Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Miedo y oportunidad

24/12/2021

La convocatoria de elecciones anticipadas en Castilla y León era un secreto a voces. El miedo es libre y las oportunidades las pintan calvas, diría un castizo como argumento fácil de lo ocurrido. En política la palabra carece de valor, principio también irrebatible al margen de la honestidad personal de cada cual. Así que más allá de los mentidos desmentidos con profusión, el presidente Mañueco no podría dormir tranquilo a partir del 11 de marzo, primera fecha hábil para la presentación de una moción de censura que desbancaría al PP del Gobierno de Castilla y León después de treinta años. No haría falta la traición del bloque de Ciudadanos en connivencia con el PSOE. Bastaría un solo díscolo, un traidor con afanes de supervivencia, para perder el respaldo de la mayoría. Esta lectura tan simple no es compartida en Madrid, donde los jefes de los partidos y los muñidores de la comunicación ad hoc se empeñan en reducir la decisión de Mañueco al papel de comparsa de Pablo Casado, interesado, dicen, en utilizar esta comunidad en su medro personal contra la díscola Ayuso. La lectura ombliguista de Madrid pudo ser alentadora de la decisión pero no el factor determinante.

La incógnita ahora es conocer si el miedo ha ofuscado indebida y temerariamente a Mañueco y si su pronóstico de seguir en el cargo, con mayoría absoluta del PP o sometido a las exigencias de Vox, es confirmado el 13 de febrero en las urnas. El ambiente, esa sensación subjetiva ajena a las matemáticas de las encuestas, no parece favorable para mayorías absolutas.

La impresión es que el semicírculo de las Cortes derivará aún más fragmentado. Por primera vez la voluntad de los electores será puramente autonómica, no se verá contaminada por los candidatos a las alcaldías, más próximos a los ciudadanos y, por lo tanto, más determinantes del voto. Castilla y León no es una comunidad cohesionada y las fuerzas localistas, que se anuncian más profusas, por primera vez jugarán en campo inédito, a priori favorecedor de la expresión de agravios. Tal vez esa sea la razón por la cual el PP ha entrado ya en campaña con un claro estilo ayusista, contraponiendo Mañueco a Sánchez, ignorando el debate territorial, ninguneando al rival que le disputa el trono.