Pedro Calvo Hernando

APUNTES

Pedro Calvo Hernando

Escritor y periodista


Por un gran acuerdo nacional

27/10/2020

Vamos camino del invierno y no sabemos todavía lo que podrá durar esta situación, pues nos faltan datos y experiencias sobre lo que puede ocurrir en los meses que vienen, a lo que hay que añadir las situaciones contradictorias que permanentemente se van creando, la mayor parte de las veces para enseguida modificarse sobre la marcha. Sigo pensando que es necesario llegar a un gran acuerdo entre partidos para evitar caer en situaciones que no conduzcan a nada o que carezcan de una mínima estabilidad para que estemos seguros de que nos conducen a soluciones y situaciones que nos sirvan para soslayar incertidumbres y llegar a conclusiones que sirvan para algo serio.

Y digo lo anterior a sabiendas de que algo se ha mejorado en las certidumbres y en las distancias de las que partíamos entre unos dirigentes y otros, entre unos partidos y otros. Pero se tiene que mejorar todavía mucho más para que podamos ir llegando a conclusiones válidas para la gran mayoría. Quiero pensar y creer que antes de fin de año las cosas habrán ido cambiando lo bastante como para poder forjarnos una situación que haga posibles los cambios necesarios para salvarnos de los riesgos y peligros que nos puedan acechar. Pero quiero advertir a todos que todavía andamos lejos de unas soluciones convenientes y aceptables para todos o al menos para la gran mayoría.

Si no se produce muy pronto un cambio profundo en las actitudes de todos, corremos el peligro de quedarnos en la estacada, en una estacada que nos haga imposible el avance y la salida de las grandes incertidumbres. Es imprescindible que entre todos seamos capaces de llegar a unos acuerdos básicos y firmes que nos saquen de las grandes dudas y de las grandes incertidumbres. Para eso es necesario que nos decidamos todos a cambiar de actitud a veces de manera rotunda, si es que queremos salir de las grandes incertidumbres. Para eso nos hace falta unos cambios interiores de actitud general que nos lleven por el camino de la seriedad y de la generosidad para salir del atolladero.

Puede resultar un tanto abstracto esto que digo pero creo que tenemos que aprender más generosidad y más comprensión con los de pensamiento distinto al nuestro, ya que lo contrario no nos conduciría a ninguna parte, al menos a ninguna parte razonable y útil. Para ello tenenos que partir de la base de que estamos obligados a actuar con la mencionada generosidad, pues lo contrario solamenbte conduciría al fracaso y a la desesperanza. Pido a mis compatriotas que de aquí a Navidad nos impongamos la obligación de haber llegado a las conclusiones válidas para producir cambios de actitud sustanciales en los españoles de todos los colores políticos.

Porque lo que nos jugamos es mucho y muy importante y sería disparatado desviarnos o salirnos por la tangente. Ya ha pasado el tiempo suficiente para entrar en el terreno más favoble a los acuerdos básicos, sin los cuales no habría nada que hacer. Si los lectores encuentran algo abstractas mis razones, les ruego hagan un esfuerzo de comprensión para salvar ese inconveniente. Son dos meses los que faltan para Navidad, el momento en que considero que todo se tiene que haber puesto en marcha de verdad si es que deseamos salir del atolladero y de las dudas. Pido a mis compatriotas comprensión y generosidad, pues de los contrario seguramente estaríamos perdidos.