La incontenible despoblación que sufre Castilla y León también tiene su reflejo en las dificultades que provoca la prestación de servicios básicos como el de la sanidad. Es en los centenares de pequeños pueblos de esta región donde emerge la figura del consultorio local, ese lugar al que, unas horas, varios días a la semana, un médico acude para atender a una población que suele estar envejecida y que, eso sí, es más fiel que la urbana; en el medio rural, la estadística sanitaria sobre frecuentación (las veces que una persona acude de media a la consulta) habla de algo más de diez días, mientras que en la ciudad se mueve en la franja de los seis.

Castilla y León concentra algo más de un tercio de los consultorios médicos activos en España, algo que se pondera a la vez como una virtud y como un problema desde Socalemfyc (la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina Familia y Comunitaria), que destaca, por un lado, esta «extraordinaria red de centros rurales, con profesionales y dotaciones buenos», pero que, por otro admite, el problema de la dispersión y los bajos cupos: «Hay 1.500 consultorios en pueblos de menos de 50 habitantes», destacan desde esta sociedad.

En el caso de Valladolid, son 55 los consultorios locales que prestan servicio a una población inferior a 50 habitantes, lo que supone una cuarta parte de los 230 que hay en la provincia y que se encargan de la atención primaria de unas 80.000 personas. Si el análisis se amplía a los municipios de menos de cien habitantes, la lista de consultorios es de 108; es decir, casi la mitad de todos los que Sacyl debe mantener operativos.

Sin cierres. Los consultorios locales también forman parte del debate político-sanitario, siempre con la permanente amenaza del cierre de los más pequeños y la concentración de consultorios. La última vez que se ha negado esta posibilidad fue el pasado martes en el Pleno de las Cortes de Castilla y León, y lo hizo el propio consejero de Sanidad, a preguntas del Grupo Socialista. Un debate, el del cierre de esos puntos de atención más pequeños, que se viene planteando también desde la propia profesión como una solución para optimizar recursos y evitar desplazamientos innecesarios.

A los 108 con una población de menos de 100 habitantes, se unen otros 86 que están en pueblos de menos de 500, veinte que están en localidades de hasta mil y 16 en municipios de más de mil.