Dice la estadística de seguridad vial que uno de cada cuatro accidentes mortales está causado por la distracción de un conductor y que el comportamiento que más veces provoca esos despistes es el uso del teléfono móvil al volante. A la Dirección General de Tráfico (DGT), por tanto, no le ha sido muy complejo despejar la equis de una ecuación con la que se pretende resolver el mayor problema de la seguridad vial española en estos momentos y, de paso, trabajar en pos de ese objetivo que ha fijado la OMS de intentar reducir en un 50% las víctimas del asfalto.
El Ministerio del Interior, a través de la DGT, ha retocado el carné por puntos para tratar de poner coto a estas situaciones, igual que antes hizo lo propio con el consumo de alcohol o los grandes excesos de velocidad. La receta será idéntica: seis puntos.
no suben los 200 euros. Son justo el doble de los que se pierden por el momento (la modificación de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial aún no ha entrado en vigor ya que debe ser ratificada en el Congreso tras superar el Consejo de Ministro), lo que da idea de la importancia que se quiere dar al asunto. Y esta vez ni siquiera se podrá alegar lo del afán recaudatorio, pues el agravamiento de esta infracción no conllevará el habitual incremento de la sanción pecuniaria, que continuará en los mismos 200 euros que ‘vale’ ahora conducir usando el móvil.
La nueva medida pone el foco sobre los mil vallisoletanos que, de media, cada año son ‘cazados’ al volante y manipulando el móvil. En esas cifras se viene moviendo el número de sancionados en estos últimos cuatro años, después de que en la primera mitad de la década la cosa se moviese casi en el doble, con unas 1.700 denuncias anuales por usar el teléfono mientras se conducía.
Claro que eran los tiempos en que el móvil solía utilizarse para llamar y aquello se fue desterrando a golpe de sanciones y sistemas de manos libres. Ahora, la mayoría de las denuncias provienen del uso del teléfono para lectura y envío de Whatsapp, según detallan fuentes policiales.
La multa, en cualquier caso, es idéntica aunque hasta el momento los agentes se encontraban con la dificultad de poder certificar que habían visto al conductor con el móvil en la mano y que lo estaba usando para enviar un mensaje o para grabar un audio. Por ello, la modificación de la ley de tráfico que se llevará al Congreso de los Diputados retoca el articulado también para que la infracción concurra con el mero hecho de ‘conducir sujetando un teléfono con la mano’. De este modo, la DGT pretende lograr que el conductor se olvide por completo del móvil cuando se ponga al volante.
como el alcohol. Hasta ahora, pese a detraerse ‘solo’ tres puntos, el móvil y el cinturón de seguridad (que también se retoca y pasa a ser una infracción de cuatro puntos), acumulaban tantas retiradas de carné como el alcohol, mientras que la principal causa de pérdida de puntos sigue siendo el exceso de velocidad.