Descalabro del Pucela ante el Amorebieta (4-1)

M.B
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El Real Valladolid rompe su buena racha de resultados y cae derrotado con merecimiento en Lezama en un partido donde los vascos hicieron bueno su juego aéreo y en el que los de Pacheta no supieron ni defender ni atacar

Javi Sánchez trata de adelantarse a Orozko en el partido en Lezama. - Foto: LaLiga

El Real Valladolid estaba avisado del juego del Amorebieta. Lo sabía, pero cayó en la trampa de los vascos, en la jornada 14ª de la Liga SmartBank, en un día lluvioso y típico en tierras vizcaínas. Lo hizo porque fue blando en defensa y dubitativo en portería, y eso ante un cuadro que cuelga balones al área desde cualquier posición es un regalo. El Pucela venía enrachado, pero salió de Lezama, el campo donde juega el Amorebieta, con una merecida derrota, en forma de goleada, que le aleja de sus objetivos. El problema fue defensivo en la primera parte. Y ofensivo en la segunda, en la que mandó de principio a fin sin inquietar a Saizar en demasía.

La derrota deja al Pucela a 9 puntos del líder, un Almería que se escapa.

Pacheta avisó de que habría cambios. Y los hubos. Janko, Javi Sánchez, Olaza, Fede San Emeterio, Toni y Kike Pérez fueron las novedades en el equipo inicial. Pocos lo aprovcharon.

De salida, y bajo una intensa lluvia, el Pucela trató de tener el balón, dominar desde la posesión... consciente de que no debía cometer errores. El Amorebieta buscaba los balones en largo, las peinadas y caídas a banda, muy del gusto en el Norte. El primer aviso fue, precisamente, de los locales, con un centro desde un lateral y un remate de Orozco fuera. Era el estilo del cuadro vasco, del que ya sabían los pucelanos.

Pero, aun así, llegó el 1-0. Si en el primer intento, el remate de Orozko se fue fuera; en el segundo, por el otro ala y obra de Luengo, acabó en el larguero y tras el rechazo, el mismo delantero lo empujó con el pecho. Mal defendido en banda, peor en el área y pésimo tras golpear el cuero en la madera. Era el minuto 12.

Y la reacción no se hizo esperar. Desde la pausa y sin nervios. Seis minutos después. En un córner por segunda jornada seguida. Centro de Roque, toque de San Emeterio sin suerte, balón de nuevo dentro de Kike Pérez y el propio San Emeterio, que andaba medio en el suelo aún, rematando a placer de cabeza. Al final, fue solo un espejismo. 

Porque tras los dos goles, el partido entró en una fase de volver a estudiarse. Ambos sabían cómo querían jugar. El Pucela avisó por medio de Kike Pérez, en una contra entre Toni y Weissman. El 8 se topó con una pierna rival en su remate desde el borde del área. Pero el que volvió a acertar fue el Amorebieta. Y de nuevo por arriba. Esta vez tras una falta innecesaria de Joaquín. El balón lo tocaron hasta cuatro jugadores del cuadro local, ante la pasividad visitante en los duelos. Olaetxea se encargó de remacharlo a escasos centímetros de Roberto. Mal de nuevo la defensa blanquivioleta. Tocaba remar, y nunca mejor dicho, de nuevo.

Y todo se tornó nublado, mucho más que el día, en el 36. De nuevo en un centro al área. Otra vez con la defensa blanda y la portería inexistente. Y eso que ya había avisado el rival. Olaza despejó mal, entre San Emeterio y Joaquín no se atrevieron a despejar con contundencia y Roberto salió con miedo, quitando las manos y permitiendo que el balón le quedase, sin nadie por delante, a Unzueta, que controló, evitó que el cuero saliese e hizo el tercero.  

Pudo incluso ser peor, porque cada centro al área era peligro. Así que lo mejor fue llegar al descanso.

Tras él, y sin cambios de salida, el Pucela necesitaba la heroica. Cambiar en todo. El primer aviso lo dio San Emterio, en el 50, en otro saque de esquina. Su remate de cabeza lo despejó Saizar de puños. El cuadro de Pacheta parecía salir con un punto más de intensidad. Pero eso no iba a ser suficiente en Lezama. Los atacantes del Amorebieta buscaban el cuerpo a cuerpo en cada acción cerca del área visitante, ganando casi siempre las segundas jugadas.

Así que el técnico metió Aguado, Plano y Cristo González por San Emeterio, Roque Mesa y Sergio León en el 60. Dos minutos después casi marca Toni, en una genialidad desde el centro del campo, que obligó a recular a Saizar, salvando justo en la escuadra. A pesar de las sustituciones, el encuentro no estaba del lado pucelano. Ni encontraban a sus delanteros, ni a sus hombres de banda ni a los interiores... Mientras el Amorebieta esperaba atrás, sin pasar muchos apuros.

El balón, a partir de entonces, fue de los Aguado, Kike Pérez y compañía. Pero faltaba llegar a crear peligro. Sí hubo centros laterales, pero sin llegar al remate. Y los minutos pasaban.

Y ya no solo no llegó la reacción de los visitantes. Lo que se materializó fue el cuarto de los locales, en una contra que hizo buena Gaizka Larrazabal, escorado, por debajo de las piernas de Roberto. A Cristo le anularon, por un ajustado fuera de juego, el 4-2. Y así se consumó la cuarta derrota del Pucela.

Ficha:

Amorebieta: Saizar; Larra, Luengo, Arregi, Irazabal, Seguin (Ozkoidi, min. 70); Olaetxea (Aldalur, min. 79), Markel Lozano, Iker Bilbao (Larrazabal, min. 70); Orozko (Álvaro Peña, min. 79) y Unzueta (Obi, min. 66)

Real Valladolid: Roberto; Janko, Javi Sánchez, Joaquín, Olaza (Nacho, min. 70); Toni Villa, Roque Mesa (Aguado, min. 60), San Emeterio (Cristo, min. 60), Kike Pérez; Sergio León (Plano, min. 60) y Weissman.

Árbitro: Iván Caparrós Hernández (Comité Valenciano). Mostró tarjetas amarillas a Markel Lozano (m.33), Orozko (m.40) y Unzueta (m.46), del Amorebieta.

Incidencias: Partido de la decimocuarta jornada de LaLiga SmartBank disputado en el campo 2 de las instalaciones de Lezama ante alrededor de 913 espectadores, entre ellos varias decenas de seguidores pucelanos.