El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ya cuenta con un adjudicatario para la construcción del tramo entre Olivares de Duero y Quintanilla de Arriba (Valladolid) de la Autovía del Duero (A-11). La propuesta elegida es la “más ventajosa económicamente” y supondrá una inversión total de 97,98 millones de euros (IVA incluido), según la documentación oficial de la Dirección General de Carreteras.

En ese sentido, la Mesa de Contratación, que se reunión el pasado 29 de mayo, acordó formular una propuesta de adjudicación, tras analizar la documentación aportada, lo que deberá formalizarse en las próximas semanas. Este órgano decidió otorgar el contrato a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Vías y Construcciones, Ortiz Construcciones y Proyectos, y Construcciones y Obras Valbuena, al conseguir 97,35 puntos en el proceso de evaluación.

De esta forma, once meses después de iniciarse el procedimiento de contratación y con un nuevo gobierno, el Ministerio de José Luis Ábalos pone fin a la tramitación de la licitación y cuenta ya con un contratista para construir 14,5 kilómetros de la A-11 en Valladolid, para lo que contempla un plazo de ejecución de tres años. También, el Ministerio adjudica de forma inicial en 1,53 millones el control y vigilancia de estas obras al grupo formado por Gpyo Innova y Esteyco.

Gráfico del tramo que tiene previsto construir el Gobierno. - Foto: Ical

En febrero de este año, tras casi cinco meses de paralización, el Ministerio de Transportes ordenó retomar la licitación abierta el verano pasado para la construcción de este tramo y fijó el día 24 para celebrar el acto de apertura de los sobres con las ofertas económicas y modificó el pliego para introducir cambios en la redacción y en la denominación de los criterios evaluables.

Semanas después, en marzo, la pandemia del coronavirus frenó los trabajos administrativos, justo cuando el Ministerio tenía que analizar las distintas ofertas presentadas por un total de 20 empresas para un proyecto que se había licitado en 134,97 millones de euros. Durante ese proceso tres propuestas fueron desechadas por defectos y por no poder justificar presupuestos anormalmente bajos, por lo que Transportes tuvo que elegir entre 17 licitadores.

Actualmente, el itinerario entre Olivares y Quintanilla se realiza por la carretera N-122, que soporta una intensidad media de 6.300 vehículos diarios. Por ello, la nueva autovía ofrecerá a través de 14,5 kilómetros un trazado más rápido y seguro, que evita la afección a las bodegas ubicadas al norte de Valbuena de Duero, a los viñedos de la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla.

Casi un año

En julio del pasado año, hace casi un año, arrancó el expediente de contratación de las obras. Las empresas presentaron sus ofertas y proyectos técnicos hasta el 23 de agosto de 2019, puesto que el Ministerio tenía previsto que la apertura de los sobres con las propuestas económicas se llevara a cabo el 27 de septiembre, si bien este acto se anuló y no fue hasta el 14 de febrero de este ejercicio cuando se fijó una nueva fecha.

No obstante, se abrieron el 2 de octubre los documentos con cuestiones técnicas, basados en juicios de valor. Hasta febrero de este año, una vez conformado el segundo gobierno de Pedro Sánchez, se retomó el expediente, que ahora termina adjudicado, tras sortear el periodo de suspensión de los plazos administrativos. 

De forma paralela, el Ministerio licitó en mayo de 2019 las obras del tramo contiguo de Tudela-Olivares de Duero, que adjudicó en septiembre en 79,1 millones de euros. La obra de estos 20,2 kilómetros de longitud se contrató en los últimos meses del pasado ejercicio, lo que permitió el inicio en diciembre de los trabajos iniciales sobre el terreno.

Nuevo tramo

Este tramo discurre por los términos municipales Olivares de Duero, Valbuena de Duero y Quintanilla de Arriba. Se dotará de calzadas de siete metros, arcenes interiores de un metro y exteriores de 2,5 metros. En el trazado se ejecutarán tres enlaces. El primero se ubica en el cruce de la autovía con la VA-104, en Olivares, mientras que el segundo se realizará con la VP-3001, al noroeste de la localidad de Valbuena de Duero. El tercero estará cerca de la localidad de Quintanilla, en la N-122.

Asimismo, se incluirá un ‘ecoducto’ de 190 metros de longitud y 80 metros de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje; un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011, y un puente de 500 metros en el cruce con el río Duero, entre otros elementos.