"La Feria estrenará un recinto renovado en septiembre"

M.Rodríguez
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La Feria de Valladolid no escapa a los nocivos efectos de la crisis económica provocada por la pandemia de la covid-19, pero espera tener su recinto renovado en septiembre de 2021 y diseña ya nuevas convocatorias adaptadas a la situación

La Feria estrenará un recinto renovado en septiembre de 2021 - Foto: Jonathan Tajes

La Feria de Valladolid no escapa a los nocivos efectos de la crisis económica provocada por la pandemia de la covid-19. Esta misma semana se ha anunciado una nueva suspensión en su calendario ferial, en este caso de la jornada de Intur Negocios, por las nuevas restricciones sanitarias fijadas por el Gobierno regional. Un escenario que cada vez se vuelve más complejo y lleno de incertidumbres para Alberto Alonso, director de la Feria de Valladolid, aunque es optimista porque destaca la capacidad de adaptación de la institución a la inédita situación y la planificación de una nueva oferta de certámenes para ofertar el próximo año. Mientras, Alonso detalla que se aprovechará este parón para ejecutar las obras de reforma y mejora de las instalaciones. Todo para que la Feria salga fortalecida, aunque todavía necesitará unos años la ayuda económica de las administraciones para garantizar su viabilidad económica.

Las nuevas restricciones sanitarias han obligado nuevamente a suspender ferias previstas en su calendario, entre ellas alguna tan importantes como Intur. ¿Cuál será el efecto de la covid-19 en el balance de la Feria de Valladolid de este ejercicio?

Nuestro presupuesto ha sufrido tres revisiones. La primera fue en mayo, después del confinamiento, que hizo plantear una primera revisión de los objetivos y marcó las expectativas de arrancar la actividad en septiembre, lo que finalmente no fue posible. En la reunión del Comité Ejecutivo de octubre se planteó el cierre de este ejercicio y el primer esbozo del presupuesto de 2021. 

En la ejecución de este ejercicio considerábamos poder acabar con alguna actividad hasta final de año, y de hecho se habían programado cinco ferias (Fibar, Deboda, Intur, ViveEco y Navival). Pero todo ha vuelto a cambiar y ya está convocada otra nueva reunión del Comité Ejecutivo para la próxima semana, donde se realizará otra revisión del cierre de este año. Se había planteado poder alcanzar el 40% del objetivo y nos quedaremos por debajo, en torno al 35% del objetivo previsto cuando se hizo en presupuesto de este año.

¿La programación se revisa por las restricciones sanitaria o también por las posibles reticencias o problemas logísticos de los participantes?

Hay diferentes factores. Nosotros hemos luchado y seguimos luchando hasta el último momento, aunque hay una evidencia tan clara como es una imposibilidad legal de poder celebrar las ferias. Pero el criterio que hemos seguido ha sido explorar hasta la última posibilidad de hacer los certámenes. Evidentemente cumpliendo todas las normativas de seguridad. 

¿Las instalaciones del recinto ferial ya está totalmente adaptadas a las nuevas medidas de seguridad impuestas por la covid-19?

De hecho, el periodo de impasse desde la declaración del estado de alarma hasta las primeras expectativas de reactivación en el mes de septiembre lo dedicamos a adaptar la instalación a esos requerimientos. Hemos incorporado un sistema de control de accesos, de aforos y establecido una mecánica de control de colas, además de la dotación de geles hidroalcohólicos y aumentando las frecuencias de limpieza y desinfección. 

Hemos hecho un buen trabajo y siempre he defendido que estamos en disposición, desde el punto de vista sanitario, de albergar cualquier evento con todas las garantías sanitarias. Este es un factor que estamos preparados para afrontar. 

¿Y sus potenciales clientes?

Otra cuestión es cómo la pandemia ha impactado en los sectores en los que desarrollamos nuestra actividad. Evidentemente hay sectores muy afectados por la pandemia, que ha provocado que un país de pymes y micropymes como es el nuestro, donde no todo el mundo tiene capacidad inversora para mantener sus actividades de promoción o captación de clientes sea en ferias o con otras herramientas en esta situación. 

Nuestras ferias habían reducido su dimensión de forma variable, en torno al 50% de media. Pero todavía teníamos un núcleo de expositores y de visitantes suficientemente bueno como para poder intentar mantener convocatorias como la Feria de Muestras o Intur, o como otras que no organizamos nosotros, pero que los organizadores han decidido cancelar. Se junta todos los factores. Y está el miedo a la pandemia, donde aun pudiendo hacer la feria y teniendo recursos, prima la duda de poner en riesgo la compañía por participar en un certamen, cuando el objetivo es mantener viva la producción. Y hay empresas que han optado por no participar en ferias por motivos de salud de sus empleados.

Han anunciado que trasladarán a 2021 algunas de las ferias programadas para este año. ¿Qué criterios están considerando para la reorganización del calendario ferial?

El calendario de todos los recintos feriales, nacionales e internacionales, ha variado. Todos hemos optado por una actuación proactiva: todo aquello que se pueda posponer no se cancela. Esta es la tónica general en el sector. Se han intentado buscar fechas, que encajen lo mejor posible en el calendario de los sectores a los que iban dirigidos. 

Y se han cancelado los certámenes vinculados a fechas muy concretas, como puede ser la Feria de Muestras, vincula a las fiestas de la ciudad. O Navival, que se hace en las fiestas navideñas o no tiene sentido hacerlo en otro momento del año. 

Pero ante la incertidumbre reinante, ¿es el momento de redefinir los espacios feriales, sus usos y su oferta? 

En paralelo a las cancelaciones o cambios de fechas, hemos intentar poner todos los resortes a nuestra disposición para adaptarnos a los eventos que se han podido celebrar, que no han sido muchos, o dotar de espacios especiales a nuestra instalación para poder albergar otro tipo de certámenes. Así, la adaptación de nuestro pabellón 3 como auditorio 3 se ha hecho con el objetivo de atraer un doble tipo de actividad, por un lado la congresual, que se pudiera celebrar en condiciones de seguridad, y por otro para acoger actividades vinculadas a las artes escénicas o actividades infantiles. 

Desgraciadamente esta segunda ola nos ha vuelto a poner en nuestro sitio y lamentablemente no hemos podido celebrar todavía ningún evento en ese auditorio. Pero hemos intentado adaptarnos a la realidad en cada momento. Nuestra misión es seguir siendo útiles a la sociedad en la función de ser impulsores del dinamismo comercial, industrial y empresarial. No hemos podido hacerlo, pero estamos preparados para hacerlo.

En la atalaya privilegiada en la que trabaja usted, al estar en contacto con todos los sectores económicos, ¿por dónde piensa que irá la actividad económica a medio plazo?

Aquí haría una primera división entre ferias de público y profesionales. Las de público, con un número de visitantes mayor y actividades con contacto social, que será más difícil de garantizar por las restricciones sanitarias, tardarán en recuperarse como las conocíamos. Por ejemplo, un Navival sin actividades públicas para los niños, donde el contacto es continuo y la dinámica de entrada y salida provoca aglomeraciones, pues es complejo de poderse celebrar en estas circunstancias. 

Pero en lo que se refiere a las ferias profesionales hay una perspectiva diferente. El nivel de responsabilidad de un profesional, que tiene por objetivo desarrollar su negocio y que acude a una feria como una herramienta que le puede ayudar, conlleva un nivel de sensibilidad alto respecto a los problemas sanitarios. Si a eso le sumamos que nuestra instalación ha tomado las medidas necesarias, creo que los menores obstáculos para celebrar ferias profesionales harán que la reactivación se produzca antes. Evidentemente serán de una dimensión menor y con menor número de visitantes, en el corte plazo. También serán menos internacionales en tanto que la movilidad no se restablezca con garantías suficientes como para poder acudir a convocatorias como las nuestras.

¿Se apostará también por convocatorias más virtuales para evitar desplazamientos?

Nuestra apuesta es por los eventos híbridos. El factor diferencial del encuentro cara a cara para impulsar el desarrollo comercial es insustituible. Podrá ser complementado con herramientas tecnológicas, con digitalización u otra serie de factores que ayuden a redondear ese contacto físico. Nuestro trabajo está en preservar las ferias internacionales como Intur, Fine o Shooting Locations Marketplace y planteamos que ese visitante internacional en caso de no poder venir sí que ofreceremos la posibilidad de establecer un contacto comercial con nuestros expositores, pero sin renunciar a la convocatoria física. La idea es reforzar la creación de valor para nuestros clientes utilizando herramientas tecnológicas, pero no sustituyendo el encuentro físico.

La Feria de Valladolid tenía un proyecto de reforma de sus instalaciones. ¿Se retrasarán las obras por esta crisis? ¿Hay que redefinirlo?

El plan de mejora de la instalación abordaba problemas derivados de toda la travesía que hemos pasado sin ser capaces de poder invertir en el mantenimiento y en la adecuación de espacios. Será positivo y no afectará a cualquier otra decisión posterior que sumemos: mejorar las cubiertas nos servirá para ahora y para los próximos diez años, al igual que cambiar la pavimentación del pabellón 2. No son actuaciones temporales. 

Ya se han iniciado todos los trámites, las administraciones han aportado fondos y estamos en la fase de adjudicación del proyecto y dirección de obra, que se hará la semana próxima. Y a partir de aquí el proyecto se centrará en mejorar el recinto y la idea es que se pueda ejecutar la obra entre enero y junio del año que viene, en función de cómo evolucione la pandemia para aprovechar este parón. Y si todo va bien, y la covid-19 lo permite, la Feria de Muestras tendrá una instalación remodelada.

¿Los efectos de la pandemia cuestionan la viabilidad de la Feria de Valladolid?

El apoyo de las instituciones (Ayuntamiento, Diputación, Junta y Cámara de Comercio) siempre ha estado cuando ha sido necesario. Además, tenemos el total apoyo en toda la definición de la estrategia de los años pre-covid y, espero, que en la post-covid. Lo que se retrasará es nuestro plan de autoviabilidad, ya que nos habíamos planteado como objetivo que en el año 2023 fuéramos capaces de ser autosuficientes en base a la generación de recursos propios y lamentablemente eso no será posible. Eso requerirá, como hasta la fecha, de la necesidad de un apoyo financiero por parte de las administraciones, que hasta la fecha lo han cumplido rigurosamente y seguirá siendo así durante esta situación.

¿Y tienen esas administraciones públicas algún planteamiento concreto para dinamizar la Feria de Valladolid?

Todas las administraciones han estado detrás de nuestras decisiones y han apoyado cada una de nuestras necesidades. Mi pesar es que esa dependencia se va a alargar en el tiempo y va a ser por valores por encima de los que me gustaría. En el presupuesto de este año, las ampliaciones que se han hecho en base a nuestras necesidades se han cubierto con partidas extraordinarias derivadas de la covid-19. A futuro, esa necesidad de apoyo de las administraciones será superior a la del año anterior y a la previsto, pero espero que esto espero pase pronto. Estamos deseosos de cumplir nuestra misión que es la de celebrar eventos. 

La crisis económica amenaza con cribar el sector empresarial y liquidar gran parte de él. ¿Apuesta porque la Feria de Valladolid se mantendrá fuerte y siendo un referente en la región?

Me gustaría ser más ambicioso y decir que seremos capaces, si las circunstancias lo permiten, de hacernos visibles en el territorio nacional y en algunos sectores internacionalmente. El lanzamiento de la feria Fine o de Shooting Locations Marketplace son eventos que pretenden ayudar al desarrollo empresarial, pero con una proyección internacional. Esto junto con la hiperespecialización de los eventos, con una apuesta de eventos de nicho de mercado, con alto valor añadido y con proyección internacional, además de alineados con las estrategias de las administraciones.