambas, como en Veinte Fitness, el entrenamiento es personalizado, individual, algo que está empezando a ser una alternativa a las grandes superficies. «Puede ser, por aquello de evitar aglomeraciones», añaden.

La mayoría de estos centros abrieron ya en la fase 1. Más pequeños en tamaño, la apuesta por las medidas de higiene y seguridad son también sus primeras señas de identidad. «Trabajamos, por supuesto, con cita previa; hasta esta semana no coincidían clientes en la misma sala, con desinfección de calzado y manos, prohibición del uso de vestuarios y duchas...», aporta González sobre las medidas realizadas. «Hemos adquirido una lámpara especial ultravioleta, tenemos patucos para los clientes, medición de temperatura, mascarillas, geles... todos nuestros empleados usan pantallas, guantes...», concreta Nacho Coque, desde Plenum: «El que viene repite. Solo llevamos un mes abierto y esperamos que vaya hacia arriba».

«Hemos implantado todas las medidas para dar una seguridad máxima», señala Alberto Carnero de Veinte Fitness.

problemas. En el otro lado se están viendo los gimnasios de barrio de tamaño medio, sobre todo los especializados en deportes de contacto, como el Parque Sport. «Los deportes de combate y las artes marciales nos sentimos agraviados con respecto a otros deportes en los cuales sí está permitido el contacto. Como esta situación no mejore rápidamente, nos veremos obligados a cerrar después de llevar 33 años de actividad», avisa Enrique Ortega.