El invierno de las vacunas confirma la debacle europea. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, tacha de caótica la gestión de la Junta. Pero el carajal viene de Moncloa y, claro, Bruselas. Alemania negocia por su cuenta con los rusos, que traen la Sputnik. Cuando intentó algo similar, la Comunidad de Madrid, su presidente, Isabel Díaz Ayuso, fue tachada de neardental, traidora, populista, terrorista sanitaria y destructora de Europa. Sucedió algo parecido con la tarjeta de vacunación. Propuesta por la presidente madrileña y recibida como una reedición de las leyes Jim Crow o una actualización de los edictos nazis en Nuremberg. Qué dirían si descubren que en Estados Unidos los carnets que acrediten las vacunaciones son estudiados por el gobierno de Joe Biden. Los han implementado en estados tan azules como Nueva York, con Andrew Cuomo al frente, mientras que la lucha en contra la abanderan los jerarcas republicanos, gobernadores de Mississippi o Florida, que hablan de políticas antiamericanas y segregación inaceptable. A mí lo de suspender AstraZeneca por unos porcentajes de trombos  que palidecen frente a los de cualquier prospecto de analgésicos o antipiréticos, no hablemos ya de bombas como los somníferos o los opioides sintéticos, me parece de una frivolidad a juego con el magufismo anticientífico que nos devora. Vivir es ponerse en riesgo. Pero si, como explica el profesor Guillermo López Lluch, hablamos de 18 muertos para un total de 34 millones de dosis de vacunas en toda Europa, si encima es posible pero no seguro que las defunciones se hayan debido a las vacunas, y si recuerdan que en España han muerto 23.150 por millón de infectados, pues bueno, francamente, para mí que las autoridades pisan todos avisperos posibles. A ver cómo logramos ahora reanudar la campaña. Y a ver qué nos cuentan ahora desde Bruselas, que no da una y a este paso hará buena la gestión de Bolsonaro o Trump. Aunque ya malicio lo que responderán desde el gobierno: desde la muerte de los Beatles y a falta de Yoko Ono la culpa la tiene, siempre, Ayuso.