Astenia primaveral, combátela desde la alimentación

Sara Mancebo (EFE)
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El cansancio y el bajo rendimiento durante esta estación del año se pueden remediar con hábitos de vida saludables o echando mano de la fitoterapia

¿Nota que con la llegada del buen tiempo está más cansado, decaído o sin energía? Si es así, no se preocupe, es normal, probablemente tenga astenia primaveral y la nutricionista Laura González le va a ayudar a hacerle frente a través de la dieta.

Con esta estación del año, es habitual tener sensación de decaimiento, falta de energía o cansancio tanto físico como intelectual que impide desarrollar las tareas diarias con normalidad. Es lo que se conoce como astenia primaveral. 

Para intentar combatirla y que no pese demasiado, Laura González, responsable de Salud y Nutrición de Nestlé, asegura que es crucial seguir una dieta equilibrada y variada que aporte los nutrientes y la energía suficiente para hacer frente a esta situación estacional.

De esta manera, entre sus recomendaciones están:

- Comer a menudo, pero con moderación (entre cuatro y cinco ingestas al día): tomar un buen desayuno para afrontar la jornada, una comida equilibrada, una cena ligera y un tentempié a media mañana y/o a media tarde en función de las necesidades particulares de cada uno. Eso ayudará a evitar acumular cansancio durante el día.

- Es importante descansar, respetando las horas de sueño. En general se deben realizar cenas ligeras, ya que favorecen un mejor descanso.

- Tener una vida activa y realizar ejercicio moderado, que ayuda a liberar tensiones y predispone el cuerpo para el descanso nocturno.

«Si no se mejora con estas pautas se debe acudir al médico, que nos puede recomendar una gran variedad de productos con plantas medicinales en su composición o complementos alimentarios como la jalea o el polen. Incluso, en algunos casos, también combinados con vitaminas y minerales», señala la experta en alimentación y nutrición.

También existen remedios naturales para aliviar los síntomas de la astenia primaveral. Con respecto a la fitoterapia, el uso de las plantas o productos vegetales para prevenir o aliviar los síntomas de una patología, González advierte que la regulación europea de estos productos no requiere que las propiedades declaradas se obtengan de estudios clínicos controlados en humanos, por lo que la evidencia científica que las respalda es muy limitada.

Dentro de las plantas que podrían aliviar los síntomas de la astenia primaveral, la nutricionista habla de las siguientes, aunque recuerda, que todas ellas están contraindicadas en niños menores de 12 años, en el embarazo y la lactancia y en pacientes que padezcan arritmia cardíaca o hipertensión.

El ginseng, una de las más utilizadas para disminuir la fatiga y el estrés. «Se le atribuye la propiedad de incrementar la vitalidad y la capacidad de concentración gracias a sus compuestos fitoquímicos estimulantes», asegura González.

El eleuterococo. «Parece tener un efecto estimulante sobre el sistema nervioso central y, normalmente, se usa para combatir el agotamiento físico, mental y la astenia».

La Nuez de Cola. Tiene entre sus componentes la cafeína, teofilina y teobromina, que ejercen un efecto estimulante sobre el sistema nervioso central. Al igual que las anteriores, se usa para el agotamiento físico, mental y la astenia.

El hipérico. Se le atribuyen propiedades antidepresivas, aunque, al igual que las anteriores, tiene contraindicaciones e interacciones con otros fármacos, por lo cual no se debe usar sin prescripción y supervisión médica.

Sin embargo, la nutricionista asegura que, aunque persistan los síntomas y queramos solventarlos rápidamente, no existe ningún producto o remedio natural milagroso y no se debe abusar de estas sustancias.

«El consumo de complementos naturales como la jalea real para combatir la astenia primaveral no causa daño al organismo, pero no se han demostrado las propiedades atribuidas a su consumo, como el refuerzo del sistema inmunitario o la vitalidad física e intelectual», subraya la experta.

«La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dejó claro la inexistente asociación entre el consumo de este producto y sus propiedades», concluye.