Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Alarma el estado de alarma

27/10/2020

El presidente del Gobierno que hace tres meses -sin ningún respaldo científico- proclamó que habíamos vencido al virus anuncia ahora la imposición de un estado de alarma que pretende prolongar hasta el 9 de mayo. Seis meses. ¿Por qué hasta el 9 de mayo y no hasta el 10 o el cuatro de ése mismo mes? Sólo él lo sabe. O tampoco. Todavía estamos a la espera de conocer los nombres del famoso -por fantasma - "comité científico" al que Pedro Sánchez y el ministro de Sanidad se remitían para tomar las contradictorias decisiones y prohibiciones que han ido jalonando nuestros días desde que oficialmente se admitió que en España se estaba propagando una pandemia.

Sánchez, que durante los primeros tiempos tuvo que acudir cada 15 días al Congreso para solicitar autorización para prorrogar el estado de alarma y tuvo que pechar con las críticas de la oposición a la vista de la mala gestión de la pandemia, se sacó después de la manga el ardid de la "cogobernanza" para endosar la responsabilidad de las medidas que se fueron tomando a los gobiernos de las comunidades autónomas.

Desde hace tres meses se ha convertido en espectador lavándose las manos frente el inquietante repunte de los contagios como sí la pandemia no afectara a todo el conjunto del país. Anuncia ahora la entrada en vigor del decreto del estado de alarma -que por cierto lleva la firma de la vicepresidenta Carmen Calvo- y la tarea de solicitar y justificar las sucesivas prórrogas le caerá encima al ministro de Sanidad. Por sí acaso y para evitar el desgaste, él se quita del medio en todo. Ni una sola alusión a la causas del fracaso de las medidas tomadas hasta ahora para frenar el avance del virus, ni una disculpa por el error de cálculo que supuso proclamar al inicio del verano que se había doblado la curva de contagios. Nada.

Tampoco ha dicho nada acerca del tiempo que se ha perdido para elaborar la prometida ley que permitiría hacer frente a los casos de confinamientos sectoriales y las correspondientes limitaciones de derechos sin necesidad de recurrir al estado de alarma. Era un compromiso del Gobierno asumido incluso en fechas por la vicepresidenta Carmen Calvo, pero no lo han cumplido. Sánchez dice que estamos más preparados que en primavera para evitar que se repita el colapso de los hospitales por falta de personal y de recursos materiales pero en su intervención del pasado sábado perdió la ocasión de tranquilizar a los ciudadanos que otean con aprensión el horizonte aportando datos sobre la adquisición a gran escala de material sanitario. No se comprometió en nada.

Alarma el estado de alarma tal y como Pedro Sánchez lo presenta -para que sea interpretado a la carta por los gobernantes autonómicos- porque orilla la responsabilidad del Gobierno que preside en la lucha contra la pandemia. Como sí la tragedia no fuera con él.