La concejala de Educación de Valladolid, María Victoria Soto, criticó hoy que la Junta de Castilla y León no asuma los compromisos que tiene con los colegios de la ciudad para llevar a cabo reformas estructurales, y tenga que ser el Ayuntamiento quien lo aborde. Además solicitaron una reunión con los nuevos responsables de la Consejería de Educación para hablar de las infraestructuras educativas, y otros temas.
Soto, que visitó junto al alcalde de la ciudad, Óscar Puente, las obras del Colegio Pablo Picasso, en el barrio de Delicias de Valladolid, denunció que los trabajos “no son de mantenimiento” sino reformas estructurales que necesitan los colegios, y que son responsabilidad del Ejecutivo autonómico.
Además explicó que la declaración de cuatro centros educativos como centros históricos, “no saben” si recibirán dinero por ello, puesto que el cambio de las ventanas del Colegio García Quintana tendrá un coste de cerca de 600.000 euros, y que tendrán que hablar con Patrimonio porque “no se pueda hacer cualquier cosa”.
Puente detalló que las obras están financiadas con cargo a las Inversiones Financieras Sostenibles (IFS), y que añadido al cargo del presupuesto ordinario de un millón de euros, durante el 2019 se invertirán cerca de 3.5 millones de euros en la mejora de colegios de la ciudad. Esta operación está centrada principalmente en la mejora del sistema energético con la sustitución de las ventanas y persianas y de las calderas.
La intención del Ayuntamiento es que estas reformas contribuyan a un mayor comfort de los estudiantes y un menor gasto de suministros por parte del Consistorio. Además especificaron que tras el verano “todas las calderas” de los colegios quedarán prácticamente sustituidas por unas nuevas de gas. Las calderas que se están cambiando eran muy antiguas, “la más joven tenía 15 años y la del Colegio Ponce de León superaba los 40”, explicó el alcalde. Tras esta operación, “la más antigua tendrá tres años”, dijo.
Puente hizo también referencia al último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en la que establecía que Valladolid era “la única ciudad” que había cumplido con las reglas fiscales durante el mandato 2015-2018. “Hemos generado superávit, reducido la deuda y hemos cumplido con la regla de gasto, explicó. Este cumplimiento ha permitido, que se habilite una cantidad en de las IFS para las necesidades de la ciudad, dijo.
Finalmente, la concejala de Educación solicitó a la Junta que revierta los espacios que solicitó el Ayuntamiento en el Colegio Allúe Morer para construir una escuela infantil y les permita trasladar otra escuela infantil a un centro “medio vacío” en el barrio de Huerta del Rey, que tiene “30 alumnos y que hay que mantener”. Por ello, pidió que les permita instalar allí la escuela de música y la nueva escuela de danza que están planteando poner en marcha, y tener así unas instalaciones “dignas”.